Unos regalan rosas, otros se depilan

Unos regalan rosas, otros se depilan

Metrosexual, retrosexual, metrosentimental o ubersexual... Unos pasan horas arreglándose. Otros prefieren conquistar con un ramo de rosas. Y a otros, no les importa.

08 Enero 2006
Tiempo atrás, los hombres hacían lo imposible para conquistar a una mujer. Escribían poemas, cruzaban el Atlántico y trataban de alcanzar la Luna por el solo objetivo que su amada pudiera tenerlos en cuenta algún día. Actualmente, se arreglan para ellos y los espejos son sus mejores amigos. La conquista quedó a un lado; ahora lo importante es sentirse bien consigo mismo y con el cuerpo.
Sin embargo, aún quedan algunos que creen en el poder de un gran ramo de rosas, y otros que no descartan la atracción de la poderosa testosterona. Y, para diferenciarlos, existen nuevas terminologías que tipifican a los hombres de este siglo. Los tucumanos no se escapan de ellas.

Espejito, espejito
El periodista inglés Mark Simpson inauguró un término que ya es conocido por muchos: Metrosexual (el prefijo metro viene de metrópolis. Se refiere a una tendencia exclusivamente urbana). Designa a aquellos especímenes con dinero para gastar en cosméticos, gimnasios y ropa exclusiva. No tienen vergüenza de hacerse tratamientos de belleza o usar cremas para la cara. Se afeitan o se depilan -casi todo el cuerpo- por una cuestión de estética. Dejaron de lado a la figura del "macho" que caracterizó a todos los hombres durante décadas. Y, aunque su sexualidad es muy cuestionada, ellos no tienen problema en mostrar su lado femenino. Son amigos de las cirugías estéticas y del botox.

Desde las cavernas
El mismo autor de la definición anterior pensó que nada podría existir si no hubiera una parte que se le opusiera. Por ello denominó retrosexual al opuesto del metrosexual. Este tipo de variante moderna del hombre de las cavernas le gusta dejarse la barba de varios días, no va al gimnasio (prefiere agarrar una silla y hacer bíceps); le gusta tener panza y comerse un buen asado preparado (obviamente) por él. Es el hombre que no puede aceptar que la mujer trabaje y sea el sustento del hogar. No le presta mucha atención a la ropa, pero tiene bien claro que nunca se pondría algo ajustado o de colores estridentes.

Flores y bombones
Otra tipificación es la del metrosentimental. Es aquel hombre que no tiene vergüenza en demostrar lo que siente en cartas, e-mails o delante de un numeroso público. El metrosentimental prefiere que su pareja disfrute más que él. No es un mito, existe. Es una persona romántica, tierna, sensible y divertida. Los bombones, los poemas y las flores son recursos insuperables para este soñador. Con él se puede tener una conversación interesante sin hablar de cosas fashion, de fútbol o de sexo. En todo momento estará pendiente de hacer reír y entretener, pero sin agobiar. Lo más importante es que es hombre de una sola mujer. Y la afortunada que lo descubra, deberá preguntar si tiene un hermano para presentárselo a sus amigas.

Igualdad de condiciones
En el libro "El hombre del futuro" de Marian Salzman, Ira Matathia y Ann O?Reilly, se define al ubersexual (uber significa muy o mucho en alemán) como hombres comunes, seguros de sí mismos y sensibles a la vez. Su virilidad se expresa a fondo en sus pasiones: el trabajo, el ocio y también las compras. Pero su característica sobresaliente es su capacidad de mantener relaciones igualitarias con las mujeres. No le tiene miedo a la independencia de la mujer. Es refinado y está atento al cuidado del cuerpo, pero con más distancia que el metrosexual.
El tucumano que no se encuentre en alguna de las tipologías, es importante que tenga en cuenta que los géneros puros no existen. Pero, de que los hay, los hay.


"Don Juan con fatiga crónica"

Metrosexual, ubersexual, metrosentimental. Son tipologías surgidas en los años recientes que intentan definir al nuevo hombre o al hombre del futuro.
Las clasificaciones, de una manera u otra, remiten a un cambio de lugar del hombre en la sociedad actual. La socióloga Roxana Laks explicó que esas caracterizaciones no son unidimensionales, sino que encuentran su complementariedad en la nueva mujer. "Es necesaria la redefinición de un nuevo hombre cuando en los últimos 50 años se han introducido más cambios en la condición femenina que en toda la historia de la humanidad", comentó la profesional.
Laks cita al sociólogo francés Gilles Lipovetzky, que hace alusión a la apatía seductiva masculina que, lejos de relacionarse con el terror disuasivo del género femenino, se liga con una cultura que privilegia lo relacional, lo auténtico, la búsqueda de calidad de los sentimientos y la valoración de la vida en pareja.
"Don Juan sufre fatiga crónica", dice el sociólogo francés.
"En una cultura donde la mujer se vuelve independiente y distante, en donde los vínculos son efímeros pero necesarios; metrosexual, ubersexual, ¿no serán nuevas estrategias de volver al originario imperativo de seducción masculina?", concluyó Laks.


