Tristeza en Atlético Tucumán: "Fuentecito" murió a los 92 años

Tristeza en Atlético Tucumán: "Fuentecito" murió a los 92 años

Fuentes trabajó durante 50 años en el "decano", su amor eterno.

UN HISTÓRICO. Fuentecito conocía a Atlético Tucumán como pocos. UN HISTÓRICO. "Fuentecito" conocía a Atlético Tucumán como pocos.
04 Diciembre 2023

César Alberto Fuentes, conocido en el mundo de Atlético Tucumán como "Fuentecito", murió hoy a los 92 años. El masajista era uno de los tipos más queridos en el "decano" por su amor incondicional al club en el que trabajó durante 50 años.

En 1969 encontró su lugar en el mundo en 25 de Mayo y Chile. A partir de ese momento su vida no fue la misma. El ex enfermero estaba jubilado del sanatorio Modelo y del hospital Centro de Salud, pero que no cobraba sueldo en Atlético: "vengo sólo por la emoción de estar acá. Atlético es toda mi vida, está en mi mente y en mis cosas todo el tiempo", comentaba en una nota de LA GACETA en 2019.

Festejó títulos, sufrió golpes duros como cada hincha, pero desde adentro. Aprendió a convivir con esa especie rara dentro del fútbol, en la que este tipo de héroes viven a la sombra de los grandes flashes, pero son una parte fundamental dentro de la enorme estructura.

En 2020, por la pandemia de coronavirus, tuvo que alejarse de Atlético y eso lo golpeó. "Dejar de ir al complejo o al club es casi como que una gran parte de mi vida se me fue. Me vine abajo, me puso muy triste perderme el día a día. Lo que yo sentía cuando estaba trabajando no puedo explicarlo con palabras. Y hoy ya no lo tengo. Ya fue y eso no me hace bien", confesó el año pasado.

"Yo siento que gran parte de mi vida la dejé ahí, en el club, en Atlético; y la verdad es que extraño mucho todo, muchísimo. Es un sentimiento muy profundo. Mi familia por ahí se me ríe como si yo exagerara, pero es así. Extraño mucho ir al club", se lamentaba.

Fueron muchos años los que vivió "Fuentecito" en el "deca". Sin embargo, asumía que fue un amor a primera vista: "Un día, un amigo que era canillita me llevó a ver un clásico contra San Martín. Ni bien llegué a la cancha, me di cuenta que esos colores eran idénticos a los de mi corazón. Y así nació el amor por Atlético. Prácticamente desde ese día viví para el club".

Hace poco más de 15 años contaba que soñaba con ver a Atlético en Primera. No sólo cumplió su sueño, sino que fue uno de los privilegiados en vivirlo desde adentro. Sus restos serán velados hasta las 21, en Flores. 

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