Los nadadores tucumanos regresaron a la provincia y esperan la fecha para realizar el cruce del Río de La Plata

El mal trago ya pasó para los nadadores tucumanos. Después de que se confirmara la postergación del cruce del Río de La Plata para el próximo fin de semana, Javier Fernández Figueroa, Diego Martínez Álvarez, María Eugenia Farías, Juan José Sirimaldi y el entrenador Walter Herrera regresaron a Tucumán para continuar con sus obligaciones laborales. Leonardo Broczkowski fue el único representante que decidió quedarse en Capital Federal para mantenerse expectante a los informes de la organización Nadando Argentina.

“El hecho de ir y venir me genera más inestabilidad emocional y ansiedad, y por eso decidí quedarme en Buenos Aires. Hay cosas que las puedo manejar a distancia, por lo que no me afecta que esté presencialmente en un lugar. Quiero más tranquilidad y movilizarme lo menos posible”, dijo el nadador.

El azuleño dijo que continuará alojado en la “Mansión Criolla”, una vieja casona ubicada en el barrio de San Telmo perteneciente al nadador de aguas abiertas Matías Ola. “Mi idea era buscar un hotel con pileta o un departamento. Después de mandarle un mensaje de agradecimiento a Matías, él me ofreció su casa para quedarme hasta el día del cruce, así que estaré en este lugar hasta que llegue el día que nos tiremos al río. Ahora la misión es encontrar un lugar para entrenar”, contó.

Nadando Argentina pospuso el cruce para el próximo el viernes 28, debido a las lluvias que habrá en Buenos Aires durante el inicio de la semana. Según informaron los nadadores, la organización dijo que la única oportunidad de realizar el cruce es en la última ventana de marzo. A partir de abril, la corriente del Río de La Plata cambiaría de dirección por lo que no autorizarían a los nadadores tucumanos a realizarlo. “Fue un proceso de entrenamiento muy largo y esto no me toma por sorpresa. Ya sabía que podía atrasarse una semana por el tema de los vientos y eso no me genera malestar. Era algo que estaba dentro de mis pronósticos, pero la situación de cada uno es muy diferente”, reflexionó.

El cruce del Río de La Plata estaba programado, en principio, para el jueves 20. La organización lo suspendió porque el día no presentaba las condiciones propicias para que los tucumanos completen el desafío. Broczkowski dijo que ese cambio fue el que más afectó al grupo y que muchos manifestaron su malestar. Lo curioso es que, en esa fecha, el nadador cordobés Gastón Medina completó el desafío de 42 kilómetros en 15 horas y 40 minutos, aunque fue tutelado por la organización Open Water Argentina (OWA).

“Sentíamos que teníamos las mismas condiciones que ellos y que podíamos lograr el cruce, pero esto no es matemáticas ni predecible. Hay un montón de variables que influyen a la hora de saber si podríamos cruzar o no. Ya no tiene sentido seguir recriminándose esa situación. Es peor para nuestra salud mental. Lo único que sé es que lo quiero hacer este año, independientemente del resultado. El proceso fue larguísimo, y no sé si podré realizarlo de nuevo. No sé de dónde sacar motivación”, explicó.

El azuleño confesó que los nadadores, en una de las charlas previas, le pidieron a la organización un día propicio para realizar el cruce. “Creo que Pablo (Testa, fiscal de Nadando Argentina) no comprendió bien lo que les dijimos sobre nuestras condiciones físicas. Nosotros queríamos un día bueno, pero no que nos lleve hasta la costa. Lo que sí coincidimos entre todos es que el próximo fin de semana nos vamos a tirar sean las condiciones que sean”, insistió. También estima que realizarán los 42 kilómetros en un promedio de 15 horas, lo que estaría dentro de los límites estimados.

Broczkowski encontró en el cruce una motivación extra para volver a la natación. El azuleño practicó el deporte desde los cinco hasta los 17 años, y se reencontró con el agua en 2024 durante la “Travesía Solidaria” del Proyecto S.O.i. Después de aquel evento, el nadador conoció a Ola, quien propuso la idea de realizar el cruce del Río de La Plata. “Siento que la verdadera travesía es llegar a tirarnos al río. Son muchísimos obstáculos y tenemos que hacer malabarismo de manera constante para mantener vivo todo este proyecto”, reflexionó.

“Espero que no se posponga hasta el año que viene porque sería un golpe muy duro. Nos sentimos muy bien en el poco tiempo que probamos en el río. No mostramos ninguna debilidad física y anduvimos muy bien con el ritmo”, reiteró.

Los nadadores tucumanos, de este modo, continúan a la espera de una decisión definitiva, aunque cada día se suman más rivales. Ahora no solo es el río, sino también es el tiempo.