Guía para conocer a su hombre

La sexóloga Mileva Pavicich sostiene que hay que liberarse de preconceptos al observar la conducta sexual. "Vivenciamos la sexualidad de acuerdo con nuestra personalidad, con nuestra infancia e historia, con el aprendizaje y el nuestro modo de estar en el mundo. Hay tantos tipos de sexualidad masculina como individuos", enfatizó. Por ello, se pueden encuentra los siguientes modelos:
El reservado: aquel que habla poco de su vida sexual. No se cuestiona ni pide demasiado.
El tímido: la sexualidad no ocupa un lugar importante en su vida. Se conforma con una rutina de placeres mínimos.
El express: puede hacer el amor a diario y es feliz con unos minutos de altas dosis de endorfinas y adrenalina.
El intelectual: es aquel que, por sumergirse en sus tareas o estudios, puede "olvidarse" de hacer el amor.
El deportista: el sexo contribuye a su performance y lo practica como una rutina donde se prueba a sí mismo.
El machista: considera que tener cubiertas sus necesidades sexuales es condición sine qua non para sentirse bien.
El explorador: se interesa por el tema. Le gusta descubrir sensaciones nuevas.
El equilibrado : su vida sexual está muy armonizada. La vivencia con gusto y en su medida justa.


METROSEXUAL
Las camisas de diseñadores o de marcas reconocidas son sus favoritas. Zapatillas último modelo -mientras más costosas, mejor- o zapatos extramodernos. El corte de pelo es fundamental. Desmechados, crestas o trencitas. Nada queda librado al azar. Pasa horas frente al espejo.

RETROSEXUAL
La ropa no le importa. Se siente más cómodos con la camisa o la remera más vieja. Zapatillas, zapatos... da igual. No lleva ningún accesorio, aparte del reloj a prueba de todo. Si le falta un botón es incapaz de coserlo, y le reclamará a su mujer que esté más pendiente.

METROSENTIMENTAL
Clásico, muy clásico. Chombas, camisas rayadas o lisas en colores pastel. Los pantalones de vestir, sólo en dos variantes: azul y arena. Se siente muy cómodo con el ambo (saco y pantalón), que hasta podría usarlo todos los días. Y el peinado tiene una sola variante: raya al costado.

UBERSEXUAL
Le gusta vestirse bien, pero no se preocupa demasiado. Usa traje de tres piezas para ocasiones especiales. Pieza básica: jeans, camisa por dentro del pantalón y zapatos náuticos. Usa anillos o cadenas que no resalten demasiado. Corte de pelo simple y una afeitada al ras.

PERFUMERIA
"Eligen diferentes tipos de fragancias. Los hay clásicos, como también jugados. Los primeros eligen perfumes fuertes, amaderados. Mientras que los otros se animan a usar fragancias nuevas, como las frutales", dijo Ariadna, vendedora de una perfumería. Entre los perfumes más comprados por los hombres están: Eau D?Issey, Carolina Herrera y Jean Paul Gaultier.

TIENDAS DE ROPA
"Nuestros clientes son clásicos y exigentes. Creo que los tucumanos son personas elegantes; les gusta vestir bien. Sin embargo, les cuesta salir de lo clásico", comentó José Romano, gerente de un negocio de ropa formal. Mientras que Luciana García, de un negocio de ropa más informal, dijo que los hombres son los más exigentes. "Se fijan en todo. Pasan horas frente al espejo", agregó.

ESTILISTA
"Lo que más piden es el corte desmechado. Tanto los que tienen pelo largo, como los que tienen muy poco. Este corte les da más volumen. Hasta las personas más serias prefieren un corte informal. Los jóvenes piden mechas blancas y los mayores, que se les tiñan las canas. Es muy bueno que ya no haya un techo de edad para hacerse lo que quieran", contó el estilista Robert Robles.

GIMNASIO
"Los hombres mayores de 40 años, hasta los de 55, son los que más se preocupan por el cuerpo, ya que a esa edad les agarra la andropausia (Parecido a la menopausia de la mujer. Pierden testosterona). Por lo general, lo que más hacen son pesas o corren en la cinta. Sin embargo, hay quienes vienen por salud", comentó Marcelo, encargado de un gimnasio del microcentro.

LIBRERIA
"Los hombres son de llevar libros que hablen sobre ellos mismos, como ?El metrosexual?, de Mark Simpson. Los ayudan a verse desde otra perspectiva y también llevan los que les permiten entender mejor a la mujer", señaló Cecilia Paz, encargada de una librería, quien agregó que "No le pidas peras al olmo" y "Los hombres son de marte y las mujeres de Venus", están entre los más leídos.

EJEMPLOS
El metrosexual por excelencia, que se convirtió en un ícono mundial de la moda, es el futbolista inglés David Beckham. Mientras que el representante retrosexual sería el duro Russell Crowe, en "Gladiador". Y si de románticos se habla, al nombrar a los metrosentimentales, E nrique Iglesias y Luis Miguel figuran en la lista. George Clooney es el ubersexual más deseado.