El "Grupo de los siete"

El "Grupo de los siete"

09 Octubre 2007
BUENOS AIRES.- La historia del ex capellán Christian Von Wernich está atada a la suerte, o mejor dicho, desgracia del denominado "Grupo de los siete", integrado por jóvenes militantes que fueron asesinados después de haberles prometido reiteradamente su liberación.

Domingo Moncalvillo, María del Carmen Morettini, Cecilia Idiart, María Magdalena y Pablo Mainer, Liliana Galarza y Nilda Salomone estuvieron detenidos, ilegalmente, en la Brigada de Investigaciones de La Plata, donde realizaron "tareas de oficina" para sus secuestradores.

"Mi hermano me contó que fue salvajemente torturado y que en las sesiones estaba Von Wernich", declaró Adelina "Mona" Moncalvillo ante el Tribunal Oral número 1 de La Plata al relatar el calvario que sufrió su hermano Domingo en 1977.

Moncalvillo dijo que visitó varias veces a Domingo en la Brigada de Investigaciones platense y que allí se cruzó con el ex capellán militar, quien también pidió dinero a las familias de los detenidos.

"El cura pidió dinero a mi madre para sacar a Cecilia del país y se le entregaron U$S 1.500. Al acercarse la fecha del viaje pidió que le preparáramos ropa y entonces mi mamá compró una valija, bolsos y ropa nueva", relató Adriana Idiart, hermana de Cecilia, quien también se encuentra desaparecida.

Adriana dijo que su hermana y los otros seis detenidos hacían "tareas de oficina" para la Brigada de Investigaciones y consideró que eso les hizo "saber mucho" sobre el accionar de los represores.

Según el testimonio que Julio Emmed, un policía bonaerense que actuó en La Plata durante la dictadura, realizó ante la Conadep (Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas), al menos tres de esos siete militantes montoneros fueron asesinados en un descampado.

Se trata de Moncalvillo, Idiart y Salomone y sus cuerpos fueron -de acuerdo con ese mismo relato- incinerados en el centro clandestino de detención conocido como Puesto Vasco, en cercanías de la estación ferroviaria de Don Bosco.

Emmed relató que a fines de 1977 fue llamado al despacho de Miguel Etchecolatz, quien "en presencia del padre Christian Von Wernich" le preguntó "si con un golpe de yudo" era capaz de dormir a una persona en el pequeño espacio de la parte trasera de un vehículo.

Declaró que unos días después salió, junto a otros policía, de la Jefatura con tres vehículos que en la Brigada de Investigaciones de La Plata los esperaba "el padre Von Wernich, quien había hablado y bendecido a los ex subversivos y les había hecho una despedida en la misma Brigada".

"Los tres ex subversivos -dos mujeres y un hombre- salen en libertad de acción, sin esposas, para ellos nosotros éramos simples custodios que teníamos que llevarlos a Aeroparque y embarcarlos", agregó.

Después contó que los golpearon hasta desmayarlos y sobre el pasto de un descampado les aplicaron "dos inyecciones a cada uno, directamente en el corazón, con un líquido rojizo que era veneno". (NA)