Medirá ganancias y pérdidas

Medirá ganancias y pérdidas

Punto de vista II. Por Uriel Salamon - Politólogo y Director de Contenidos de la consultora Solcom.

03 Junio 2007
Hoy las elecciones para elegir jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires representarán una instancia clave de cara a los comicios nacionales de octubre y, más allá del resultado, se medirán costos políticos.
Si bien, las principales encuestas coinciden en que ningún candidato alcanzará el 50% necesario para evitar el ballotage, los guarismos que se comiencen a conocer aproximadamente a partir de las 19 horas darán el puntapié inicial a algunas cuestiones. Como la situación que se evidenciará el 24 de junio en la segunda vuelta, escenario en el cual Mauricio Macri ya tiene reservado su lugar, ya que lidera con amplitud las encuestas de intención de voto.
Los otros vértices del triangulo de esta competencia a dirimirse en el mes siguiente son: el actual jefe de gobierno Jorge Telerman y el ministro de educación y candidato oficialista, Daniel Filmus. Esta carrera por el lugar en el ballotage se remite hoy a una definición que nos da el turf, "cabeza a cabeza", aunque dado el tenor que ha tomado la campaña en las últimas semanas parece más de boxeo, "golpe por golpe". Denuncias cruzadas, guerra de afiches y todos los elementos que integran una campaña sucia han llevado a que hoy el rival de Macri sea una incógnita.
El Gobierno nacional también es responsable de ello, por consentir el claro enfrentamiento entre el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, con Jorge Telerman, a quien responsabiliza de la caída de Aníbal Ibarra, su cuñado y ficha política jugada por el actual titular del PJ porteño.
Si bien la derrota para el oficialismo puede ser previsible en un distrito históricamente esquivo para el justicialismo, destino al que no escapó Kirchner, ya que fue tercero en las presidenciales de 2003, al igual que su lista de diputados nacionales en el 2005, si Filmus no llega al ballotage la situación para el Goobierno será compleja, más allá del resultado. Un triunfo de Macri podría fortalecer el perfil de opositor del líder del PRO y de esta forma indirectamente a Roberto Lavagna en octubre. Y si en cambio gana Telerman, se fortalece el perfil de Elisa Carrió, que más allá de no tener posibilidades reales de alcanzar la Presidencia, se convertiría en una espina molesta durante la campaña donde explotará al máximo su estrategia de denuncias de corrupción.

Costos políticos
Desde una mirada analítica se puede entender la génesis del planteo sobre los costos políticos: El incómodo precio que deberá pagar Alberto Fernández si el kirchnerismo es derrotado otra vez o el balance en términos de ganancia-pérdida que deberá hacer Telerman por su acuerdo con Carrió y viceversa. En este contexto es Macri quien mantiene sus cuentas en orden, pero su proyección política podría quedar en saldo deudor si es derrotado en el ballotage. Por ello, los operadores políticos estarán atentos a los resultados y en base a ellos determinar si suman en el debe o en el haber. (Especial para LA GACETA)