Las familias llevan sus propios rituales, costumbres y algunas que otras particularidades poco compartidas entre las distintas casas. Sin embargo, las prácticas de un hogar en Turquía pueden considerarse de las más singulares, siendo proclamadas como una rareza de la evolución humana.
La familia Ulas en Turquía es sujeto de fascinación por parte de investigadores y el globo entero al descubrir, en una remota villa del país europeo, que este grupo utilizaba sus cuatro miembros para realizar sus tareas cotidianas. A diferencia de los demás bípedos con los que comparten especie, los Ulas utilizan tanto sus brazos y piernas para desplazarse por el mundo.
Allá por el año 2000, una publicación científica destacó el caso de la familia Ulas, donde cinco hermanos presentaban una extraña condición: sus movimientos se asemejaban a los de un cuadrúpedo, donde todas su actividades eran realizadas en cuatro patas. El estudio mantuvo divididos a los expertos sobre las causas de esta anormalidad que para los años siguientes había sumado miles de especialistas que intentaban analizar el caso. Unos tiempo después, el psicólogo especialista en evolución, el Profesor Nicolas Humphrey de la London School of Economics (LSE), decidió viajar a Turquía para conocer a la extraordinaria familia.
La familia Ulas, un grupo numeroso: de 18 hermanos, cuatro presentan cuadrupedismo
La familia Ulas es particular desde el número de integrantes que la conforman. Está compuesta de 18 hermanos donde seis de ellos han nacido con la particular condición de ser cuadrúpedos, es decir, que presentan cuatro extremidades que utilizan para desplazarse. Se trata de un fenómeno jamás visto en los humanos adultos modernos, algo que la evolución de nuestra especie no permitió debido al gasto energético que suponía caminar en cuatro patas.
“Nunca pensé, ni siquiera en la fantasía científica más extraordinaria, que los humanos podrían volver a sus estados animales”, expresó Humphrey a 60 minutes Australia, medio que en 2018 elaboró un documental sobre esta familia. Esta última producción audiovisual describió a los Ulas como “el enlace perdido entre el humano y el simio”, un vínculo que “no debería existir”.
Los científicos buscan dilucidar por qué la familia Ulas camina en cuatro patas
Los fundamentos de la extraña condición de los Ulas, sin embargo, aún no fueron resueltos. Algunos especialistas sugieren que se trata de un problema genético que ha “deshecho los últimos tres millones de años de evolución”, mientras que otros han desestimado esa teoría y destacado que existe un gen “específico” que compone al caminar erguido, por lo que la problemática debería enfocarse allí.
Sin embargo, de acuerdo a la investigación de Humphrey, los hermanos señalados, de los cuales cinco aún están vivos y se encuentran en la edad de 22 y 38 años, sufren de un particular forma de daño cerebral. Además destacó que la cuadripedestación de estos particulares humanos es disímil de cualquier otra especie que se desplaza en cuatro patas ya que, mientras que los primates caminan sobre sus nudillos, los niños turcos los hacen sobre las palmas de sus manos, llevando todo su peso hacia las muñecas mientras levantan sus dedos para despegarse del piso.
Mientras que la esperanza es lo que mantiene a esta familia con una última ilusión. Humphrey ha ayudado a los niños a transformar su forma de caminar para asimilarse a la condición que comparten la mayoría de los humanos. “De repente están haciendo un avance para insertarse en el mundo que pensaron nunca serían capaces de ingresar”, explicó con esperanza el especialista.