Godoy Cruz atraviesa una de sus campañas más inestables en los últimos años. A pesar de un arranque prometedor en cuanto a expectativas, el conjunto mendocino no logró encontrar regularidad en el Torneo Apertura y se enfrenta a Atlético Tucumán con la urgencia de sumar para mantener sus aspiraciones vivas. El duelo ante el “Decano” será decisivo para ambos, aunque el “Tomba” tiene el márgen a favor de la localía y de la ventaja de puntos por sobre los tucumanos.
El año comenzó convulsionado para Godoy Cruz tras la salida de Daniel Oldrá, quien decidió dar un paso al costado al final de la temporada pasada. Sin un reemplazante firme, el club optó por darle las riendas de forma interina a Ernesto Pedernera. Sin embargo, los resultados no acompañaron: en cinco fechas, el equipo no logró ganar ni marcar goles, una situación que precipitó su salida antes de lo previsto.
Fue entonces cuando apareció el nombre de Esteban Solari, un exfutbolista con pasado reciente en la estructura de selecciones juveniles de Argentina. Hermano de Santiago Solari y sobrino del legendario Jorge “Indio” Solari, Esteban llegó a Mendoza con la difícil tarea de levantar el ánimo de un plantel golpeado y con escaso margen de error. Su presentación no estuvo exenta de polémica: tras el empate sin goles frente a River, Solari fue presentado oficialmente… sin que el club comunicara previamente a Pedernera que dejaba el cargo. El exinterino se presentó al entrenamiento pero se encontró con su reemplazo en un hecho insólito que refleja las dificultades institucionales que atraviesa el “Tomba”, despues de este suceso, Pederna volvió a asumir en Reserva.
En lo deportivo, los primeros partidos bajo el mando de Solari tampoco fueron sencillos. El DT de 44 años intentó imponer una idea clara, pero algunos jugadores manifestaron su descontento con el rumbo del equipo. Según informó el diario El Sol de Mendoza, hubo un encontronazo entre Solari y tres futbolista. Como si esto fuera poco, tras la derrota en el clásico cuyano el entrenador fue tajante: “Desde que estoy yo, es el peor primer tiempo”. Un reflejo de la tensión interna en un plantel que, aunque comprometido, no logra consolidar su funcionamiento en el Apertura, la Copa Sudamericana parece ser un oasis para los mendocinos.
A eso se sumaron problemas disciplinarios. El defensor Mateo Mendoza no podrá estar presente ante Atlético por acumulación de tarjetas amarillas, una baja sensible para un equipo que sufrió en la defensa. No obstante, una noticia positiva llegó desde la AFA: tras una apelación de más de 80 páginas, Godoy Cruz logró revertir la sanción que le quitaba tres puntos y le prohibía jugar con público por incidentes ante Talleres. El fallo fue revocado, y los puntos devueltos le dieron al “Bodeguero” un nuevo envión anímico para encarar el tramo final del torneo.
El rendimiento en el Torneo Apertura ha sido discreto. Godoy Cruz acumula siete partidos sin conocer la victoria, aunque la situación en la Copa Sudamericana es más prometedora. Con tres partidos jugados, el equipo mendocino está invicto y suma siete puntos, igual que Gremio. El empate 2-2 ante los brasileños, en un duro compromiso, dejó buenas sensaciones. Si bien las chances de clasificación en el torneo local son matemáticamente posibles (se encuentra fuera de los ocho mejores por diferencia de goles con Instituto), todo indica que la prioridad del club pasa por avanzar en la competencia internacional.
Entre los nombres destacados del equipo se encuentran Santino Andino, joven talento convocado recientemente a la selección Sub 20, y Gonzalo Abrego, mediocampista creativo con experiencia en el Cremonese de Italia. Ambos aportan desequilibrio en el último tercio de la cancha. En el arco, Franco Petroli -ex River- se ha consolidado como figura clave. Sus intervenciones han evitado derrotas mayores y mantienen al “Tomba” en la pelea en los dos frentes.
El choque de Atlético tiene tintes de final anticipada. El “Decano”, dirigido por Lucas Pusineri, llega con cuatro puntos menos, aunque con un partido pendiente ante Independiente que podría meterlo de lleno en la lucha por los playoffs. Para Godoy Cruz, un triunfo sería vital para seguir con vida en el certamen local. La presión recae sobre ambos, pero más aún sobre el equipo tucumano, que en caso de perder, quedará automáticamente eliminado.
Con un plantel joven y un técnico en etapa de adaptación, Godoy Cruz busca cerrar el torneo con dignidad y, si es posible, con la clasificación. La Copa Sudamericana aparece como una luz al final del túnel, pero en el horizonte inmediato, el reto es el “Decano”, que se juega parte del semestre.






