A los 83 años, un abuelo tucumano tiene un blog en internet

Cuenta que nació en Avellaneda y que Tucumán lo adoptó. Que su pasión se divide entre el club Gimnasia y Esgrima de la Plata y el tango. Y que su departamento está abarrotado por muchos libros y discos, desparramados por doquier. Hasta ahí, el blogger parece uno de esos jóvenes intelectuales, afines a lo popular y a las oportunidades de expresión que da internet.

Sin embargo, dos líneas más abajo, el escritor virtual desliza que tiene una hija y tres nietos. Que en vez de DNI, ostenta Libreta de Enrolamiento. Y que la web, pese a que hoy es su única editorial, representa un misterio insondable para él.

Solidario Alvo tiene 83 años y un blog al que nombró "Guardia Vieja". Según el registro de la propia página, el "abuelo blogger" comenzó su aventura informática el 5 de marzo de 2008 y, desde entonces, pese a la ingenuidad que confiesa en el mundo de las computadoras, agrega un post todos los meses y, a veces, más de uno por día.

"Guardia Vieja" está dedicado a una de las pasiones de Alvo: el tango. "Los navegantes perdidos que recalen aquí podrán encontrar alguna referencia oportuna para continuar su viaje, a través de letras, comentarios y reflexiones nocturnas de un viejo amante del 2x4", advierte en su texto inicial.

Los posts van desde las siete máximas del tango ("escritas en una noche insomne de verano", aclara Solidario) hasta una declaración profesa de su fanatismo por Carlos Gardel ("tuvo muchos imitadores, pero nadie dio con el talle", opina) pasando por una explicación detallada de por qué le gusta esa música. En ocasiones, los textos van acompañados de un audio cuya melodía no resultará muy difícil de imaginar.

De redacción prolija -y, según el tema, conmovedora- Alvo aporta citas (van desde su propio nieto hasta escritores conocidos), reproduce entrevistas y letras de canciones e incluye links a páginas relacionadas. Se muestra interesado por los comentarios, a los que contesta con frecuencia e incluso destaca en sus siguientes posts.

Además de esto, Solidario encuentra espacio para contar que es arquitecto y detallar sus películas favoritas y sus libros preferidos. Y arriba de todo, está su foto: en ella, los 83 años que acusan sus arrugas quedan empañados por el espíritu juvenil que presume su sonrisa. LA GACETA.com ©