FOTO LA GACETA / Osvaldo Ripoll.
La aparición de Libertad Avanza (LLA) en el plano puso en conflicto a la mayoría de las fuerzas de la provincia. A cuatro meses de las elecciones nacionales, los movimientos locales planifican mirando de reojo a los libertarios. Las distintas corrientes dentro del océano político se mueven y cambian a medida que lo hacen las circunstancias y algunos capitalizan mejor que otros los vaivenes. Y las modificaciones han sido muchas en estas últimas semanas. Esto obliga a los navegantes a recalcular las estrategias, los discursos y hasta las alianzas.
La discusión electoral quedó pausada en el ámbito local por lo que sucede en el país y en los armados en Buenos Aires, después de la detención de Cristina Fernández y la situación delicada de la economía, a partir de los indicadores sociales, cada vez más deteriorados.
El cronograma electoral, sin embargo, sigue avanzando hacia octubre. “Todo está tan raro y movido, que cada dos semanas hay que cambiar de plan de acción”, se quejó un dirigente reconocido de la oposición. Esa es la sensación general en la dirigencia de diversas vertientes. Pocos se animan hoy a vaticinar con seguridad lo que pasará, aún con sondeos y encuestas en mano.
Hay un factor que es gravitante en las dudas. El rendimiento del oficialismo nacional en las urnas fue una incógnita en cada distrito donde se celebraron contiendas provinciales o municipales durante este año y lo sigue siendo en las que no las hubo, como Tucumán. Aquí la puja será directamente en los comicios para la renovación del Congreso.
En términos muy generales, la mayoría de los dirigentes y de los consultores leen dos fenómenos que van de la mano: una fragmentación en los partidos y una tendencia a la polarización entre LLA y el PJ.
El panorama indica que la confusión atraviesa por momentos a los dos grandes espacios que prácticamente monopolizaban hasta no hace mucho el tablero local: el justicialismo y los ex Juntos por el Cambio (JxC).
La sensación en la dirigencia de esos sectores es que los únicos que no parecen desestabilizados son los libertarios. Les reprochan el actuar como si los problemas del país no fueran del Gobierno actual, sino exclusivamente de las gestiones anteriores.
La agenda de LLA en la provincia sigue sin inmutarse hacia los comicios. Con actos y pronunciamientos sobre lo que sucede en Tucumán. Las visitas del referente de Javier Milei en estas tierras, Lisandro Catalán, cada vez son más frecuentes y con jugadas resonantes. Este fin de semana, por ejemplo, vino y firmó un compromiso de que para las elecciones de intendente y concejales de la intervenida Juan Bautista Alberdi el partido no presentará acoples ni dobles candidaturas. No sólo eso, convocó a los otros a adherirse.
La otra parte de la oposición quedó sonrojada y en off side. No se les ocurrió, no fueron lo suficientemente veloces para adelantarse o, en el peor de los casos, quieren seguir usando ese sistema electoral.
La confusión en el PJ
Los últimos episodios que sucedieron en la provincia generaron zozobra en el peronismo oficialista. Las esquirlas políticas internas de la intervención de Alberdi, la situación financiera (y política) de Tafí Viejo, el robo del celular del gobernador, la situación de la industria y de fábricas han dado mucho que hablar puertas adentro. A esto se suma la interna latente y las versiones -confirmadas o desmentidas dependiendo de con quién se hable- sobre un posible acuerdo con el justicialismo antimilei.
En la Casa de Gobierno sostienen que es inviable compartir lista. También en el sector disidente, aunque dependen en parte de lo que se defina en el PJ nacional.
Osvaldo Jaldo, el jefe político del espacio, se mantiene activo en la gestión y subió la temperatura de las críticas a la Nación. Era esperable, por el avance de la campaña y por la necesidad de diferenciarse de quienes se perfilan como sus máximos oponentes en la competencia que viene.
En los actos, los dirigentes escuchan a Jado plantear que “la motosierra” no entrará en la provincia y que al “León” aquí le “cortarán la peluca”. El mandatario tiene reproches también para quienes lo asocian políticamente con Milei, más allá de lo institucional. Explica en cada encuentro que los modelos que llevan adelante ambos son diametralmente opuestos porque uno implica un estado presente y el otro, nada menos que el fin del estado.
