El hambre de gol jamás se extingue

Con 23 años sobre sus espaldas, Luis Rueda veía, desde su San Rafael natal, la posibilidad de retirarse con toda la gloria de Sportivo Pedal Club, institución en la que había sido goleador durante tres temporadas consecutivas, y en la que compartía emociones junto a su hermano, Ariel. Cansado de romper las redes de la liga cuyana, había decidido colgar los botines para dedicarse a la Educación Física. "A los 23 ya no podía pedir nada, creo que a esa edad muchos jugadores están consolidados en Primera o bien son transferidos al exterior", recordó con nostalgia el nuevo as de San Martín.
Pero como en toda historia digna de ser contada, la "rueda" del destino cambió el panorama de Luis. San Martín de Mendoza había puesto sus ojos en él. Llegaron los goles, las odas al conquistador y una nueva transferencia que, en definitiva, le cambiaría la vida para siempre.
El destino: Salta; la institución: Gimnasia y Tiro. Allí no sólo deleitó a la afición "millonaria", sino que conoció al amor de su vida, Eleonora (ver aparte), justo un mes antes de ser transferido al Extremadura español.
Del viejo continente se mudó a Córdoba, donde vistió los colores de Belgrano y de Talleres. Sus goles y buenas actuaciones motivaron su llegada al Racing campeón de Reinaldo Merlo. "No jugué mucho, pero tengo un recuerdo muy grande de lo que fue el título que conseguimos", admitió Rueda, mientras aclaraba el porqué de su escasa pero efectiva participación en la "academia". "Primero, fui muy importante para el equipo. Después, en el torneo que ganamos, algunas diferencias ideológicas con Merlo derivaron en mi poca participación", reconoció. El destino de este trotamundos no finalizó allí. Cambió Avellaneda por La Plata; luego, La ciudad de las diagonales por Bahía Blanca, y a continuación pasó a Universidad Católica, de Chile.
Pero un día, Rueda recaló en La Ciudadela... "Estaba en Salta esperando una propuesta de la U. Las negociaciones iban bien, pero debíamos esperar un poco, ya que el club está superando una especie de quiebra. En ese momento, me llamó Roberto Dilascio y la idea me entusiasmó. Más aún cuando vi el partido que San Martín jugó contra Talleres. Me acuerdo que lo estábamos viendo con mi mujer y le dije: ?mirá lo que es esto?. Al otro día, podría decir que ya era de jugador del club", señaló, alegre.
Ni bien pisó Tucumán, Rueda comenzó a construir un idilio con la afición de Bolívar y Pellegrini. Sus goles en los amistosos con Famaillá, Sportivo Guzmán y Central Norte, de Salta, fueron el aval de esta relación.
Hoy, a pocas horas del debut contra Plantese, por la primera fecha de la "B" Nacional, la gente querrá seguir festejando los goles del "Cóndor".
"Estoy un poco ansioso, sí, pero no me desvelo pensando que debo entrar a la cancha y anotar rápido. El gol es una consecuencia del juego del equipo. Confío en que todo va a salir bien", pidió.
¿Cómo canalizan los nervios? "Estamos ansiosos y un poco apurados. Ojalá que el apuro no se traduzca en la cancha y llegue un gol temprano", pidió
Con vasta experiencia en el rubro, Rueda es un referente del plantel y para los chicos que recién están haciendo sus primeros pasos en la Primera del club. "Trato de predicar con el ejemplo, en cómo uno trabaja y en la seriedad que pone en cada partido y durante la semana. Así me lo enseñaron mis padres", finalizó.

A LAS 19.30

SAN MARTIN: Javier Lavallén, Luciano González; Juan Monge y Mario Vera; Lucas Oviedo, Leandro Avila, Sergio Oga y Fernando Cravero; Cristian Zárate; Matías Saad y Luis Rueda.
DT: Carlos Roldán.

PLATENSE: Pablo Campodónico; Gonzalo Torres, Angel Puertas, Osvaldo Barsottini y David Charles Pérez; Juan Mercier, Ramón Rojas y Jorge Ribolzi; Juan Casado; Mauricio Ferradas y Uriel Pérez.
DT: Javier Baena.

Arbitro: Ariel González.
Estadio: La Ciudadela.



El partido de esta tarde entre San Martín y Platense, por la primera fecha de la "B" Nacional, estuvo a punto de postergarse. El aeropuerto "Teniente Benjamín Matienzo" canceló sus actividades a raíz de problemas operativos, en los que la lluvia tuvo mucho que ver. El plantel "calamar" abordó un vuelo hasta Santiago del Estero, y desde allí se trasladó en ómibus a Tucumán. El grupo llegó a la medianoche, y de inmediato se instaló en el albergue de Central Norte.
Durante la tarde, insistentes versiones indicaban, desde Buenos Aires, que los dirigentes de Platense no estaban dispuestos a presentar el equipo, por el escaso tiempo de descanso que tendrían. Al parecer, mientras el plantel permanecía varado en el Aeroparque porteño, la intención era mandar a los jugadores a sus casas. No obstante, desde la AFA llegó la orden: debían subirse al avión y efectuar la conexión terrestre Santiago-Tucumán.
San Martín está acostumbrado a esta clase de contratiempos. En el torneo Apertura, por ejemplo, debió jugar con la CAI después de un viaje extenuante, que se complicó por problemas con los vuelos.
Más allá de estas circunstancias, habrá que ver cómo responde el campo de La Ciudadela si la intensa lluvia sigue en las próximas horas.
En lo que se refiere a la actividad del "santo", el plantel trabajó en el gimnasio por la manaña, mientras que a la tarde el grupo quedó concentrado en la pensión del club.