
. (Foto: iprogressman)

La relación entre actividad física y pérdida de peso es un tema recurrente en salud, pero ahora la ciencia ha precisado un dato clave: existe un umbral mínimo de ejercicio semanal para que el entrenamiento sea realmente efectivo en la reducción de grasa corporal y cintura.
Un reciente estudio publicado en JAMA Network Open, basado en la revisión de 116 ensayos clínicos, comprobó que menos de 30 minutos de ejercicio a la semana solo generan reducciones mínimas en el peso, la grasa abdominal y el perímetro de cintura. Para obtener resultados apreciables, los investigadores señalan que es necesario realizar al menos 150 minutos semanales de actividad física de intensidad moderada.
Este hallazgo coincide con lo establecido por el American College of Sport Medicine, que asegura que un plan de este tipo puede ayudar a perder entre dos y tres kilos al mes.
El contexto global del sobrepeso
La obesidad y el sobrepeso son problemas de salud pública a escala mundial. Según estimaciones publicadas en The Lancet, cerca del 50% de los adultos tienen algún grado de exceso de peso, lo que incrementa el riesgo de enfermedades crónicas. Los especialistas remarcan que la actividad física debe integrarse con una alimentación equilibrada, buen descanso y manejo del estrés para lograr resultados duraderos.
Constancia, paciencia y hábito
Bajar entre seis y nueve kilos en tres meses es considerado un avance notable, pero el proceso exige constancia y la creación de hábitos. Los expertos insisten en que la meta no es solo perder peso, sino mantener un estilo de vida activo en el tiempo.
El progreso debe respetar el ritmo de cada persona, evitando presiones que puedan derivar en abandono. La adherencia al ejercicio es tan importante como la intensidad: sin continuidad, los resultados tienden a revertirse.
Cardio y fuerza: la dupla ganadora
La combinación de entrenamiento cardiovascular y de fuerza es la fórmula más efectiva para adelgazar.
Cardio: quema calorías durante la sesión.
Fuerza: desarrolla masa muscular y mantiene alto el metabolismo incluso en reposo.
Esta estrategia no solo favorece la pérdida de peso, sino que mejora el ánimo, el sueño y la salud en general. La variedad de rutinas y la paciencia ante los obstáculos ayudan a sostener la motivación.
Moverse es indispensable
La Organización Mundial de la Salud subraya que la actividad física regular es clave para controlar el peso, mejorar la salud y reducir el riesgo de enfermedad. Adoptar este hábito no solo aporta beneficios estéticos, sino también una mejor calidad de vida y bienestar emocional.
En resumen: para adelgazar de forma efectiva, la ciencia marca un número claro —150 minutos semanales— y recuerda que la clave está en moverse, ser constante y combinar distintas rutinas para mantener el cuerpo y la mente en equilibrio.







