Los videojuegos podrían potenciar la inteligencia infantil, según un estudio internacional

Una investigación científica reveló que los chicos que juegan videojuegos con mayor frecuencia aumentan su coeficiente intelectual más que el promedio.

Los videojuegos podrían potenciar la inteligencia infantil, según un estudio internacional
05 Agosto 2025

Mientras padres y docentes siguen preocupados por la cantidad de tiempo que los chicos pasan frente a las pantallas, un nuevo estudio desafía esta percepción tradicional: jugar videojuegos podría tener efectos positivos en el desarrollo intelectual infantil.

Una investigación liderada por el Karolinska Institutet de Suecia, en colaboración con la Vrije Universiteit de Ámsterdam, concluyó que los menores que dedican más tiempo a los videojuegos aumentan su coeficiente intelectual (CI) más que el promedio. El trabajo fue publicado en la revista científica Scientific Reports y analizó el desarrollo cognitivo de más de 9.000 niños y niñas de entre 9 y 10 años en Estados Unidos.

Los investigadores comenzaron midiendo la inteligencia general de los participantes y registraron el tiempo que pasaban frente a pantallas, diferenciando entre videojuegos, televisión y redes sociales. Dos años después, repitieron las pruebas y los resultados sorprendieron incluso a los científicos: quienes jugaban videojuegos más de lo habitual aumentaron su CI en promedio 2,5 puntos más que el resto. En contraste, el uso de redes sociales o la televisión no tuvo impacto significativo, ni positivo ni negativo.

“El tiempo frente a pantallas, en general, no parece dañar las capacidades cognitivas”, explicó Torkel Klingberg, profesor de neurociencia cognitiva y uno de los autores del estudio. “Y los videojuegos, en particular, podrían tener un efecto positivo”, agregó.

El estudio refuerza una visión creciente en la comunidad científica: la inteligencia no es una capacidad fija, sino que puede desarrollarse a partir de estímulos adecuados del entorno. Según los autores, algunos videojuegos podrían entrenar habilidades como la memoria, la concentración y la resolución de problemas.

Sin embargo, los investigadores señalaron algunas limitaciones. Por ejemplo, el estudio no tuvo en cuenta otros factores relevantes como la calidad del sueño, el bienestar emocional o el rendimiento escolar. Además, no se diferenciaron los tipos de videojuegos utilizados, por lo que no se sabe cuáles podrían tener un mayor efecto positivo.

“Ahora queremos estudiar cómo estos efectos se relacionan con el desarrollo cerebral y qué otros factores del ambiente influyen en la inteligencia”, concluyó Klingberg.

Este estudio reabre el debate sobre el rol de la tecnología en la infancia, planteando una mirada más equilibrada y basada en evidencia científica, que podría llevar a reconsiderar ciertos prejuicios sobre el uso de videojuegos en los más chicos.

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