Obtener una beca deportiva para ingresar a una universidad es algo que despierta cada vez más el interés de los jóvenes. Lo ven como un medio para mejorar en el deporte y recibir una educación de calidad, de acuerdo a la información proporcionada por una de las consultoras que más trabaja con argentinos; entre ellos, han asistido a varios tucumanos. No solo se buscan becas deportivas, sino también académicas y artísticas para colegios y universidades de USA, según el informe de GrupoISMC, que dirige a María Estela Cervini.
La mayoría de los interesados en irse a estudiar afuera suele obtener becas parciales, de hasta un 60 % y el 70% del costo total, incluyendo el estudio, el alojamiento, las comidas, el seguro médico y la actividad deportiva. Y no hace falta ser un crack en el deporte para aplicar una beca.
¿Se aprende más estudiando en el exterior? ¿Por qué está tan valorada esta experiencia?, le preguntamos a María Laura Colque, presidenta de la Fundación para el Desarrollo Profesional. “Hoy estudiar en el exterior está muy valorado en el ámbito laboral, no solo por las habilidades técnicas o el dominio de otros idiomas, sino por lo que representa a nivel humano y sistémico. Es una experiencia que muestra capacidad de adaptación, apertura cultural, autonomía y resiliencia. Son competencias cada vez más buscadas por las organizaciones, especialmente en contextos que requieren liderazgos flexibles y con mirada global. Hoy lo que más buscan las empresas es la adaptabilidad”, resalta.
Entre los jóvenes, es una experiencia anhelada porque implica un movimiento personal profundo. “Desde el NOA argentino, donde muchos jóvenes crecen en entornos más tradicionales y estudiar afuera representa una forma de expandir los propios límites, salir del sistema familiar con el impulso de crecer. Es una experiencia transformadora, que permite construir identidad desde otro lugar. Ds también una oportunidad para descubrir nuevos aspectos del propio ser, desarrollar recursos internos y fortalecer el carácter. No se trata solo de estudiar, sino de vivir una experiencia de transformación”, concluye.