Este jueves por la noche Agustina Kämpfer fue la invitada estrella de “Otro día perdido”, el programa que recientemente estrenó Mario Pergolini. Aunque desde su adultez se la reconoce por su perfil “yogui”, demostró que sus habilidades de flexibilidad vienen desde mucho más chica.
Kämpfer tiene 44 años y una hermana menor. En el programa de Pergolini contó una curiosa historia familiar que terminó con una demostración sorprendente. A raíz de las clásicas peleas de hermanos, la periodista se vio obligada a desarrollar una peculiar capacidad para liberarse de los problemas con los pies.
La habilidad de Agustina Kämpfer con sus pies
“Vos de chica te peleabas”, afirmó Pergolini mientras Kämpfer hablaba de su infancia. “De los recontra pelos”, respondió. “Mi hermana, cuando me trababa las muñecas, yo me la sacaba de encima haciendo pinzas con los pies”, relató enseguida haciendo una especie de pinzas de cangrejo con las manos. También recordó que solía salir triunfal y que su estilo le recordaba al de la película “Kill Bill” de Tarantino.
A Pergolini la anécdota le causó demasiada intriga y Kämpfer redobló la apuesta contando que incluso ganó desafíos que le plantearon por usar los dedos de los pies. “Una vez me hicieron prender un fogón con…”, dijo y se interrumpió porque el conductor le mostró una caja de fósforos desafiándola. Sin vergüenza, la periodista aceptó el reto.
“Hay gente que te charla en la primera cita, de repente está aburrida y te dice: ‘Hago fuego con los dedos’”, se burló Pergolini. En tanto, Kämpfer se descalzaba de sus altos tacos para probar el largo de los fósforos, como si necesitara una medida justa. “Lo voy a ubicar bien porque, si no, de verdad me voy a prender fuego un dedo”, remató.
Enseguida se colocó un fósforo entre los dedos y la planta del pie, sujetándolo con fuerza; mientras, con el otro pie sostenía la caja en el piso. Sin vacilar y en pocos segundos, la periodista logró encender la pequeña llama. “¿Alguien fuma y quiere un pucho?”, consultó en el piso causando la risa de Pergolini.








