NOSTALGIA. Julio Fernando Robles fue uno de los grandes goleadores del fútbol local; comenzó su carrera en Atlético Concepción en 1993 y tres años después pasó a Atlético para defender la camiseta del “Decano” en la B Nacional de 1996. Foto de Diego Aráoz/LA GACETA.
Julio Fernando Robles no necesitó rebenque ni riendas para que lo llamaran “Gaucho”. Al delantero le bastaba con un par de botines para deslumbrar con un estilo de juego bravo, valiente y astuto. En sus tiempos como jugador era grandote y melenudo. No era muy ducho con la pelota, no tiraba gambetas ni hacía fintas, pero se ganaba los aplausos de los hinchas en base a esfuerzo y sacrificio. Tenía un instinto goleador innato: sabía pararse en el lugar justo para inflar las redes rivales.
Tampoco se puede olvidar su capacidad acrobática: la más recordada fue el gol de chilena que le hizo a Douglas Haig, en el triunfo 4-1 por el Nacional B de 1996. Una jugada grabada en la retina de los fanáticos “decanos”.
Hoy, a los 49 años, está lejos de esos tiempos en los que se colgaba de los alambrados del Monumental. Lleva una vida más serena, aunque sigue ligado al fútbol: es DT del plantel liguista de Atlético y busca ser un guía para los jóvenes que sueñan con llegar a Primera.
Para Robles el amor por el deporte era inevitable. De niño vivía a dos cuadras de las canchas de Atlético Concepción y de Concepción BB. “Escuchaba los pelotazos en la chapa y eso despertaba mi curiosidad”, recordó. Así, sus tardes se dividían entre mojarritas y picaditos con amigos.
A los siete años ingresó al mundo del básquet. Hizo todas las inferiores y debutó en la Primera de los “Leones” a los 13 años. Su futuro parecía prometedor: jugaba como base, escolta y, de manera esporádica, como alero. Un año después de ese debut se mudó a Santa Fe para disputar el Torneo Nacional de Ascenso (TNA, actual Liga Argentina) con Libertad de Sunchales.
Al regresar, “Gaucho” continuó con el básquet, aunque el “bichito” del fútbol empezó a ganar terreno. Esa curiosidad lo llevó a probarse en las inferiores de San Martín, en donde se desempeñó como arquero. “No me gustó porque me hicieron cinco goles y nunca más volví”, contó.
La mala experiencia no lo alejó del deporte. Siguió jugando en los campeonatos barriales de Banda del Río Salí hasta que fue descubierto por Alpidio Elizeche, uno de los grandes técnicos de Atlético Concepción. El DT no tardó en convencerlo, y en 1993 se convirtió en uno de los “Leones”. “Debuté ese mismo año porque vendieron a (Manuel Francisco) ‘Toti’ Rivero a México, y fui goleador en mi primera temporada”, dijo. Ese año, el equipo bandeño se consagró campeón de la Liga Tucumana y en 1995, Robles repitió el éxito y sus buenas actuaciones despertaron el interés de Atlético.
Robles es uno de los jugadores más queridos por los fanáticos del “Decano”. Fue fichado en 1996 como una joven promesa. Comenzó en el plantel liguista, se destacó, firmó su primer contrato profesional y fue promovido al equipo que disputaba la B Nacional. Sin embargo, corría por detrás de nombres como Mario Álvarez, Alejandro Kenig, Ricardo Dillon y Fabián Bustos. “Ellos tenían más prioridad que los tucumanos. En mi caso, jugué cinco partidos seguidos con Jorge Higuaín, en los que hice dos goles, pero después él se fue”, cuenta.
El bandeño inició su segundo ciclo en 2003 para disputar el Argentino A. Venía de jugar en clubes como Gimnasia y Tiro de Salta, Tiro Federal de Rosario y Ñuñorco, y llegaba como una pieza clave para pelear el ascenso a la B Nacional. En aquella temporada, el “Decano” fue eliminado en cuartos de final por General Paz Juniors, de Córdoba.
UN GUÍA PARA LOS JÓVENES. “Gaucho” es el DT del equipo liguista de Atlético. Foto de Diego Aráoz/LA GACETA.
Esa temprana eliminación le permitió sumarse al equipo liguista para disputar las fases finales. En semifinales, Atlético se enfrentó a San Martín y ese fue el escenario ideal para que “Gaucho” ingresara en la historia del club: anotó cuatro goles y dejó postales imborrables en el triunfo por 5-2. “Me acuerdo que bajamos varios jugadores del equipo del Argentino A: estaba Diego Ruiz, Héctor López, (Luis Agustín) Pedraza, (Carlos) Barrionuevo y Dante Pérez. Sabíamos que era un partido distinto, y ese fue el motivo de mis festejos”, relata.
Así fue el desempeño de "Gaucho" Robles en Atlético Tucumán
El paso de Robles por el “Decano” duró hasta 2006. En total, convirtió 33 goles en 68 partidos. Hace cuatro años comenzó su carrera como DT en distintas categorías: estuvo al frente de la Primera de fútbol femenino, de la séptima y la novena de AFA, y ahora dirige la Primera de la Liga Tucumana. “Me quedan muchas cosas por cumplir. Estoy muy feliz porque pude agarrar la Primera de la Liga, pero sé que este es el comienzo. Tengo que seguir creciendo y espero lograr muchas más cosas. Creo que mi rol actual es intentar darles posibilidades a los chicos tucumanos. Todos están preparados para jugar, pero espero que varios de ellos puedan llegar a Primera”, reflexionó.
Robles se siente feliz con su nueva responsabilidad y anhela que el talento tucumano llegue cada vez más alto y cope la Primera del “Decano”.