Las banderas que tomarán los postulantes en la campaña tiene que ver con lo social y con la necesidad de apuntalar a los sectores que sufren por la pobreza y el desempleo.
Pero también hay dirigentes preocupados por las dificultades financieras de las que habla el gobernador por la merma de recursos nacionales y más, en un año electoral.
La pata del dinero es fundamental para la campaña del PJ. Y en eso ven con mucha envidia a LLA, que emplea otros recursos y, aún así, mantiene relativamente los niveles de adhesión.
El asunto de los candidatos sigue sin dirimirse, pero en los pasillos de la Casa de Gobierno consideran que Jaldo ve cada vez con más cariño su postulación y el ponerse a la cabeza con la idea de garantizar un triunfo y de catapultarse hacia el 2027 sin necesidad de recurrir a otras figuras. Los otros nombres que asoman son los de Gladys Medina y Gerónimo Vargas Aignasse.
Los miembros de la vertiente que encabezan Javier Noguera y Pablo Yedlin siguen armando su alternativa, con la posibilidad de salir por un frente de esencia kirchnerista. Ya están planeando, de hecho, el lanzamiento mediante un acto político para julio, en la capital.
La confusión en los ex JxC
Las líneas que integran los ex Cambiemos avanzan hacia el armado, aunque con más lentitud y sin acciones conjuntas. Los actores protagónicos, que son varios e importantes, siguen expresándose de manera individual.
Hasta el momento, gran parte del radicalismo capitalino, el sanchismo y los legisladores ex alfaristas siguen trabajando en la misma agrupación.
El principal inconveniente que tienen es que no se termina de cerrar la conformación del frente, porque les falta el sí del diputado Mariano Campero. Al menos públicamente, los miembros del camperismo aseguran que no está sellado su apoyo al candidato Roberto Sánchez, aunque se deshacen en elogios hacia él.
Campero viene expresando que pretende propiciar un frente que integre al radicalismo con LLA. De hecho, mantuvo una reunión con Catalán el miércoles, en Buenos Aires, para limar diferencias y proponerlo. El diputado “con peluca” cree que es necesario hacer el esfuerzo de que Sánchez y Catalán actúen juntos para poder ganar la provincia y proyectarse hacia 2027. El yerbabuenense no se baja del proyecto gubernamental y en sus alrededores manifiestan que intentará por todos los medios que la oposición vaya unida. En Cambia Tucumán preparan una reunión para tratar de que ese diálogo Sánchez-Catalán se concrete.
¿Pero qué pasa con el apoyo a Sánchez? Sánchez y Campero se reunieron el jueves al mediodía y abordaron el tema. Una parte de los referentes dicen que el acuerdo está cerrado, pero que se anunciará más adelante. Otros dicen que no hay nada concreto.
¿Es posible un frente con LLA? Fuentes inobjetables de LLA remarcan que la estrategia en esta elección es ir con lista propia, porque el vehículo para el cambio es el partido. Es decir, no estaría en los planes sumarse a otro armado. Si bien se habló de Catalán como postulante, no está definido y es probable que avance la iniciativa de que quien encabece sea Manuel Guisone. Catalán se mantendría como vicejefe de Gabinete, un puesto clave en la administración mileísta.
Por otro lado, en el radicalismo también resta determinar qué pasará con el partido y con la adhesión de espacios como el que encabezan Agustín Romano Norri y Ariel García. La negociación pasaría por condicionar el aval a la lista a la normalización de la fuerza. El sanchismo tiene una propuesta, para que la elección se realice en noviembre, después de las generales. Esta fecha no conforma a la línea, porque pretenden que se dé antes de los comicios.
Mientras, los que están en el armado sí han podido delinear en qué lugar quieren estar. No es poca cosa en medio de tanta incertidumbre. Apuntan a subrayar la figura de Sánchez, que tiene muy buena imagen y niveles de conocimiento, y a plantarse como una línea de centro. Ni con LLA ni con el peronismo. Adelantan que la pelea por las jubilaciones y el presupuesto para las universidades, por ejemplo, se convertirán en banderas de la campaña. Hablarán a esos votantes que, quizás optaron por Milei, pero que les disgusta sus modos y algunas de sus políticas.
La aparición de los libertarios en el plano puso en conflicto a la mayoría de las fuerzas y, a cuatro meses de las elecciones, las fuerzas buscan cómo salir de la confusión.








