20 Junio 2008
Recuperan genética vegetal y animal para autoproducción de alimentos
El INTA en Tucumán lleva adelante un programa destinado a recuperar material genético con el objeto de revalorizar su utilización y consumo -de esas producciones- por los sectores agrícolas que componen los huerteros y pequeños productores. Los técnicos obtienen las semillas y capacitan a los minifundistas sobre su uso y formas de multiplicación, de forma tal que produzcan sus propios alimentos y, a la vez, comercialicen sus excedentes con fines económicos. La agro-biodiversidad y la sustentabilidad son dos principios que los investigadores pregonan entre los pequeños productores tucumanos.
BIENESTAR. Especialistas en nutrición y alimentación explican los beneficios que tiene, sobre la salud humana, realizar una alimentación sana y variada. GENTILEZA PROHUERTA
El Programa de Recuperación de Germoplasma Nativo que lleva adelante el INTA Famaillá continua dando respuesta a los productores tucumanos, de la mano de las investigaciones y del trabajo a campo que realizan en distintas zonas de Tucumán.
Mandioca, arroz, maíz, son algunas de las producciones agrícolas que están siendo estudiadas por los técnicos del organismo, con el apoyo y compromiso inestimable de los productores tucumanos.
Uno de estos temas fue abordado el sábado pasado, en ocasión de realizarse una nueva edición de la tradicional "Feria de los Huerteros", que los sábados se realiza en el Club Tucumán Central.
En esa oportunidad, los agricultores, además de exponer y comercializar sus productos, participar del "Taller Regional de Valorización del Uso de la Mandioca y el Maíz en la Alimentación", que incluyó una demostración y degustación culinaria. Sobre todos estos temas estuvo centrado el diálogo que LA GACETA mantuvo con Javier Rovira, responsable del programa.
- ¿En qué consiste el Programa de Recuperación del Germoplasma Nativo?
- Es un Proyecto del INTA denominado "Rescate y valorización de especies animales y vegetales para la seguridad alimentaria", a través del cual pretendemos recuperar y poner disponibles y accesibles a los huerteros y pequeños productores el material genético (semillas y otras formas de multiplicación) que necesitan para la autoproducción de alimentos, materiales que se están perdiendo y no se consiguen en las semillerías.
Uno de los objetivos es que puedan producir sus propias semillas, brindándoles la capacitación y el acompañamiento técnico.
Con este proyecto se busca promover la agrobiodiversidad y la sustentabilidad de las familias huerteras, fortaleciendo las acciones que en este sentido realiza el INTA, fundamentalmente a través del Programa Prohuerta.
- ¿En qué comunidades se está desarrollando el programa?
- Se está llevando a cabo en todo el país, pero su coordinación tiene sede en la EEA INTA Famaillá, en Tucumán.
Se trabaja con los cultivos locales de consumo popular, ya sea especies nativas o tradicionales. Cada región prioriza sobre qué especies trabaja.
Por ejemplo, en Tucumán trabajamos con maíces, zapallos, batatas, arroz de secano, ajo, ajíes, porotos, entre muchas otras especies, y estamos buscando introducir también el cultivo y consumo de la mandioca.
- El consumo es importante y necesario para estas poblaciones, pero la comercialización es fundamental como fuente de ingresos para los productores. ¿Qué están haciendo en este sentido?
- El proyecto tiene un fuerte componente destinado a revalorizar el uso de estos cultivos locales en la alimentación diaria.
Por ejemplo el maíz, que ancestralmente fue la base de la alimentación de nuestros pueblos; hoy casi no se lo consume como grano seco ni como harina.
Recuperamos las recetas de nuestros abuelos y las promocionamos.
Este proyecto está ligado a la "Feria de los Huerteros" que se realiza actualmente en el Club Tucumán Central -los segundos sábados de cada mes-, donde los huerteros familiares y comunitarios venden el excedente de su producción para autoconsumo.
Allí, los huerteros, además de vender sus productos, enseñan cuáles son sus propiedades nutricionales y cómo cocinarlos. Hay un espacio de demostración gastronómica y de degustación de productos.
- ¿Qué respuestas están obteniendo de la población en la cual trabajan?
- Por un lado, los huerteros participan activamente dándole gran valor a lo que producen, mejorando su alimentación y también sus ingresos.
Mientras que los consumidores se muestran muy interesados en cómo incorporar los productos de la huerta en la alimentación de sus familias, de una manera sencilla, saludable y creativa.
- ¿Qué están haciendo con la mandioca? ¿Con quiénes trabajan y qué objetivos se fijaron?
- Estamos promocionando el cultivo y consumo de la mandioca, que desde el punto de vista alimenticio es muy nutritiva y su cultivo muy sencillo.
Una de sus características es que su harina no contiene gluten y por esto la pueden consumir los enfermos "celíacos".
Además, estamos trabajando conjuntamente con técnicos y productores de la Provincia de Misiones, tanto en los aspectos agronómicos y nutricionales de la mandioca y, fundamentalmente, en la estrategia de incorporarla en nuestra alimentación.
