30 Septiembre 2007
CRECER DE GOLPE. Las adolescentes embarazadas sufren la abrupta interrupción de una etapa de su vida, para asumir una prematura adultez. LA GACETA
Ambas vivieron situaciones diferentes. Una padeció el miedo, el abandono y el mandato familiar de abortar, mientras que la otra criticó la falta de medidas de prevención desde el sistema de salud. Sus hijos están con ellas, después de luchar contra parte de una sociedad que no busca informar y prevenir, sino ocultar y reprimir. Los casos de Eliana y Karina son un ejemplo de lo que es el embarazo en las jóvenes y la falta de responsabilidad que muestra el varón y la familia misma.
Eliana vivió su soledad
Tiene 15 años y en sus ojos se refleja una mezcla de tristeza y alegría mientras mira al pequeño hijo de tres meses que acuna entre sus brazos. Su historia es similar a la de otras tantas adolescentes desorientadas y confundidas.
Cuando se enteró de que estaba embarazada trató de ocultarlo a su familia. Cuando se hizo evidente, todo se derrumbó a su alrededor. Su novio se alejó y su familia trató de hacerla abortar. El avanzado estado del embarazo no lo permitió. Fue así como llegó a la Maternidad Nuestra Señora de La Merced, con la decisión familiar de entregar a su hijo en adopción. Al momento del nacimiento las cosas se complicaron y terminó en cesárea. La internación del bebé permitió a Eliana acercarse a su hijo y todos los sentimientos contenidos salieron. Luchó y luchó contra la disposición familiar, hasta lograr quedarse con su bebé. Ahora vive con sus padres, que empezaron a ayudarla, y su novio ha regresado.
Limitaciones de un sistema
Karina, otra adolescente tucumana, contó su historia: “Tuve a mi hijo a los 16 años, fue con mi novio, quien actualmente es mi marido. No fue algo esperado. No es por echarles la culpa a los Caps (Centros de Atención Primaria de Salud), pero cuando fui a buscar los métodos anticonceptivos y a saber sobre los cuidados que tenía que tener, me dijeron que volviera con mis padres. Cuando estaba por parir, en la Maternidad Nuestra Señora de La Merced, había sobrepoblación de madres embarazadas, de distintas edades, lo que me asustó mucho. Pero fui muy bien atendida todo el tiempo. Al tener a mi hijo no se me cruzó por la cabeza darlo en adopción. Ni siquiera pensé en el aborto como último recurso”.
Karina apenas dio su nombre en la puerta del Caps “República de Italia”, porque sólo quería que se conociera su historia. Con voz firme y segura prosiguió hablando: “Al enterarme de mi embarazo dejé la escuela, por miedo a los reproches y a la vergüenza. Ahora estoy trabajando como doméstica y por las noches asisto a la Escuela Miguel Lillo para proseguir mis estudios”, dijo la joven, que despierta admiración por su fuerza de voluntad y por su deseo de autosuperación.
Encuestas en Tucumán.
Evelina Chapman es pediatra, epidemióloga, y se encargó de la encuesta de embarazo adolescente en Tucumán. Explicó que los jóvenes son el sector más vulnerable en los embarazos no deseados. No podemos decir que esto sea culpa de ellos -afirmó-. Es una responsabilidad que nos compete a todos. Hay hospitales que en lugar de celebrar que los chicos tengan interés en cuidarse, los mandan a sus casas con sus padres. Los adolescentes no piden permiso para iniciarse sexualmente”.
La edad promedio del primer embarazo es de 16 años y medio. El sentir vergüenza de ir a la escuela o el temor a la discriminación fueron el motivo de abandono escolar, según lo mencionado por la mitad de las adolescentes encuestadas. En Tucumán, varias de las consultadas cursaban sus estudios en un establecimiento secundario dependiente de la Universidad Nacional de Tucumán, donde directamente las “invitaron a dejarlo” por que “dan un mal ejemplo”. Sólo 4 de cada 10 chicas continuó con sus estudios hasta el final del embarazo.
La temprana madurez
La doctora Chapman comentó: “Algunos informantes coinciden en que uno de los mayores problemas de los adolescentes es la temprana madurez, la soledad en la que crecen y la disfuncionalidad familiar en la que viven. Son factores que favorecen no solamente el embarazo, sino también las adicciones y la violencia”.
Mientras mostraba los resultados de la encuesta, la médica se cuestionó: “¿Qué proyectos se pueden construir en esta etapa de la vida, cuando la mayoría de los niños y jóvenes son pobres; y, el 70% de las adolescentes que encuesté no estudiaba al momento de quedar embarazadas y el 50% no estudiaba ni trabajaba?”.
