Por Lucía Lozano
24 Marzo 2024
ARCHIVO LA GACETA
La epidemia de dengue en 2023, con más de 40.000 casos en nuestra provincia y nueve fallecimientos, causó mucha preocupación y eso llevó a miles de tucumanos a anotarse para recibir la primera dosis de la vacuna contra la enfermedad que transmite el mosquito Aedes aegypti.
Fue tan esperada la vacuna japonesa del laboratorio Takeda que apenas llegó, en noviembre, en las farmacias y en un vacunatorio privado había listas de espera. Sin embargo, ahora que muchas personas tienen que colocarse la segunda dosis para estar correctamente inmunizadas bajó la demanda.
El problema, según los especialistas, es que con una sola dosis no alcanza para estar protegidos, mucho menos ante la escalada de casos que está registrando Tucumán (más de 10.000 contagios este año) y todo el país (más de 120.000).
Hay quienes decidieron postergar su segunda dosis por una cuestión económica: cada vacuna cuesta alrededor de $70.000. Otros tienen dudas sobre si es realmente necesario contar con ambas aplicaciones. Esto se dio como consecuencia de algunos cuestionamientos a la hora de evaluar si la vacunación es eficaz en esta época o no. El propio Gobierno nacional puso en duda la importancia de esta herramienta para combatir la epidemia.
Especialistas de todo el país defendieron la vacuna. Y aclararon que la persona está protegida con dos dosis. Si toma solo una, no ha completado el plan y por lo tanto no se puede esperar que la inyección tenga el efecto deseado. “Si no puedo aplicarme la segunda dosis, no tengo garantizado estar cubierto con la eficacia reportada”, remarcó el infectólogo Tomás Orduna, para quien esta inmunización es una inversión de salud.
Según las investigaciones, la vacuna disminuye en un 84% el riesgo de hospitalización y reduce el 61% de los casos de dengue sintomático. Además, reviste de carácter tetravalente, es decir que protege contra los cuatro serotipos del virus del dengue. Su uso está autorizado a partir de los 4 años y hasta los 60. Está contraindicado su uso en embarazadas, mujeres que están amamantando y personas inmunosuprimidas.
Sensación de seguridad
Otro punto peligroso: al recibir la primera dosis y no volver para completar el calendario de vacunación, la persona corre el riesgo de quedarse con una falsa sensación de seguridad. Muchos suelen pensar, equivocadamente, que ya son inmunes ante el dengue e incluso dejan de tener los cuidados básicos, como por ejemplo, eliminar los recipientes que puedan acumular agua y usar repelente y ropa mangas largas.
Segura y eficaz
“La protección de la vacuna es a largo plazo y se logra con dos dosis que se colocan con tres meses de diferencia. Eso está científicamente demostrado. Son vacunas seguras que se pueden poner en tiempo de brote o cuando no hay tantos casos. En Tucumán, el dengue ya es endémico, así que nunca dejaremos de tener contagios”, advirtió la infectóloga Aída Torres, directora del Centro de Investigación y Vacunas (Ceivac).
La médica sí notó que algunas personas se colocaron la primera dosis de la vacuna y no volvieron más. Ante las inquietudes que le plantearon, aclaró: “es una vacuna segura, cuya eficacia fue investigada tanto en zonas endémicas como epidémicas. Es segura; se aplicó en muchas partes del mundo y no produjo ninguna reacción adversa. No hay que tener miedo, pero sí tener en claro que para que cumpla su función necesitan dos dosis”.
“Quienes cuenten con el esquema completo puede ser que no se contagien de dengue, o si se contagian lo importante es que no van a desarrollar las formas graves de la enfermedad”, resaltó la infectóloga. Y aclaró que si bien es una muy buena herramienta individual, no hay que dejar de la do las otras medidas de cuidado para que haya menos insectos transmisores de dengue. “Es una patología compleja y hay que verla desde todos los ámbitos. También es fundamental que los municipios, además de los vecinos, hagan su trabajo para evitar criaderos de mosquitos”, recalcó.
Inquietudes
Martín Villagra, de una farmacia donde venden vacunas para dengue, también notó que muchos clientes llegan ansiosos para comprar la primera dosis y contó que ya hay varias obras sociales que están cubriendo un porcentaje de la inmunización. “Hay gente que te dice convencida que con una dosis ya está bien, que con eso logran un poco de protección. Y les tengo que aclarar que esto no es así, y que además los resultados de protección no se ven al minuto uno de aplicar la vacuna”, apuntó. Tanto él como la doctora Torres confían en que más adelante se incorpore al calendario obligatorio de vacunas.
Asimismo, recibieron la inquietud de personas de más de 60 años que quieren vacunarse. Por el momento, los estudios que se hicieron en cuanto a seguridad y eficacia fueron en personas menores de 60 años. Habrá que esperar resultados de nuevas investigaciones.
Mientras tanto, otra situación preocupante es que en muchos locales y farmacias se están agotando los repelentes. Verónica Pastoriza, presidenta del Colegio de Farmacéuticos de Tucumán, admitió que hay algo de faltante en las droguerías. “Esperamos que esto pronto se revierta. En general, suelen faltar algunos días debido a las altas demandas”, precisó.
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