Deambulan por la facultad en busca de sillas sanas

Eloísa Villagra salió de un anfiteatro de la Facultad de Filosofía y Letras. El ruido que hacían los obreros cuando arreglaban el techo del aula no le permitía estudiar. "Perdimos varias clases debido a que cuando llovía, el anfiteatro A se inundaba. Ahora lo están arreglando, pero no tuvieron una mejor idea que trabajar cuando tenemos trabajos prácticos", protestó la alumna de Letras, de 19 años.
Su compañera, Belén Ruiz decidió ir al baño de mujeres del pasillo 200. Sin embargo, el mal estado de los sanitarios y las pocas gotas de agua que salían de los grifos la obligaron a abandonar el lugar. "Todos los baños de Filosofía y Letras están iguales", se quejó.
De los $ 219,5 millones que recibió la Universidad Nacional de Tucumán de las regalías de Yacimientos Mineros Agua de Dionisio (YMAD), $ 90,2 millones fueron derivados a las facultades de la casa de altos estudios, según un informe de YMAD al que tuvo acceso LA GACETA. Destinaron los fondos a la realización de nuevas obras y mejoras edilicias en las unidades académicas. Pero no todas estas construcciones responden a las reales necesidades de los estudiantes, según ellos mismos denuncian.
Los reclamos se repiten en todos los pasillos de Filosofía y Letras. "A comienzos de año, teníamos que estudiar amontonados en las aulas por la falta de espacio; aunque varios alumnos abandonaron la carrera, en los anfiteatros faltan muchos bancos y tenemos que recorrer las instalaciones hasta encontrar una silla en buen estado", contó Sergio Díaz, un estudiante de Ciencias de la Comunicación. Para demostrar que lo que decía era verdad, Sergio acompañó a LA GACETA a recorrer los cuatro anfiteatros que tiene la facultad: en el A hay 176 asientos, de los cuales 16 están inutilizables por el mal estado en el que se encuentran; en el B hay 192 espacios para bancos, pero en 13 faltan butacas y hay ocho sillas en muy mal estado. "El anfiteatro C y el D están mejor cuidados. En el primero sólo faltan dos butacas, y el segundo no tiene bancos fijos y no es tan grande, por eso está más limpio que los demás", señaló el estudiante.
A estas fallas se suman ventanas rotas en algunas aulas (como la 309), baños sin puertas, un aula que funciona en las instalaciones del ex bar y bancos rotos en el patio. Filosofía y Letras es una de las facultades con más carencias edilicias. De las regalías de YMAD, recibió $ 4,4 millones que fueron destinados exclusivamente a obras de infraestructura en el decanato y en la sala de sesiones del Consejo Directivo de la facultad. "Cómo puede ser que los alumnos no tengamos bancos y que el Decanato sea puro lujo", se quejó Silvana Pacheco, una estudiante de Ciencias de la Educación.
"El Rectorado ejecuta las obras de acuerdo con lo que piden las autoridades de las distintas facultades porque se supone que son quienes más saben sobre las necesidades", justificó el subsecretario de Planeamiento, Obras y Servicios de la UNT, Franco Marigliano.
Según indicó el funcionario, las obras de infraestructura requieren un largo plazo de ejecución, lo que explica que desde hace varios años falta espacio en varias facultades.

Los recursos
$ 39 millones recibió la Facultad de Bioquímica.

$ 4 millones le entregaron a la Facultad de Artes.

$ 12 millones fueron para Medicina.

$ 5millones fueron destinados para Ciencias Económicas.

$ 3,4 millones recibió Odontología.

$ 12 millones fueron destinados a la Facultad de Derecho.

$ 4,4 millones recibió Filosofía y Letras.

$ 4 millones fueron destinados a la Facultad de Psicología.

$ 12,5 millones recibió la Facultad de Agronomía.

$ 1,3 millón fueron destinados a la Facultad de Educación Física.

$ 30 millones fueron entregados a la Facultad de Ciencias Naturales.

$ 4millones recibió la Facultad de Arquitectura.

$ 15,1 millones recibió la reserva Parque San Javier.