MIRADA DOCUMENTAL. Mariela, la madre de Paola Tacacho, fue grabada por Paula Scarzo.
Recordar a Paola Tacacho es construir conciencia. La joven asesinada hace cinco años por Mauricio Parada Parejas es ejemplo de cómo la inacción judicial no es una simple omisión, sino que termina siendo responsable del femicidio. Un juez destituido (Francisco Pisa) y una condena contra el Estado por no haber arbitrado una protección adecuada de la víctima lo confirman.
Hoy se estrena en privado y mañana y pasado se pasará gratis a público (en el cine Atlas de Monteagudo 250, a las 20) el documental “22 veces Paola Tacacho”, que reconstruye la historia de quien denunció a su asesino por acoso en más de una veintena de oportunidades en tribunales. El objetivo es “transformar el dolor en memoria y lucha colectiva”, según adelanta la directora Paula Scarso, coescritora del guión junto a Lucía Palenzuela y Milagro Mariona. En diálogo con LA GACETA, Scarzo y Mariona admiten que la realidad supera la ficción, lo que impone repensar las fronteras narrativas.
- Muchos casos de violencia de género son prevenibles, pero pocos tan evitables como el de Paola...
- (Paula Scarzo-PS): se pueden prevenir mediante políticas de Estado que se cumplan efectivamente, lo que no siempre sucede porque no se realizan bien las tareas o no se actúa con perspectiva de género. Es muy importante capacitar en violencia de género con la Ley Micaela, no sólo dentro de los tres poderes sino también a toda la sociedad. Esta problemática de larga data nos compete a todas y todos. En esta historia influyó bastante el vínculo que tenía la familia del femicida con el poder político, por eso las actuaciones fueron ineficaces e insuficientes. Recordemos los femicidios de Yamila Musa, Melina Díaz, Milagro y Benicio y tantos más en los que no hubo una condena y los asesinos siguen “sueltos por ahí”. Es terrible.
- (Milagro Mariona-MM): El caso de Paola es una muestra brutal de las complicidades del poder y de la falta de perspectiva de género en la Justicia. Hizo 22 denuncias y nadie la escuchó. Todos los funcionarios judiciales le restaron importancia a la violencia sistemática que sufría; el sistema funciona tan mal que las causas no se unificaban y quedaban dispersas y no se podía ver el patrón sistemático del acoso que sufrió durante cinco años. Sumado a la negligencia, existe complicidad entre el poder político, el Judicial y las personas poderosas. Su familia tuvo que ponerse a investigar, a reconstruir lo que el Estado no quiso hacer. Desde el movimiento feminista acompañamos esa búsqueda, porque su caso expone con claridad cómo la impunidad se sostiene por redes de complicidad. La violencia machista mata.
- ¿Sirve de algo la destitución de Pisa y la condena a la propia Justicia?
- PS: Por supuesto. Son antecedentes importantes. Ojalá se retomara la causa contra los cinco fiscales que tuvieron participación. Es lamentable que los procesos sean tan lentos y engorrosos porque es una problemática que sigue existiendo.
- MM: Sirven, claro que sí. Pero no será suficiente hasta que realmente no haya una reconfiguración del Poder Judicial, que es machista, clasista y racista. Todos los días nos llegan casos de injusticias y pedidos de acompañamiento. Todavía hay responsables de la negligencia que llevó a Paola a la muerte sin ningún tipo de sanción.
- ¿Cómo se combate la impunidad?
- MM: Con organización, lucha feminista articulada y la fuerza colectiva de quienes no nos callamos. Se combate cuando las familias, las compañeras y los movimientos sostenemos la memoria y exigimos justicia. Este documental también es parte de esa pelea: es una herramienta para visibilizar, incomodar y decir que no vamos a aceptar más silencio ni encubrimiento. Contar esta historia es una forma de seguir luchando contra la impunidad.
- PS: Es fundamental presionar para que la Justicia sea eficaz y real; para que se cumplan las leyes. Es importante que el sistema mejore, respetando su independencia, capacitando a jueces y fiscales, realizando investigaciones de manera eficaz, fortaleciendo los mecanismos de denuncia, protegiendo realmente a los denunciantes y promoviendo la participación ciudadana y la educación en derechos humanos.
- ¿Lo colectivo y la movilización es la principal arma que se tiene?
- MM: Sí, y el ejemplo son los crímenes que marcaron la provincia, como los de Paulina, Marita, Belén, Lucía y tantos otros que se inscriben en esta misma genealogía.
- PS: También es importante el conocimiento y mantener viva la memoria.
- ¿Cuántas más Tacacho hay?
- PS: Montones en la provincia y en el país. Si el Estado niega la problemática de la violencia de género y no actúa como debe, lamentablemente seguirá habiendo más.
- MM: Una mujer muere cada 30 horas en la Argentina. En estos cinco años desde su crimen, fueron más de 1.200 las víctimas de femicidios, muchas de ellas con denuncias previas, botones antipánico, orden de restricción de acercamiento en la mano... Sin embargo, hay funcionarios que siguen negando la violencia de género; por ello, no podemos pensar en soluciones colectivas para abordarlo y mucho menos prevenirlo. Después de lo que le pasó a Paola, otras mujeres denunciaron situaciones similares.
- ¿Qué descubriste de la vida de Paola que no conocías?
- MM: Todo el amor que la rodeaba, sus sueños. Era una luchadora, al igual que su familia, sobre todo su mamá Mariela. Una de sus compañeras nos dijo: “Paola luchaba por vivir”. Nosotras vamos a seguir luchando para mantener viva su memoria.
- PS: La fascinación por descubrir el mundo. El amor que irradiaba. La perseverancia en su lucha diaria, a pesar de las dificultades. Su fortaleza y su paciencia. Fue excepcional, fascinante, respetuosa, llena de luz y amor. La familia Tacacho es un símbolo de unión, amor y lucha.
- ¿Qué les permitió entender haber contado su historia?
- PS: Que las luchas son necesarias, que juntas somos más fuertes. Que hay mucha mierda suelta y personas ocupando cargos que les quedan demasiado grandes y para los cuales no están capacitadas. Es fundamental tener empatía y respeto.
- MM: El poder de lo colectivo. Pero sigo llena de impotencia y bronca. Ojalá logremos transformar algo de la realidad con el documental.









