Elecciones presidenciales en Bolivia: la crisis económica y la inflación, los ejes que podrían debilitar al oficialismo por primera vez en dos décadas
En las encuestas, Jorge Quiroga figura como el candidato con mayor intención de voto, por delante de Samuel Doria Medina y del oficialista Andrónico Rodríguez.
EN LAS URNAS. Miles de bolivianos definirán hoy al nuevo presidente, con el MAS relegado en las encuentas. FOTO TOMADA DE INFOBAE.COM
Más de 7,5 millones de ciudadanos bolivianos están habilitados para las votaciones presidenciales de este domingo, que marcarán un antes y un después en el país, tras dos décadas de gobiernos del MAS. En las urnas también se podrá elegir a 36 senadores y a 130 diputados, en unos comicios atravesados por un contexto social y económico crítico: escasez de dólares, falta de combustibles y una inflación que ronda el 25%.
En las calles de La Paz, Cochabamba y Santa Cruz, el ambiente electoral convive con la preocupación por la crisis económica. La población, que en la última década vivió un auge gracias al precio de las materias primas, enfrenta ahora dificultades cotidianas que han erosionado la confianza en el oficialismo. Analistas advierten que el desgaste económico es uno de los factores decisivos en estos comicios.
¿Qué dicen las encuestas sobre las elecciones presidenciales en Bolivia?
Las encuestas previas a los comicios anticipaban un escenario inédito. Los reportes de consultoras privadas apuntan a una segunda vuelta, con el Movimiento al Socialismo (MAS) relegado, posiblemente, al tercer lugar. Aunque los sondeos en ese país suelen tener amplios márgenes de error.
Pero de acuerdo con esos resultados, AtlasIntel posicionó al ex presidente conservador Jorge Quiroga, como el candidato con mayor intención de voto, con un 22,3%. En segundo lugar aparece el empresario de centroderecha Samuel Doria Medina, con un 18%. Por su parte, el aspirante oficialista Andrónico Rodríguez, figura relegado con apenas un 11,4%, incluso por debajo de los votos en blanco y nulos.
Estos resultados reflejan no solo un debilitamiento del MAS, sino también el resurgir de liderazgos conservadores y liberales que hasta hace algunos años parecían sin chances de disputar el poder. Para los expertos, el escenario representa “el fin de una era”. La propia proyección electoral indica que de confirmarse esta tendencia, sería la primera vez en 20 años que el MAS no supera el 50% en primera vuelta, marcando un punto de inflexión.









