06 Septiembre 2008
Desde la rueda del jueves las Bolsas sufren una nueva caída global en los valores de las acciones y los títulos, por la debilidad del crecimiento en el mundo, el fuerte impacto de la crisis en Europa, los malos indicadores en los Estados Unidos y la percepción general que aun los mercados no tocaron el piso de las cotizaciones.
Los osos y bajistas -con pesimismo- recuerdan que en Japón el índice Nikkei de las acciones se derrumbó durante 13 años desde 1990 para recién encontrar un soporte y estabilizarse para recuperar lo perdido.
En Buenos Aires, durante las recientes jornadasorganizadas por el Banco Central con banqueros extranjeros, el gobernador adjunto Hu Xiaolian del Banco de China se refirió a la relación de su país con Estados Unidos y expresó "el crecimiento más bajo de la economía estadounidense afectará muy probablemente a la exportación y al desarrollo económico de China". También se preocupó por la debilidad del dólar y la suba en los commodities, lo que significa importar la inflación y destacó que ya tomaron medidas monetarias y financieras para combatirla.
El reciente anuncio de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner de pagar al Club de París -fue una buena señal- pero los mercados no la registraron según las cotizaciones y la suba del riesgo-país, afectado también por la crisis financiera global y la necesidad de otras medidas. Sucede que la pérdida de credibilidad en el mercado nacional es tan grande que la voluntad y capacidad de pago -parecen insuficientes- para reingresar la Argentina al mapa global de los inversores. Por sus ventajas, el país debería estar comodamente instalado en ese contexto.
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