Se les escapó el oro de las manos

Se les escapó el oro de las manos

Argentina cosechó la medalla de plata, al caer en la final de handball con Brasil.

IMPOTENCIA. Civelli mira el piso; Torres lo hace para otro lado; García se seca las lágrimas; y La Rosa tampoco encuentra consuelo por la derrota.REUTERS IMPOTENCIA. Civelli mira el piso; Torres lo hace para otro lado; García se seca las lágrimas; y La Rosa tampoco encuentra consuelo por la derrota.REUTERS
23 Julio 2007
RIO DE JANEIRO.- "En este momento no pienso en la medalla de plata. Pienso que perdí la de oro y el pasaje a los Juegos Olímpicos y nada más", se lamentó Damián Migueles. Argentina cayó en la final de handball ante Brasil por 30 a 22. El título se le escapó de las manos y subió al segundo escalón del podio, pero la sensación que le quedó al arquero Matías Schultz fue la de marcharse con las manos vacías. "Tuvimos que remar el partido desde atrás. Nos pusimos a dos goles y nunca los alcanzamos. Es un momento muy duro", lamentó.
El equipo anfitrión fue muy superior desde el arranque y hasta el final, con un arquero que atajó todo lo que le tiraron: Maik Santos, y con Bruno Souza, que sacó la cara por el equipo en los momentos clave.
Ambos comenzaron con muchos nervios, tensión e inseguridad, porque tenían en claro que lo más importante en juego no era la medalla de oro, sino la clasificación olímpica. Argentina arrancó con imprecisiones, sin lastimar por los extremos y con Bruno Civelli bien marcado. Brasil no dio ventajas en defensa, jugó pases seguros y se fue al descanso con un 11 a 6 a su favor.
En la reanudación, Civelli, fue imparable con sus lanzamientos desde nueve metros, y a él se sumó Facundo Torres, que empezó a lastimar desde el extremo izquierdo.
Argentina se acercó a dos puntos, y el duelo se puso gol a gol, con mucha tensión que se reflejó en el silencio de los casi 2.500 simpatizantes brasileños y con el aliento de la hinchada argentina, entre las que se encontraban Las Leonas. Pero el arquero, Santos bajó le bajó la persiana al arco y Souza, con un par de goles, puso las cosas en orden para que Brasil festejara al ritmo de samba. (Télam-Especial)