Por Federico Türpe
04 Junio 2008
MECA. La sede californiana de Google es el sueño dorado para muchos expertos en nuevas tecnologías.
GOTEMBURGO, SUECIA.- En la deslumbrante Gotemburgo el sol se desploma cerca de la medianoche, y tres horas más tarde reaparece, obstinado por devolver la luz que se robó durante el último invierno. Al revés de lo que ocurre en Suecia cuando se acerca el verano, durante el Congreso de Diarios más importante del mundo se hizo la noche a las 5 de la tarde. Ocurrió en un foro en el que había cientos de directores y editores de periódicos: al vicepresidente de Google Inc. le preguntaron si el megabuscador planeaba incursionar en la generación de contenidos periodísticos, algo hasta ahora exclusivo de las redacciones de diarios, las verdaderas usinas de información del planeta de las comunicaciones.
El hindú Nikesh Arora, el segundo de la compañía en orden de jerarquía, devolvió la consulta con una sonrisa relajada, casi como si fuera el dueño de internet. "Somos una empresa de soluciones tecnológicas, y pensamos permanentemente en resolver los problemas de la gente, para que ellos puedan encontrar lo que buscan y para que, además, encuentren contenidos de calidad. La tarea de generar contenidos es de ustedes (los diarios) y la nuestra es que los encuentren. No tenemos pensado, por ahora, generar contenidos", tranquilizó.
Volvió el día a Gotemburgo y el 61º Congreso Mundial de Periódicos pudo seguir su marcha sin sobresaltos, como los trenes que circulan aceitados sobre la telaraña de rieles que rayan el asfalto de la segunda ciudad sueca.
¿Qué hubiera pasado si Nikesh Arora reconocía que Google está decidido a generar contenidos y a competir directamente con los principales diarios del mundo? Habría sonado como una declaración de guerra en la casa del enemigo, al que amablemente Google ha sido invitado. Diplomacia, la llaman, y de la mejor.
Pero el sentido del panel exclusivo para editores era debatir si La web 2.0 dará a luz al periodismo 2.0. En la presentacion del foro, el editor del Saturday Times, George Brock, del Reino Unido, reflexionó: " se dice que en materia de noticias el futuro está en compartir. Evidentemente, la participación de los lectores, los contenidos generados por los usuarios y las redes sociales influirán en el futuro del periodismo. ¿Para bien o para mal? ¿Cómo pueden ambas formas de inteligencia colectiva -la sala de redacción y la audiencia- colaborar y dar a luz al Periodismo 2.0?"
Está claro que Google tiene mucho para decir al respecto y por ello fue invitado a Gotemburgo; pero también es evidente que no es este el lugar más indicado para decir que planean ser el megasitio de noticias en la web.
En el mismo panel estuvieron Kathleen Carroll, vicepresidente y editora ejecutiva de Associated Press (EEUU); Pierre Bellanger, fundador y CEO de Skyblogs y Skyrocks, el sitio francés de rock que visitan más de 20 millones de personas por mes; y Bosse Svensson, director general de MKT Media de Suecia, una especie de gurú eslavo de la hiperlocalización de la información.
Carroll dijo que la participación de los lectores en internet podía ir enriqueciendo la información del papel durante el día, de manera que la noticia del impreso del día siguiente tuviera el valor agregado de la gente que sigue al propio diario.
Svensson defendió la producción de noticias locales como única forma de que los diarios construyan comunidades, a la vez protegidas de monstruos como Google, mientras que Ballenger, como buen francés, apostó a la libertad y a perderle el miedo a la opinión de la gente en la web: dos elementos que, en conjunto, generan una inteligencia colectiva de un valor incalculable.
En síntesis, todos enfrentaron diplomáticamente a Nikesh Arora, o a Google; y entre todos apenas pudieron detenerlo por un rato; el mismo rato que dura un panel.
El hindú Nikesh Arora, el segundo de la compañía en orden de jerarquía, devolvió la consulta con una sonrisa relajada, casi como si fuera el dueño de internet. "Somos una empresa de soluciones tecnológicas, y pensamos permanentemente en resolver los problemas de la gente, para que ellos puedan encontrar lo que buscan y para que, además, encuentren contenidos de calidad. La tarea de generar contenidos es de ustedes (los diarios) y la nuestra es que los encuentren. No tenemos pensado, por ahora, generar contenidos", tranquilizó.
Volvió el día a Gotemburgo y el 61º Congreso Mundial de Periódicos pudo seguir su marcha sin sobresaltos, como los trenes que circulan aceitados sobre la telaraña de rieles que rayan el asfalto de la segunda ciudad sueca.
¿Qué hubiera pasado si Nikesh Arora reconocía que Google está decidido a generar contenidos y a competir directamente con los principales diarios del mundo? Habría sonado como una declaración de guerra en la casa del enemigo, al que amablemente Google ha sido invitado. Diplomacia, la llaman, y de la mejor.
Pero el sentido del panel exclusivo para editores era debatir si La web 2.0 dará a luz al periodismo 2.0. En la presentacion del foro, el editor del Saturday Times, George Brock, del Reino Unido, reflexionó: " se dice que en materia de noticias el futuro está en compartir. Evidentemente, la participación de los lectores, los contenidos generados por los usuarios y las redes sociales influirán en el futuro del periodismo. ¿Para bien o para mal? ¿Cómo pueden ambas formas de inteligencia colectiva -la sala de redacción y la audiencia- colaborar y dar a luz al Periodismo 2.0?"
Está claro que Google tiene mucho para decir al respecto y por ello fue invitado a Gotemburgo; pero también es evidente que no es este el lugar más indicado para decir que planean ser el megasitio de noticias en la web.
En el mismo panel estuvieron Kathleen Carroll, vicepresidente y editora ejecutiva de Associated Press (EEUU); Pierre Bellanger, fundador y CEO de Skyblogs y Skyrocks, el sitio francés de rock que visitan más de 20 millones de personas por mes; y Bosse Svensson, director general de MKT Media de Suecia, una especie de gurú eslavo de la hiperlocalización de la información.
Carroll dijo que la participación de los lectores en internet podía ir enriqueciendo la información del papel durante el día, de manera que la noticia del impreso del día siguiente tuviera el valor agregado de la gente que sigue al propio diario.
Svensson defendió la producción de noticias locales como única forma de que los diarios construyan comunidades, a la vez protegidas de monstruos como Google, mientras que Ballenger, como buen francés, apostó a la libertad y a perderle el miedo a la opinión de la gente en la web: dos elementos que, en conjunto, generan una inteligencia colectiva de un valor incalculable.
En síntesis, todos enfrentaron diplomáticamente a Nikesh Arora, o a Google; y entre todos apenas pudieron detenerlo por un rato; el mismo rato que dura un panel.