Más de un tercio de las madres encuestadas, que tienen entre 15 y 19 años, dijeron que buscaron quedar embarazadas porque creen que su hijo es lo único que van a tener en la vida.
En general, cuando se habla del embarazo adolescente se piensa en las consecuencias que tiene para la joven mamá, olvidando que el niño por nacer no sólo tiene una madre sino también un padre. No siempre el padre es un adolescente, sino que muchas veces son hombres adultos. En muchos casos, son parientes sanguíneos o políticos de la joven. Si se analiza la situación, se concluye que el embarazo proviene de un incesto, de un abuso sexual o inclusive de una violación y lo transforma aún más en una situación negativa o no deseada.
Según la doctora Chapman, en muchos casos estos embarazos terminan en un aborto o en un trauma psicológico que sufre la adolescente. “En otros casos, la preñez es el fruto de una relación genuina, basada en el amor, y es aceptado por la pareja con responsabilidad y alegría”, distinguió la profesional.
Diferentes criterios
Muchos modelos de prevención del embarazo adolescente han sido probados en el mundo entero, con diferentes grados de éxito. Algunos de ellos abogan por la abstinencia, procurando el aplazamiento del inicio de los contactos sexuales hasta que la persona sea madura y suficientemente diestra para manejar la actividad sexual, sin riesgo de embarazos no deseados.
Otros consideran que el adolescente puede mantener relaciones sexuales a partir del momento en que desee hacerlo y, por lo tanto, debe contar con información suficiente sobre su cuerpo y sobre los métodos anticonceptivos.
Doble prevención
En cualquiera de estos casos, la opción por los valores del amor responsable y el respeto por la vida nueva que puede engendrarse será el núcleo de la prevención, no sólo del embarazo adolescente sino de numerosas patologías de transmisión sexual, entre las cuales han tomado importancia relevante en nuestros tiempos el HIV /sida y la hepatitis B.
La doctora Chapman proporcionó un cuadro de doble entrada que refleja la situación de nuestra provincia en cada departamento. Los más importantes parecen ser los indicadores 5 y 6, en los que se pueden apreciar los porcentajes de nacimientos de embarazadas menores de 15 años (indicador 5) y menores de 20 años (indicador 6) en Tucumán.
Escuela: Colegio salesiano Tulio García Fernández
Año: Primero Polimodal
Sección: A
Turno: Mañana
Asignatura: Comunicación
Profesor: Ricardo Bocos
Localidad: San Miguel de Tucumán
Dirección de la escuela: Avenida Mitre 312
Teléfono: 0381-4330978
Mail: ead_gustavo@yahoo. com.ar
Eliana vivió su soledad
Tiene 15 años y en sus ojos se refleja una mezcla de tristeza y alegría mientras mira al pequeño hijo de tres meses que acuna entre sus brazos. Su historia es similar a la de otras tantas adolescentes desorientadas y confundidas.
Cuando se enteró de que estaba embarazada trató de ocultarlo a su familia. Cuando se hizo evidente, todo se derrumbó a su alrededor. Su novio se alejó y su familia trató de hacerla abortar. El avanzado estado del embarazo no lo permitió. Fue así como llegó a la Maternidad Nuestra Señora de La Merced, con la decisión familiar de entregar a su hijo en adopción. Al momento del nacimiento las cosas se complicaron y terminó en cesárea. La internación del bebé permitió a Eliana acercarse a su hijo y todos los sentimientos contenidos salieron. Luchó y luchó contra la disposición familiar, hasta lograr quedarse con su bebé. Ahora vive con sus padres, que empezaron a ayudarla, y su novio ha regresado.
Limitaciones de un sistema
Karina, otra adolescente tucumana, contó su historia: “Tuve a mi hijo a los 16 años, fue con mi novio, quien actualmente es mi marido. No fue algo esperado. No es por echarles la culpa a los Caps (Centros de Atención Primaria de Salud), pero cuando fui a buscar los métodos anticonceptivos y a saber sobre los cuidados que tenía que tener, me dijeron que volviera con mis padres. Cuando estaba por parir, en la Maternidad Nuestra Señora de La Merced, había sobrepoblación de madres embarazadas, de distintas edades, lo que me asustó mucho. Pero fui muy bien atendida todo el tiempo. Al tener a mi hijo no se me cruzó por la cabeza darlo en adopción. Ni siquiera pensé en el aborto como último recurso”.