La mandioca casi no se produce en Tucumán, pero en la "Feria de los Huerteros" hay familias que producen mandioca y comercializan su excedente.
- ¿La papa y el zapallo son producciones con las cuales ustedes también trabajan?
- Estamos recuperando diversas variedades de zapallos criollos, característicos por su sabor y su rusticidad.
Además, seguimos promocionando el cultivo de "papines" en las huertas familiares (son papas que pueden ser cultivadas en espacios reducidos).≠
Mandioca, arroz, maíz, son algunas de las producciones agrícolas que están siendo estudiadas por los técnicos del organismo, con el apoyo y compromiso inestimable de los productores tucumanos.
Uno de estos temas fue abordado el sábado pasado, en ocasión de realizarse una nueva edición de la tradicional "Feria de los Huerteros", que los sábados se realiza en el Club Tucumán Central.
En esa oportunidad, los agricultores, además de exponer y comercializar sus productos, participar del "Taller Regional de Valorización del Uso de la Mandioca y el Maíz en la Alimentación", que incluyó una demostración y degustación culinaria. Sobre todos estos temas estuvo centrado el diálogo que LA GACETA mantuvo con Javier Rovira, responsable del programa.
- ¿En qué consiste el Programa de Recuperación del Germoplasma Nativo?
- Es un Proyecto del INTA denominado "Rescate y valorización de especies animales y vegetales para la seguridad alimentaria", a través del cual pretendemos recuperar y poner disponibles y accesibles a los huerteros y pequeños productores el material genético (semillas y otras formas de multiplicación) que necesitan para la autoproducción de alimentos, materiales que se están perdiendo y no se consiguen en las semillerías.
Uno de los objetivos es que puedan producir sus propias semillas, brindándoles la capacitación y el acompañamiento técnico.
Con este proyecto se busca promover la agrobiodiversidad y la sustentabilidad de las familias huerteras, fortaleciendo las acciones que en este sentido realiza el INTA, fundamentalmente a través del Programa Prohuerta.
- ¿En qué comunidades se está desarrollando el programa?
- Se está llevando a cabo en todo el país, pero su coordinación tiene sede en la EEA INTA Famaillá, en Tucumán.
Se trabaja con los cultivos locales de consumo popular, ya sea especies nativas o tradicionales. Cada región prioriza sobre qué especies trabaja.
Por ejemplo, en Tucumán trabajamos con maíces, zapallos, batatas, arroz de secano, ajo, ajíes, porotos, entre muchas otras especies, y estamos buscando introducir también el cultivo y consumo de la mandioca.
- El consumo es importante y necesario para estas poblaciones, pero la comercialización es fundamental como fuente de ingresos para los productores. ¿Qué están haciendo en este sentido?
- El proyecto tiene un fuerte componente destinado a revalorizar el uso de estos cultivos locales en la alimentación diaria.
Por ejemplo el maíz, que ancestralmente fue la base de la alimentación de nuestros pueblos; hoy casi no se lo consume como grano seco ni como harina.
Recuperamos las recetas de nuestros abuelos y las promocionamos.
Este proyecto está ligado a la "Feria de los Huerteros" que se realiza actualmente en el Club Tucumán Central -los segundos sábados de cada mes-, donde los huerteros familiares y comunitarios venden el excedente de su producción para autoconsumo.
Allí, los huerteros, además de vender sus productos, enseñan cuáles son sus propiedades nutricionales y cómo cocinarlos. Hay un espacio de demostración gastronómica y de degustación de productos.
- ¿Qué respuestas están obteniendo de la población en la cual trabajan?
- Por un lado, los huerteros participan activamente dándole gran valor a lo que producen, mejorando su alimentación y también sus ingresos.
Mientras que los consumidores se muestran muy interesados en cómo incorporar los productos de la huerta en la alimentación de sus familias, de una manera sencilla, saludable y creativa.
- ¿Qué están haciendo con la mandioca? ¿Con quiénes trabajan y qué objetivos se fijaron?
- Estamos promocionando el cultivo y consumo de la mandioca, que desde el punto de vista alimenticio es muy nutritiva y su cultivo muy sencillo.
Una de sus características es que su harina no contiene gluten y por esto la pueden consumir los enfermos "celíacos".
Además, estamos trabajando conjuntamente con técnicos y productores de la Provincia de Misiones, tanto en los aspectos agronómicos y nutricionales de la mandioca y, fundamentalmente, en la estrategia de incorporarla en nuestra alimentación.
La mandioca casi no se produce en Tucumán, pero en la "Feria de los Huerteros" hay familias que producen mandioca y comercializan su excedente.
- ¿La papa y el zapallo son producciones con las cuales ustedes también trabajan?
- Estamos recuperando diversas variedades de zapallos criollos, característicos por su sabor y su rusticidad.
Además, seguimos promocionando el cultivo de "papines" en las huertas familiares (son papas que pueden ser cultivadas en espacios reducidos).≠