Combatir la obesidad es hacer prevención

Combatir la obesidad es hacer prevención

Dos especialistas señalaron que se debe impedir que se produzca el Síndrome Metabólico.

14 Noviembre 2007
Una parte de la medicina preventiva pasa hoy por combatir la obesidad, explicaron la nutricionista Alicia Sosa y el cardiólogo Ariel Ruffaldi, integrantes de un equipo interdisciplinario que concibe el bajar de peso como un cambio integral de los hábitos de vida y no como una mera prescripción de dietas. "La obesidad es una enfermedad crónica, caracterizada por el exceso de grasa corporal", definieron.
Para diagnosticar la obesidad se tienen en cuenta tres parámetros: la corpulencia o Indice de Masa Corporal (IMC); el porcentaje de grasa corporal y el perímetro de la cintura, explicó Ruffaldi. El IMC se considera normal cuando se ubica entre 20 y 25. Entre 25 y 30 indica sobrepeso y más de 30, obesidad. El porcentaje de grasa corporal no tiene que ser mayor al 33% en las mujeres y al 25% en los varones. En cuanto al perímetro de cintura, el de las mujeres no debe superar los 88 cm y el de los varones, los 102 cm para situarse en los valores normales.
El perímetro de la cintura cobra importancia porque da cuenta de la obesidad abdominal, que es la causante de lo que hoy se conoce como Síndrome Metabólico. Este es un cuadro que se presenta a partir de la obesidad abdominal, que provoca cambios en el metabolismo de los azúcares, de las grasas y de las proteínas, y que puede derivar en diabetes y en las enfermedades cardiovasculares, señalaron Sosa y Ruffaldi.
El Síndrome Metabólico es una asociación de factores de riesgo y se considera como tal cuando un paciente presenta tres o más de los siguientes cinco componentes: excesiva circunferencia abdominal; aumento de los triglicéridos (una de las partículas de grasa de la sangre); bajo nivel de HDL o colesterol bueno; tensión arterial ligeramente elevada y un nivel de glucosa en sangre por encima de lo normal. "Se observó una relación directa entre el aumento de la circunferencia de la cintura (se mide a la altura del ombligo) y los eventos vasculares. Por eso, actualmente, un objetivo terapéutico en materia de prevención vascular es lograr el descenso del perímetro abdominal", puntualizó Sosa.

Un cambio de hábitos
"Además, el tejido adiposo del abdomen produce sustancias que generan insulinoresistencia. Esto se traduce como la imposibilidad de la insulina de mantener la glucemia (azúcar en sangre) dentro de los valores considerados normales. Por eso, aumentan las posibilidades de que el paciente presente diabetes", subrayó Ruffaldi
"El tratamiento de la obesidad no es solamente bajar de peso; es conseguir un cambio de hábitos, en los que se incluya un plan alimenticio equilibrado y no la toma de medicamentos, y la actividad física adecuada a cada persona", dijeron los profesionales. Sosa destacó que se deben buscar las causas de la dificultad que tienen algunas personas para hacer los cambios y cuáles son las motivaciones que requiere. "Ningún paciente es igual a otro y cada tratamiento debe adecuarse a las necesidades particulares. Porque no todo el mundo tiene que ser flaco, sino que tiene que estar sano", agregó.
A su vez, el deportólogo Roque González, puntualizó que por lo general los obesos son personas sedentarias. "De a poco, y según las posibilidades de cada uno, van a ir incorporando como hábito de vida la actividad física", indicó.
"El abordaje tiene que ser, necesariamente, con un equipo interdisciplinario, porque como ya lo dijo el cardiólogo, la obesidad trae aparejados factores de riesgos muy serios para la salud", concluyó la nutricionista Sosa.

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