06 Agosto 2025
“Sin presupuesto, la ciencia tucumana se apaga”: la advertencia del INTI y Conicet frente a Casa de Gobierno
Frente a Casa de Gobierno, la habitual protesta de los jubilados de los miércoles sumó un nuevo reclamo: el de la ciencia y la tecnología. Delegados y trabajadores del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) y del Conicet en Tucumán se movilizaron para exigir la actualización del presupuesto, la continuidad de proyectos y frenar los recortes de personal dispuestos por el Gobierno nacional.
“El 8 de julio, el Presidente firmó un decreto que centraliza la organización del INTI bajo la órbita del Ministerio de Economía, de la Secretaría de Comercio e Industria, y además plantea un recorte del 30% de la planta de trabajadores. Esto hace imposible que cumplamos con nuestra misión: garantizar la calidad de vida de la gente a través de la seguridad de los productos industriales y el apoyo a las pymes de todo el país”, denunció a LA GACETA Sofía Jaimovich, delegada del INTI Tucumán.
La ingeniera explicó que en la provincia el organismo cuenta con un centro de desarrollo tecnológico que asiste a unas 30 pymes locales. “Trabajamos a pulmón, con recursos escasos y en articulación con universidades, el Conicet y el INTA. Pero la crisis golpea a todos: las empresas tienen cada vez más dificultades para afrontar incluso el pequeño canon que cobramos por asistencia tecnológica”, advirtió.
Jaimovich remarcó que el INTI cumple funciones estratégicas para la vida cotidiana: “Cuando cargás combustible y ves nuestro logo en el surtidor, tenés la garantía de que el Estado certifica que la medida es exacta. Lo mismo con toda la trazabilidad de los patrones de intercambio comercial. Sin presupuesto, esa protección al consumidor queda en riesgo”, alertó.
Fotos de la protesta de trabajadores del CONICET en plaza Independencia FOTO SANTIAGO GIMÉNEZ
En la manifestación también participó Silvia Lomáscolo, investigadora del Conicet, quien se refirió a la situación crítica del sistema científico nacional. “Estamos sin financiamiento para hacer investigación. Nuestros sueldos perdieron entre un 40 y un 50% de poder adquisitivo, y los proyectos que habían sido evaluados y aprobados se quedaron sin desembolsos. Hoy, los que no tienen subsidios internacionales están paralizados”.
Lomáscolo contó que en Tucumán, su equipo investiga la agricultura familiar como herramienta de soberanía alimentaria en los Valles. “El subsidio se cortó a la mitad, sin explicación. Antes la ciencia argentina se sostenía con fondos nacionales, ahora dependemos de aportes externos, que no siempre son accesibles”, dijo.
La investigadora aclaró que el ajuste también impacta en la incorporación de recursos humanos. “Hay 800 científicos y científicas que ya fueron evaluados y aceptados para ingresar al Conicet, pero no les dan el lugar. Son doctores formados con dinero público, que se están yendo del país porque no tienen dónde trabajar”, lamentó.
Ambas coincidieron en que el desfinanciamiento pone en riesgo la capacidad de la ciencia y la tecnología para dar respuestas a problemas locales y nacionales. “La gente tiene que entender que la ciencia es un derecho, y sin ciencia no hay desarrollo sostenible”, expresó Lomáscolo.
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