¿Qué significa tener las manos frías y cuándo consultar con un médico?

¿Qué significa tener las manos frías y cuándo consultar con un médico?

Puede estar relacionado con cambios en la temperatura ambiental o con problemas de salud que requieren tratamiento.

El cuerpo habla: ¿qué significa tener las manos frías? El cuerpo habla: ¿qué significa tener las manos frías? 20Minutos
16 Mayo 2024

Sentir frío en los pies y en las manos es algo muy común especialmente con las bajas temperaturas. Sin embargo, este síntoma se transforma en un problema cuando se extiende durante un largo período de tiempo. Podría indicar que existe algún problema de salud.

Es importante estar atento a los síntomas y consultar al médico para llegar a un diagnóstico cuanto antes. Estas son las claves para descubrir qué puede haber detrás de unas manos siempre frías.

¿Qué significa tener las manos frías y cuándo consultar con un médico?

Ansiedad

Algunas personas tienen mayor propensión a tener las manos frías, en especial las que sufren ansiedad. A veces ante una situación angustiosa nos sudan las manos y a la vez las sentimos frías.

“Estas dolencias provocan una alteración del riego sanguíneo, que se manifiesta con una sudoración y un enfriamiento excesivo de las manos”, señala la Dra. Paz Cerdá, dermatóloga y vocal de la Academia Española de Dermatología y Venereología.

Síndrome de Raynaud

Otra posible causa sería el síndrome de Raynaud, un trastorno circulatorio que provoca que las manos o los pies estén exageradamente fríos porque los vasos sanguíneos se estrechan de forma exagerada.

Su origen todavía se desconoce y de momento no existe ningún tratamiento capaz de controlarlo por completo. Se sabe que lo padece una de cada 20 personas, aunque es entre cuatro y cinco veces más frecuente en mujeres.

Enfermedades reumáticas

Muchas veces llega asociado con una enfermedad reumática y suele aparecer antes de los 40 años. Además de frío, la coloración de los dedos se altera y se ven o azulados o muy pálidos.

Requiere seguimiento médico pero para aliviarlo, ayuda protegerse del frío, tomar bebidas calientes y hacer ejercicio para activar la circulación.

Problemas de presión arterial

Hay muchas creencias alrededor de este trastorno, y no siempre son ciertas. Una de ellas es que se debe a una alteración del equilibrio en la temperatura corporal, pero no es así.

Lo cierto es que son fenómenos involuntarios relacionados con la circulación en los que se produce una opresión y dilatación de los vasos sanguíneos. De hecho lo que sí tiene que ver es la presión arterial.

Cuando alguien suele tener la presión baja las extremidades se ven afectadas porque llega menor flujo de sangre. Y lo mismo ocurre si hay hipertensión: la sangre golpea las venas por donde pasa con demasiada fuerza puede dar como resultado (además de muchos otros y más serios) este fenómeno.

Problemas hormonales

Las hormonas afectan. Cuando la mujer entra en la menopausia o durante el embarazo, que es cuando más "baile" hormonal se produce en el cuerpo, puede percibirse este síntoma de manos frías. Y en el hipotiroidismo, enfermedad que afecta directamente a la producción de hormonas, un síntoma habitual es tener los pies y también las manos siempre frías. Eso ocurre porque el metabolismo se vuelve lento.

Otras enfermedades

Padecer fibromialgia, tener un enfisema pulmonar (en este caso se observa también un cambio de color en la piel o las uñas moradas) o sufrir mucho estrés son algunas de las patologías con las que se puede relacionar el tener las manos frías. Si afecta a niños que además sienten dolor en las piernas, pueden ser los primeros síntomas de meningitis, según una reciente investigación publicada en la revista médica The Lancet.

Anemia

Si hay anemia por falta de hierro, por ejemplo, hay menos cantidad de glóbulos rojos, que son los encargados de llevar el oxígeno a todo el cuerpo. Si hay una mala oxigenación puede pasar que se regule mal la temperatura sobre todo de las extremidades.

Tabaquismo

El tabaco afecta, entre otros, a la circulación. Los vasos sanguíneos se contraen y la sangre no puede circular bien. Las extremidades, donde las venas y capilares son más finos, son una de las partes del cuerpo que más pueden sentir estos nocivos efectos.

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