Chicos y grandes participaron de la guerra de las almohadas

Chicos y grandes participaron de la guerra de las almohadas

Hubo más de 200 personas en el piletón, aunque el 60% había ido sólo a mirar. El fenómeno no duró cinco minutos, como ocurre en otros países, sino que la gente seguía sin parar. Mucha diversión. Lo convocó una consultora de Buenos Aires.

INSOLITO. Los tucumanos no pudieron ser puntuales, pero cuando se dio la señal de que debían comenzar, los almohadonazos no pararon. LA GACETA / INES QUINTEROS ORIO INSOLITO. Los tucumanos no pudieron ser puntuales, pero cuando se dio la señal de que debían comenzar, los almohadonazos no pararon. LA GACETA / INES QUINTEROS ORIO
14 Mayo 2007
El piletón del parque Avellaneda fue escenario de una experiencia tan inédita como absurda, pero claramente desestresante: una guerra de almohadas. La soleada tarde del domingo fue la ocasión ideal: más de 200 personas -adolescentes, chicos y adultos- respondieron de inmediato a la convocatoria, a pesar de que había sido hecha con sólo tres días de anticipación.
Fue una guerra de almohadas “a la tucumana”, señaló uno de los organizadores, Eduardo Cano, de la consultora Alta Idea.com.ar. “Esto se hace en todo el mundo, y siempre empieza puntualmente. Aquí, no sé por qué, la gente llegó más tarde y tuvimos que empezar a las 17.15, cuando estaba prevista para las 17. Además, aquí la gente no se iba...  Nos pidieron un par de rounds más. luego siguieron pidiendo otro. No se cansaban. En otros lugares del mundo, la gente hace una guerra de cinco minutos y se terminó, todo el mundo a su casa”, explicó sorprendido el joven porteño.
“¡Esto es redivertido!”, comentó muerta de risa Agustina (14 años), que estaba acompañada por su mamá, Norma, y por tres compañeras del colegio Imep. “Me parece una experiencia colectiva estupenda. Es bueno hacer aquí, en público, lo que uno no puede hacer en su casa”, dijo la señora después de haber pegado almohadazos a diestra y siniestra hasta quedar agotada. Fede (28 años), previsor, concurrió con un casco. ¡Y lo bien que hizo!... porque a Mariano (20) casi lo desnucan.
En cada round se levantaba una nube de polvillo y varias almohadas quedaban despanzurradas en el piso, que terminó alfombrado de gomaespuma.
“Otra característica de aquí es que el 40% participa y el resto son ‘mirones’”, señaló Cano y contó que Alta Idea.com.ar es una consultora de imagen integrada por facilitadores de nuevas estrategias de comunicación y tecnologías sociales. Según explicó, su misión es encontrar nuevas formas de convocatoria a fenómenos sociales que puedan servir a las empresas.

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