Con los tucumanos Carreras, Albornoz y García, Los Pumas vencen a All Blacks en casa
Hubo que esperar demasiado para que ese instante llegara. Pasaron derrotas, frustraciones y hasta victorias épicas en otras tierras. Pero el 23 de agosto de 2025, en un José Amalfitani colmado, Los Pumas lograron lo que parecía un sueño aplazado: derrotar por primera vez a los All Blacks en Argentina, la cuarta vez en la historia que el seleccionado albiceleste venció a los hombres de negro. El marcador final fue 29-23.
El comienzo fue vertiginoso. Apenas a los dos minutos, el tucumano Tomás Albornoz abrió el marcador con un penal certero que levantó a las 31.221 almas presentes en Vélez. Nueva Zelanda respondió rápido, con la puntería de Beauden Barrett, y todo volvió a estar igualado.
El primer golpe amargo llegó pronto: Albornoz sufrió un golpe en la mano izquierda y debió dejar la cancha a los 14 minutos. Santiago Carreras tomó su lugar y, desde entonces, la historia empezó a escribirse con otros protagonistas.
Los All Blacks, fieles a su estilo, castigaron con tries. Billy Proctor y Fletcher Newell pusieron en aprietos a la defensa argentina, aunque los fallos de Barrett en las conversiones mantuvieron vivo al equipo de Felipe Contepomi. Y entonces apareció Mateo Carreras. El tucumano quebró por la derecha y apoyó el primer try argentino, convertido luego por su tocayo cordobés, Santiago. A los 32 minutos el partido estaba otra vez igualado.
El primer tiempo se cerró con un ida y vuelta frenético. Juan Martín González rozó el in-goal, Bautista Delguy acarició la gloria en otra corrida colectiva, pero la pelota se le escapó de las manos. El tablero marcaba 13-13 y una tensión que podía cortarse con un cuchillo.
El segundo tiempo trajo cambios y certezas. Contepomi movió el banco: entraron Guido Petti, Marcos Kremer y Nahuel Tetaz Chaparro, que jugaba su último partido con la camiseta celeste y blanca, en un cierre consagratorio de su carrera. Desde los pies de Santiago Carreras llegaron primero la ventaja (16-13) y después la ampliación, con un penal desde larga distancia que puso el 19-13.
El golpe de autoridad llegó a los 58 minutos. Una jugada confusa, de empuje y convicción, terminó con Gonzalo García, un tucumano más, apoyando la pelota en el in-goal. Fue su primer try con Los Pumas, y la conversión de Carreras estiró la diferencia a 26-13. El José Amalfitani explotó y, esos años de espera, fueron un solo grito de desahogo.
Pero nada frente a Nueva Zelanda es sencillo. Los All Blacks aprovecharon los espacios y acortaron distancias. El marcador se puso 26-20 y el final se volvió infartante. Los argentinos resistieron, defendieron con el alma, se multiplicaron en cada tackle. Y cuando faltaban siete minutos, llegó el último alivio: un nuevo penal de Santiago Carreras, implacable en la ejecución, dejó las cosas 29-20.
El descuento neozelandés en los instantes finales no alcanzó para arrebatarles la victoria. El pitazo final desató una celebración con lágrimas y abrazos.
El estadio fue testigo de una página que quedará escrita en la historia: por primera vez, Los Pumas vencieron a los All Blacks en Argentina. En casa. En un escenario que guarda la memoria de tantas batallas, el rugby argentino se regaló una noche eterna.






