Misión urgente para Milei: ofrecer un curso de acción para revertir el empobrecimiento general

Misión urgente para Milei: ofrecer un curso de acción para revertir el empobrecimiento general

“Tiene que haber una innovación en la cultura política”, dijo Salvia.

Misión urgente para Milei: ofrecer un curso de acción para revertir el empobrecimiento general

Javier Milei recibirá un país donde el 40,1% de la población está sumergida en la pobreza, según los datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) para el primer semestre de 2023. Se trata de alrededor de 18,5 millones de habitantes con ingresos menores al precio de la canasta básica total ($ 111.746), donde 4,3 millones subsisten en la indigencia: son argentinos que ganan menos que lo que cuesta la canasta básica alimentaria cuyo valor en octubre ascendió a $ 51.975. El Indec calcula que la pobreza alcanza a casi seis de cada 10 niños y adolescentes: el segmento que tiene entre cero y 14 años. Es pobre el 42% de la población en el Noroeste, la región a la que pertenece Tucumán.

Las estrecheces materiales se expanden desde 2022. En 2021 hubo un descenso luego del pico del 42% de pobreza registrado durante el segundo semestre de 2020, en el momento más cruento de la pandemia. Al inicio del mandato del presidente saliente Alberto Fernández (diciembre de 2019), el 35,2% de los argentinos era pobre. Por los cambios metodológicos que hubo y el apagón del Indec, está discutido el dato oficial de 2015, cuando Mauricio Macri reemplazó a Cristina Fernández de Kirchner en la Presidencia de la Nación.

El último informe del Instituto de Estadística correspondiente a junio de 2023 revela que también está aumentando la desigualdad de ingresos de la mano de la caída del crecimiento, y del incremento sostenido y acelerado de la inflación, que afecta más a quienes ganan menos. Los números son alarmantes para el estrato bajo de la clase media, sector que cada vez accede a bienes y servicios de peor calidad. Es el síntoma vivo del ocaso de la llamada movilidad social ascendente.

Las brechas económicas se ven reflejadas en otras dimensiones y en el acceso dispar a los derechos. En términos de género, los varones ganan en promedio el 27,7% más que las mujeres. La Argentina, además, es uno de los países de América Latina con mayores asimetrías educativas en cuanto al aprendizaje de la lectura y de las matemáticas en la primaria. Según el Observatorio de Argentinos por la Educación, sólo uno de cada dos estudiantes comprende lo que lee al terminar el tercer grado. “La Argentina es la única nación de la región donde entre 2013 y 2019 empeoró la desigualdad de aprendizajes de estos alumnos y, al mismo tiempo, empeoró la desigualdad de ingresos”, dice un estudio reciente de la organización referida.

El empobrecimiento general con falta de oportunidades de desarrollo y proyección es la expresión más cabal y penosa del país que deja Fernández. Esta sensación trasciende los datos, y no distingue entre quienes poseen trabajo y los desempleados, y entre los “incluidos” y los marginados. En una entrevista con el diario La Nación publicada en mayo, Agustín Salvia, director del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina, trazaba este horizonte para la próxima gestión gubernamental: “tiene que haber una innovación en la cultura política. Si la política no hace un clic, entra en crisis el sistema porque estamos en un punto de saturación. La gente pide un curso de acción con certidumbre y líderes capaces de ofrecer eso”.

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