Sigue el rescate de víctimas del incendio en Paraguay

Sigue el rescate de víctimas del incendio en Paraguay

Más de 20 testigos afirman que las puertas del comercio fueron cerradas cuando se inició el fuego. Tres días de luto.

03 Agosto 2004
PARAGUAY.- El país inició ayer tres días de duelo por los 370 muertos que causó el incendio, el domingo, de un centro comercial en Asunción. En su mayoría, los cadáveres no identificados y para identificación fueron llevados hasta la sede del Ejército. El resto fue entregado a sus familiares.
Santiago Velazco, portavoz de la Policía, indicó que se encontraron 44 restos irreconocibles que serán examinados por peritos españoles que llegarán hoy con un laboratorio especial. Cuerpos totalmente calcinados sembrados por el piso, algunos pegados contra otros, fueron encontrados en el sector de la carnicería, el patio de comidas y el estacionamiento. Hasta anoche seguía el rescate y se presume que podrían llegar a 400 las víctimas mortales.
El fiscal general Oscar Latorre dijo que no podía asegurar que las puertas del centro comercial hayan sido cerradas. En cambio, el fiscal Edgar Sánchez dijo que acusará al dueño del centro comercial Ycuá Bolaños, Juan Pío Paiva, de homicidio culposo.
Una veintena de testigos relató que los responsables del local cerraron las puertas para que nadie saliera sin pagar. Paiva niega que su personal haya bloqueado las salidas . "Fue el humo negro y la rapidez con que se propagó el fuego... fue una tragedia", dijo. Paiva está detenido junto a su hijo Daniel. El portavoz del Cuerpo de Bomberos Voluntarios, Roque González, confirmó que las puertas estaban cerradas cuando ellos llegaron. Relató que personal de seguridad del centro comercial disparó contra un bombero cuando este intentó abrir la entrada principal.
Fernando José Sánchez, un joven de 21 años, dijo que fue testigo de que las puertas fueron bloqueadas para que nadie pudiera salir. "Son unos criminales -dijo-. Mi hermano está desaparecido. Mi papá llevó ayer un cadáver a la morgue, que se parecía a mi hermano, pero en la morgue, cuando se lo limpió, nos dimos cuenta de que no era", expresó.
El incendio se inició por efecto de la explosión de gas contenido en tanques industriales. El fuego se propagó y consumió el establecimiento en media hora, cuando entre 500 y 700 personas realizaban compras o disfrutaban del patio de comidas.

Embarazada
María Fariña de Meza trabajaba desde hacía siete meses en el patio de comidas del supermercado. La joven, que está embarazada, pudo ser auxiliada y derivada al Sanatorio Italiano, en donde, al notar los médicos la intoxicación causada por la inhalación de gases tóxicos, decidieron realizar una cesárea. El bebé se encuentra en estado gravísimo, con asistencia respiratoria.
Otro sobreviviente de la tragedia, Francisco Núñez, dijo que su mujer está desaparecida. "Estábamos comprando carne cuando sentimos que el techo se desplomaba. Comenzamos a correr y mi esposa cayó, empujada por la multitud que trataba de huir. En la avalancha ya no pude regresar ni mirar hacia atrás", relató.
Otro sobreviviente, Hernán Tomai, dijo que cuando vio que el techo se incendiaba tomó a una persona de su ropa al tiempo que gritaba "¡agachate!" a quien creía era su madre. "Cerré los ojos y empecé a rezar, y a pedir disculpas por todo lo que hice", explicó Tomai, y relató que cuando abrió los ojos descubrió que la persona a quien había salvado no era su madre, quien aún está desaparecida. (NA-Especial-DyN-Télam)

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