Una fuerte movilización, con un paro que se diluyó

Una fuerte movilización, con un paro que se diluyó

“Una cosa es andar en una camioneta con una motosierra y otra es gobernar”, afirmó Daer. El poder de convocatoria de las centrales obreras

EN LA PLAZA DE LOS DOS CONGRESOS. Los manifestantes reclamaron al Parlamento que rechace las medidas de ajuste del Gobierno nacional. afp EN LA PLAZA DE LOS DOS CONGRESOS. Los manifestantes reclamaron al Parlamento que rechace las medidas de ajuste del Gobierno nacional. afp
25 Enero 2024

La CGT, las dos CTA, los trabajadores de la economía popular, los movimientos sociales y las multisectoriales concretaron un paro de 12 horas en todo el país y una movilización hacia el Congreso en rechazo del proyecto de ley ‘Bases’ y el DNU de desregulación económica impulsados por el Gobierno, y exhortaron a los diputados a “no traicionar” a los sectores populares y rechazar esas iniciativas. Desde el Gobierno, en tanto, surgieron voces para descalificar a los convocantes de la huelga y advertencias de que el Poder Ejecutivo “no cederá” ante las presiones de los sindicatos, sino que avanzará para lograr la aprobación de ley ómnibus y mantener en vigencia el DNU. Las centrales obreras se movilizaron hasta la Plaza Congreso, frente al Parlamento, y le reclamaron a los legisladores que “no actúen agazapados en la oscuridad” y rechacen el DNU y la ley ‘Bases’. Como corolario de una jornada de protesta, las centrales sindicales obtuvieron la postal que querían: una plaza colmada que exteriorizó su poder de convocatoria, sin grandes contratiempos ni cruces violentos con las fuerzas de seguridad. La central obrera salió del ostracismo tras largos cuatro años en estado de somnolencia y recuperó la voz para rechazar las políticas de ajuste que impulsa el gobierno del libertario Javier Milei.

En ese marco, la CGT logró reunir a una multitud frente al Congreso, donde el próximo martes comenzará a debatirse el proyecto de ley ómnibus, con el acompañamiento del peronismo, de movimientos sociales y piqueteros, agrupaciones de izquierda y militantes opositores en general.

Este resultado alentador de la convocatoria lanzada por la central obrera en tiempo récord, dado que este miércoles Milei cumple apenas un mes y medio de gestión como jefe de Estado, tampoco representa un dato menor. Porque más allá de los posibles intereses sectoriales o motivaciones políticas que hayan impulsado a la CGT y compañía a llevar adelante esta jornada de protesta, no deja de ser importante que en tiempos de crisis sean organizaciones vinculadas con el sistema democrático las que reclamen eventualmente en las calles, consignó la agencia Noticias Argentinas. Claramente no fue esta una jornada de persianas bajas en la Argentina ni mucho menos. Como es obvio, quienes asistieron a la marcha no concurrieron a sus lugares de trabajo, pero lejos estuvo la huelga de sentirse con fuerza.

“No actúen agazapados en la oscuridad, miren al pueblo a la cara. Vamos a seguir la lucha hasta que lleguemos al éxito, hasta que caigan el DNU y la ley ómnibus; no vamos a dar un paso atrás”, advirtió el cotitular cegetista Héctor Daer ante una multitud reunida en la Plaza Congreso, adonde las columnas de manifestantes de diversos estamentos sociales, en su mayoría trabajadores, habían llegado desde el mediodía. Daer sostuvo que los planes de la administración Milei “destruyen los derechos individuales de los trabajadores, los derechos colectivos, los sindicatos y la libertad de acción sindical”, y afirmó que “una cosa es andar en una camioneta con una motosierra y la otra es gobernar”.

Minutos antes de las palabras de Daer, el cotitular de la CGT y dirigente de Camioneros, Pablo Moyano, pidió a los legisladores rechazar la Ley “Bases” que se encuentra en la Cámara de Diputados y reclamó que “no traicionen a los trabajadores” y a la “doctrina del peronismo”, que es “defender a los laburantes, a los que menos tienen y a los jubilados”. Moyano advirtió que “un peronista no puede votar este DNU que va en contra de los trabajadores y la soberanía nacional”. Fue una clara alusión al tucumano Agustín Fernández, respaldado por el gobernador, Osvaldo Jaldo.

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