No hay plata: cómo ahorrar en tiempos de crisis y evitar el gasto hormiga

No hay plata: cómo ahorrar en tiempos de crisis y evitar el gasto hormiga

Los gastos pequeños se llevan gran parte de las erogaciones corrientes en una familia. Claves para armar un presupuesto.

CONCEJO PARA LA ECONOMÍA DOMÉSTICA. Hay que trabajar en un presupuesto y registrar los gastos. la gaceta / foto de analía jaramillo CONCEJO PARA LA ECONOMÍA DOMÉSTICA. Hay que trabajar en un presupuesto y registrar los gastos. la gaceta / foto de analía jaramillo

Todos nos preguntamos alguna vez ¿en qué se me fue la plata este mes? Para poder llevar un control, especialistas advierten en la importancia de trabajar en un presupuesto y registrar los gastos. La tarea requiere de orden y constancia. Como primera medida debo conocer dónde estoy parado con mis finanzas personales. “El objetivo es tomar decisiones con información concreta y no con percepciones”, explica Gabriel Amos Fridrij, Consultor Especializado en Negocios, Economía y Estrategia. Para ello es importante llevar un registro sistemático de los gastos y de los ingresos familiares o personales. “En un celular, en una computadora o simplemente en un cuaderno, lo importante es que podamos contabilizar estos datos”, agrega Fridrij.

Cecilia Sánchez, coincide en este apartado y como especialista en economía familiar ayuda a familias, mediante numerosas herramientas, a manejar sus ingresos y redireccionar sus egresos mediante su web Dinero en Orden, una comunidad virtual en crecimiento.

“Muchas veces se trata de pequeñas modificaciones temporales para acomodar las cuentas”, resume. “Lo importante es trabajar en ese presupuesto”, dice.
Su experiencia le ha demostrado que son pocos los hogares en los que se encara de manera ordenada el inicio del año y las deudas, muchas veces, terminan triplicando los ingresos. La conducta desordenada para manejar nuestro dinero nos lleva incluso a acudir a préstamos bancarios, que podrían no ser necesarios, advierte.

Para armar un presupuesto hay que cumplir con ciertos pasos. “Lo primero es confeccionar una lista con el dinero que ingresa a casa. Si las personas que viven en el hogar trabajan en relación de dependencia o tienen ingresos fijos, será más simple. En este aspecto es importante realizar previamente las deducciones correspondientes a impuestos, obra social, etc.”, explica Cecilia.

La especialista recomienda en este caso establecer los montos extra que puedan ingresar al hogar. “Las familias que tengan emprendimientos o ingresos varios también deben sumarlo a ese presupuesto”, aclara. Y lo más importante, los egresos. En este apartado debe tomarse nota de los gastos fijos y variables. Cada uno de ellos, no solo los más grandes, sino aquellas compras diarias (aunque parezcan insignificantes). “Aquí deberá considerarse, alquiler, obra social, luz, gas, teléfono, cuotas de colegios, seguros etc”, recomienda Sánchez. Pero también los llamados “gastos hormigas”, que merecen un párrafo aparte.

Gastos hormigas

El desayuno de la mañana en el bar, la botella de agua que compramos en el kiosco, el delivery cuando no tenemos ganas de cocinar, o cualquier tipo de compra “impulsiva” encajan en el denominado “gasto hormiga” y atentan contra nuestras finanzas personales.

“Generalmente gastamos y luego vemos nuestros ingresos. Tenemos que adaptar el gasto al ingreso y no al revés. Esto es la base de mucha gente exitosa en finanzas. No es un tema menor”, resume Fridrij y condensa esta idea en un apartado básico en cualquier economía: gastar menos de lo que ingresa. Por eso, eliminar gastos superfluos y comparar precios antes de comprar son los consejos del economista. “En momentos de alta inflación hay mucha dispersión de precios. A veces caminar una cuadra nos significa pagar menos por un producto”, aclara.

“Son números chicos, no los consideramos pero suman en el monto final. Por eso, el ejercicio que recomiendo es tomar nota de ese gasto hormiga, después multiplicarlo por 7, luego por 4 y luego por 30 días del mes. En un año tendremos un aproximado de lo que representa en nuestro presupuesto. Les aseguro que se van a sorprender”, resume Cecilia Sánchez, especialista en economía familiar. Y el tercer paso es revisar. Los expertos proponen hacernos preguntas conscientes sobre lo que consumimos. Pero debemos poner de nuestra parte para decidir si eso que estamos comprando es algo que podemos suprimir y en tal caso, qué otra cosa podemos hacer con ese dinero.

