Durante el XXVIII° Taller de Variedad y Manejo de Soja organizado por la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc), el técnico de la sección Granos de esa entidad Horacio Gómez se refirió al impacto de la fecha de siembra en el rendimiento y en la fenología de la soja en Tucumán. En especial, en el comportamiento de variedades GM IV en la región.
Durante la campaña 2024/2025 se evaluaron cuatro fechas de siembra (25/11, 9/12, 26/12 y 6/1) en combinación con variedades de soja de diferentes grupos de madurez (GM). Los resultados mostraron que las dos primeras fechas (25 de noviembre y 9 de diciembre) registraron los menores rendimientos, debido al efecto negativo de dos olas de calor ocurridas entre fines de febrero y principios de marzo, sumado a un prolongado período de estrés hídrico desde fines de diciembre. Estas condiciones coincidieron con la etapa reproductiva crítica del cultivo (R5), afectando el rendimiento.
En contraste, las siembras del 26 de diciembre y 6 de enero fueron las más favorables en esta campaña, ya que el período crítico del cultivo no coincidió con eventos extremos de calor. Además, los materiales de GM VI largo, VII y VII largo superaron en rendimiento a los de GM corto en todas las fechas evaluadas.
A partir de estos resultados, se recomienda evitar concentrar la siembra en una única fecha. La variabilidad climática entre campañas hace aconsejable diversificar las fechas y las variedades, para reducir riesgos y mejorar la estabilidad del sistema productivo.
Otro tema expuesto durante el taller fue la evaluación de variedades de soja de GM IV, experiencia llevada a cabo en cuatro localidades del NOA: Monte Redondo y Tacanas (Tucumán), Frías (Santiago del Estero) y Los Altos (Catamarca). El objetivo fue explorar su potencial de rendimiento y las ventajas agronómicas asociadas, como la liberación temprana de los lotes, mayor eficiencia en el uso del agua y la posibilidad de incorporar cultivos invernales.
Solo en Monte Redondo se hicieron ensayos; en el resto de las localidades se trató de experiencias de productores en sus lotes.
Los resultados obtenidos en Monte Redondo fueron alentadores: algunos materiales de GM IV alcanzaron rendimientos similares e incluso superiores al testigo de GM VI, con diferencias estadísticamente significativas. Este desempeño se mantuvo en ambos esquemas de siembra evaluados, tanto con espaciamiento entre hileras de 0,52 m como de 0,26 m.
Además del buen rendimiento, se destacó la ventaja de un ciclo notablemente más corto en las variedades GM IV. Mientras que los materiales de GM VI alcanzaron la madurez fisiológica en aproximadamente 137 días, los GM IV lo hicieron entre los 97 y 110 días. Esta diferencia permitió liberar los lotes entre 27 y 40 días antes, dando oportunidades para cultivos invernales o para avanzar a esquemas de intensificación productiva.
Otro aspecto relevante fue la eficiencia en el uso del agua. Las variedades de GM IV mostraron un mejor aprovechamiento del recurso, un rasgo clave en ambientes con restricciones de humedad o ante escenarios climáticos inciertos.
En síntesis, el uso de sojas de Grupo IV se presentaría como alternativa viable y estratégica para diversificar los sistemas productivos del NOA, con beneficios en rendimiento, uso del agua y flexibilidad en la planificación agrícola.
Estas disertaciones dan herramientas valiosas para la toma de decisiones agronómicas. En un contexto climático incierto, la diversificación de fechas y variedades, junto con la adopción de materiales de ciclo corto puede contribuir a mejorar la eficiencia, reducir riesgos y fortalecer la sostenibilidad de los sistemas productivos de soja en el NOA.







