Buscan optimizar el control de las orugas

Buscan optimizar el control de las orugas

En la Universidad Nacional de Tucumán se desarrolló un protocolo de identificación, a campo, de la presencia de plagas. Los insecticidas no siempre rinden lo esperado.

DEFENSA. Los investigadores estudian cómo proteger los cultivos. ARCHIVO LA GACETA DEFENSA. Los investigadores estudian cómo proteger los cultivos. ARCHIVO LA GACETA
31 Agosto 2007
Las aplicaciones de insecticidas durante las últimas campañas de soja no tuvieron la efectividad esperada. El control exitoso de plagas está dado por la interacción de un conjunto de factores: condiciones climáticas, tecnología de aplicación, comportamiento de las plagas, etc, lo que hace más complejo el análisis. Por ello, cada uno de éstos factores fue medido y evaluado para determinar su mayor o menor incidencia, sostuvo en su disertación Eugenia Castro.
Ante estos factores se desarrolló un proyecto de investigación bajo condiciones reales de aplicación, comentó. Uno de los principales objetivos que se persigue es poder detectar los parámetros de mayor incidencia en las aplicaciones, luego comparar las respuestas de los tratamientos, mejorar la utilización de los recursos disponibles, remarcar discrepancias de los conceptos preadquiridos y, finalmente, proporcionar información que ayude en la toma de decisión.
Los parámetros estudiados fueron medidos a campo en  lotes situados en distintas localidades de Tucumán y provincias vecinas, pertenecientes a miembros del CREA Los Pereyra. Se realizaron monitoreos de lotes con paño horizontal, previo a la aplicación y posterior a la misma, luego de un tiempo prudencial, según el modo de acción (Contacto, Ingestión, inhalación, etc.) que así lo requiera el producto. El registro de plagas se hizo en forma individual, y en su evaluación posterior se determino la eficiencia por especie, tamaño y por complejo de orugas.
En el trabajo se hizo referencia a los “lepidópteros”, que son las plagas más abundantes en soja, pertenecientes a la especie Anticarsia gemmatalis y a las orugas semimedidoras (Rachiplusia nu y Pseudoplusia includens). Durante la campaña se recolectaron muestras que fueron llevadas al Instituto Miguel Lillo perteneciente a la UNT donde Fernando Navarro (investigador del Conicet y de la Facultad de Ciencias Naturales) determinó la presencia de ambas especies en laboratorio, y a partir de estos datos desarrolló un protocolo de identificación a campo.
Esta nueva especie de “oruga plaga” presente en nuestra zona, es citada en numerosos países con un grado de tolerancia a insecticidas convencionales mayores que las dosis para otras orugas desfoliadoras. La determinación del Indice de Area Foliar (IAF), está basada en el Método del Aro, extrayendo hoja por hoja de un metro lineal de cultivo y cubriendo cuidadosamente los espacios de un aro de 0.25 m”. de superficie. Simultáneamente se pesó el contenido en hojas de cada aro, y del total, con una balanza de precisión.