¿Vale la pena seguir gastando en ello? Si la respuesta es sí, entonces se debe modificar el presupuesto e incluir esos gastos. De lo contrario, deberán ser suprimidos y pensar en alternativas. “Desayunar en casa antes de salir, para la cual debemos levantarnos antes, o llevar a nuestro trabajo una vianda desde casa, cargar en nuestro bolso una botella que podamos recargar con agua para evitar comprar bebida en un kiosco, planificar el menú semanal para evitar pedir a último momento delivery, entre otras ideas son hábitos que habrá que incorporar a la rutina diaria”, aconseja Celeste Sánchez.

Ser protagonistas

Ordenar la economía familiar plantea inicialmente un cambio de mentalidad. Los economistas advierten que para lograrlo se debe perder el miedo y enfrentarse a los hechos. “Asumir la responsabilidad sobre mis finanzas, ser protagonista, como en todos los órdenes de la vida”, reflexiona Gabriel Fridrij.

La conducta del gasto, ahorro e inversión es independiente de los montos de ingresos en cada hogar. “Quien no cuida sus gastos y no sabe ahorrar e invertir así gane $ 250 mil pesos o $ 1 millón, no podrá ahorrar, porque siempre le faltará”, explica. La educación financiera cobra aquí una relevante importancia por lo cual aprender sobre inversiones, leer, tomar clases y sumar conocimientos será clave.

Sofía Ferrari es psicóloga y tiene tres hijos, ella y su marido son de los pocos que ordenan los números en casa con papel y lápiz en mano. Lo hacen desde que se casaron y les ha funcionado en todo momento, más aún después de la llegada de los chicos. “Tengo un presupuesto mensual de gastos fijos y otro de gastos variables, eso nos ayuda a saber que gastos, ahorros o inversiones podemos hacer cada mes”, cuenta Sofía. “Anoto todo.Tengo un grupo de whatsapp con los registros de los gastos diarios, ya sean de un kiosko o el supermercado, todo se anota y a fin de mes se revisa y se decide cómo seguir”, explica.

Los chicos han ido aprendiendo a ser responsables con el manejo del dinero. “Tratamos de educar a los chicos, acorde a sus edades, en la administración de sus cosas, para que sean financieramente responsables. Desde compras en el kiosko del cole, hasta salidas a comer afuera”, resume Sofía.

Pero, en la gran mayoría de las familias no se emplea este sistema. Por desconocimiento o por considerar que es más complicado de lo que resulta al final, muchos hogares hacen planes en base a percepciones y no con planilla en mano. Y ahí está la diferencia.

“En base a mi experiencia, en cursos que dicté hace algunos meses, puedo decir que de 50 personas, solo tres o cuatro llevaban un registro ordenado siguiendo un modelo de presupuesto familiar. Lo positivo es que muchos de ellos notaron luego los beneficios de ordenar sus finanzas”, cuenta Gabriel Fridrij, economista.

Tomar conciencia y cambiar la mentalidad son las premisas para empezar a realizar un análisis de la información en casa.

Diciembre se fue dejando una inflación del 29% y de acuerdo a los pronósticos, los meses que vienen van por la misma senda.

Mientras los sueldos se estancan, los precios de alimentos, bebidas, combustibles, transporte, luz, agua y una enorme lista suben desenfrenados. “Lo que queda para la economía familiar en este contexto, y dependerá mucho por supuesto de los niveles de ingresos de los que estemos hablando, será la planificación financiera, la priorización y recorte de gastos, la gestión inteligente de pagos y la gestión de ingresos adicionales. La realidad de cada familia es singular, pero algo que es común a todas es la necesidad de planificar, ordenar, y priorizar como primer paso”, advierte la economista María José Romano Boscarino.

“Sea cual sea el escenario en los meses venideros, la educación financiera es central. Es una herramienta que debemos exigir y priorizar para lograr bienestar financiero. Sobre todo, en un país tan volátil y complejo como el nuestro”, resume.

No hay plata: cómo ahorrar en tiempos de crisis y evitar el gasto hormiga

Presupuesto, orden y ahorro

Si el presupuesto familiar permite ahorrar, los analistas proponen algunas alternativas para hacer rendir nuestros ingresos y sacar ventajas mediante herramientas financieras simples y al alcance de todos.

- Separar mensualmente un 10% de mis ingresos para generar ahorro.

- Invertir ese ahorro en opciones como plazos fijos UVA que ajustan por inflación.

- Fondos de rescate: en caso de contar con sobrante de efectivo por unos días la mejor alternativa es invertirlo en estos fondos de rescate inmediato disponibles en el mercado.

Eso permite que el dinero genere rendimientos, aunque es posible que no le ganen a la inflación, pero es mejor que no invertirlo.

- Billeteras virtuales: Algunas ofrecen la posibilidad de separar el dinero en diferentes fondos para organizar y economizar los ingresos. Se puede dividir una parte para las cuentas del mes, otra para el ahorro o incluso para crear una reserva.

- Para aquellos con más conocimiento pueden acceder a fondos comunes de inversión que en algunos casos, generan rendimientos por arriba de la inflación.

- Comprar dólares MEP.

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