Karina apenas dio su nombre en la puerta del Caps “República de Italia”, porque sólo quería que se conociera su historia. Con voz firme y segura prosiguió hablando: “Al enterarme de mi embarazo dejé la escuela, por miedo a los reproches y a la vergüenza. Ahora estoy trabajando como doméstica y por las noches asisto a la Escuela Miguel Lillo para proseguir mis estudios”, dijo la joven, que despierta admiración por su fuerza de voluntad y por su deseo de autosuperación.
Encuestas en Tucumán.
Evelina Chapman es pediatra, epidemióloga, y se encargó de la encuesta de embarazo adolescente en Tucumán. Explicó que los jóvenes son el sector más vulnerable en los embarazos no deseados. No podemos decir que esto sea culpa de ellos -afirmó-. Es una responsabilidad que nos compete a todos. Hay hospitales que en lugar de celebrar que los chicos tengan interés en cuidarse, los mandan a sus casas con sus padres. Los adolescentes no piden permiso para iniciarse sexualmente”.
La edad promedio del primer embarazo es de 16 años y medio. El sentir vergüenza de ir a la escuela o el temor a la discriminación fueron el motivo de abandono escolar, según lo mencionado por la mitad de las adolescentes encuestadas. En Tucumán, varias de las consultadas cursaban sus estudios en un establecimiento secundario dependiente de la Universidad Nacional de Tucumán, donde directamente las “invitaron a dejarlo” por que “dan un mal ejemplo”. Sólo 4 de cada 10 chicas continuó con sus estudios hasta el final del embarazo.
La temprana madurez
La doctora Chapman comentó: “Algunos informantes coinciden en que uno de los mayores problemas de los adolescentes es la temprana madurez, la soledad en la que crecen y la disfuncionalidad familiar en la que viven. Son factores que favorecen no solamente el embarazo, sino también las adicciones y la violencia”.
Mientras mostraba los resultados de la encuesta, la médica se cuestionó: “¿Qué proyectos se pueden construir en esta etapa de la vida, cuando la mayoría de los niños y jóvenes son pobres; y, el 70% de las adolescentes que encuesté no estudiaba al momento de quedar embarazadas y el 50% no estudiaba ni trabajaba?”.
Más de un tercio de las madres encuestadas, que tienen entre 15 y 19 años, dijeron que buscaron quedar embarazadas porque creen que su hijo es lo único que van a tener en la vida.
En general, cuando se habla del embarazo adolescente se piensa en las consecuencias que tiene para la joven mamá, olvidando que el niño por nacer no sólo tiene una madre sino también un padre. No siempre el padre es un adolescente, sino que muchas veces son hombres adultos. En muchos casos, son parientes sanguíneos o políticos de la joven. Si se analiza la situación, se concluye que el embarazo proviene de un incesto, de un abuso sexual o inclusive de una violación y lo transforma aún más en una situación negativa o no deseada.
Según la doctora Chapman, en muchos casos estos embarazos terminan en un aborto o en un trauma psicológico que sufre la adolescente. “En otros casos, la preñez es el fruto de una relación genuina, basada en el amor, y es aceptado por la pareja con responsabilidad y alegría”, distinguió la profesional.
Diferentes criterios
Muchos modelos de prevención del embarazo adolescente han sido probados en el mundo entero, con diferentes grados de éxito. Algunos de ellos abogan por la abstinencia, procurando el aplazamiento del inicio de los contactos sexuales hasta que la persona sea madura y suficientemente diestra para manejar la actividad sexual, sin riesgo de embarazos no deseados.
Otros consideran que el adolescente puede mantener relaciones sexuales a partir del momento en que desee hacerlo y, por lo tanto, debe contar con información suficiente sobre su cuerpo y sobre los métodos anticonceptivos.
Doble prevención
En cualquiera de estos casos, la opción por los valores del amor responsable y el respeto por la vida nueva que puede engendrarse será el núcleo de la prevención, no sólo del embarazo adolescente sino de numerosas patologías de transmisión sexual, entre las cuales han tomado importancia relevante en nuestros tiempos el HIV /sida y la hepatitis B.
La doctora Chapman proporcionó un cuadro de doble entrada que refleja la situación de nuestra provincia en cada departamento. Los más importantes parecen ser los indicadores 5 y 6, en los que se pueden apreciar los porcentajes de nacimientos de embarazadas menores de 15 años (indicador 5) y menores de 20 años (indicador 6) en Tucumán.
Categoría: investigación periodística
Provincia: TucumánEscuela: Colegio salesiano Tulio García Fernández
Año: Primero Polimodal
Sección: A
Turno: Mañana
Asignatura: Comunicación
Profesor: Ricardo Bocos
Localidad: San Miguel de Tucumán
Dirección de la escuela: Avenida Mitre 312
Teléfono: 0381-4330978
Mail: ead_gustavo@yahoo. com.ar
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