15 Julio 2025
Este miércoles la ex boxeadora Alejandra “Locomotora” Oliveras fue internada luego de sufrir una accidente cerebrovascular isquémico. Existen dos tipos de AC, de los cuales entre el 75 y el 90% corresponde al isquémico, originado por la falta de flujo sanguíneo en el cerebro.
A raíz del episodio, la entrenadora sufrió un síndrome confusional con pérdida de movilidad en la mitad izquierda de su cuerpo. Luego de una tomografía computada se le dio el mencionado diagnóstico. Cerca de 17 millones de personas son afectadas cada año por este cuadro que se constituye como una de las principales causas de discapacidad en la adultez.
¿Qué es un ACV isquémico y por qué se produce?
El ACV isquémico es más común que el ACV hemorrágico. Mientras este último se da por la ruptura de un vaso sanguíneo que permite la diseminación de sangre por el cerebro, el primero se da por un bloqueo de la irrigación sanguínea producto de la presencia de un coágulo. Al no pasar sangre al cerebro, en pocos minutos sus células empiezan a morir.
La principal causa de los ACV es la presión arterial alta, también asociada a hipertensión. Otros factores de riesgo son la frecuencia cardíaca irregular –fibrilación auricular–, diabetes, colesterol alto, obesidad e historial de accidentes cerebrovasculares previos. También tienen una mayor probabilidad de padecerlos los hombres mayores de 55 años.
El tabaquismo, consumo excesivo de alcohol, consumo de drogas, dieta alta en grasas, estrechamiento de las arterias y la ingesta de píldoras anticonceptivas también elevan las posibilidades de padecerlo. En las mujeres el riesgo incrementa durante el embarazo o las terapias de reemplazo hormonal.
Prevención de accidente cerebrovascular
La principal forma de prevenir los ACV es reducir los factores de riesgo. El Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades indica algunas medidas y estrategias para evitar y reducir riesgos de padecer un episodio isquémico o hemorrágico. Todos ellos tienen que ver con mantener un estilo de vida saludable.
- Elegir alimentos y bebidas saludables, incluir frutas y verduras frescas en las dietas, evitar las grasas saturadas y grasas trans, consumir fibras, limitar el uso de sal.
- Mantener un peso saludable que respete los niveles de índice de masa corporal.
- Dejar de fumar
- Reducir el consumo de alcohol: dos bebidas diarias para hombres, una bebida diaria para mujeres
- Realice controles periódicos que incluya análisis indicadores de niveles de colesterol y glucosa en sangre, así como también de presión arterial
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