Los jóvenes emprendedores rurales enfrentan el desafío de desarrollar sus propias compañías

Los jóvenes emprendedores rurales enfrentan el desafío de desarrollar sus propias compañías

Unos 200 asistentes tuvo el seminario que la Sagpya de la Nación organizó esta semana. El Prosap promociona e incentiva el desarrollo de proyectos agrícolas y de servicios.

OBJETIVO. De la Arena dijo que promueven el arraigo en el campo. LA GACETA / ANTONIO FERRONI OBJETIVO. De la Arena dijo que promueven el arraigo en el campo. LA GACETA / ANTONIO FERRONI
16 Noviembre 2007
La Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos de la Nación realizó esta semana en Tucumán el Seminario “Desarrollo Emprendedor y Creación de Empresas en el Medio Rural”, en el marco del Proyecto Jóvenes Emprendedores Rurales. El encuentro se llevó a cabo en el Auditorio de la Federación Económica de Tucumán (FET), que contó con la participación de unos 200 jóvenes.
Expusieron especialistas del Instituto Nacional Agropecuario (INTA), de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT), de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN), de la Universidad del Norte Santo Tomás de Aquino (Unsta) y de la Universidad de San Pablo (USPT) de la    provincia de Tucumán.
El Proyecto Jóvenes Emprendedores Rurales es una iniciativa del Programa de Servicios Agrícolas Provinciales (Prosap) de la Sagpya y tiene como objetivo apoyar la creación de emprendimientos de carácter agropecuario, agroindustrial, agroalimentario o de servicios. También alienta la diversificación y la innovación productiva.
Este Programa se difunde en todo el país con el objetivo de incentivar nuevas ideas de jóvenes agropecuarios, a fin de que puedan desarrollar un negocio sustentable.
Uno de los expositores fue Gustavo de la Arena (foto inferior), coordinador general del Programa, que dialogó con LA GACETA Rural de la siguiente manera:

-¿Qué desafíos plantea la creación de empresas rurales?
El Proyecto Jóvenes Emprendedores Rurales, como iniciativa de la Sagpya, se plantea fomentar el arraigo, atacar la migración y, en este contexto económico favorable, impulsar la creación de nuevas empresas, de nuevos negocios en el medio rural, tanto de actividades agropecuarias como de servicios. Por un lado, buscando evitar la migración, para brindar posibilidades. Pero este proyecto también es un instrumento de cambio, de innovación y de una posibilidad para desarrollar los propios negocios.   
El proyecto ha desarrollado métodos de apoyo para fomentar la motivación, aumentar las competencias emprendedoras, facilitarles el acceso a las redes de apoyo y para  brindarles mayor capital social y el acceso a los recursos. De esta manera, será cada vez más la cantidad de jóvenes dispuestos a emprender un negocio propio y, además, serán menos los fracasos de aquellos que emprenden.

-¿Cuáles son los inconvenientes que traban el inicio de nuevos emprendimientos?
-Hay un cambio notable que tiene que ver con las mejores condiciones macroeconómicas positivas). Hay muchos proyectos productivos y planes de negocios que tienen grandes posibilidades.
Si bien el crédito en la Argentina no se ha resuelto totalmente y sigue siendo una limitante, se ve una reactivación del ánimo y del entusiasmo, y nosotros, en el marco del proyecto, hemos verificado que estos instrumentos son efectivos.

-¿Cuáles son las inquietudes que manifestaron los emprendedores tucumanos?
-La comercialización aparece como un problema importante, sobre todo para comerciar las producciones tradicionales.
De lo que se trata es de apoyar a estos jóvenes y de acompañarlos para resolver las trabas y los problemas que tienen mediante la asistencia técnica, la consultoría, la tutoría, o la capacitación.

-¿Qué conclusiones extraen de este seminario?
-Tuvimos una presencia numerosísima de organizaciones, de instituciones públicas y privadas, interesadas y especializadas en el desarrollo productivo y en el desarrollo local. Lo que nosotros vinimos a hacer es acercar las metodologías específicas para trabajar la motivación y las competencias, para hacer más efectivo el proceso de ayuda. Pero son muchas las capacidades que tienen las instituciones de Tucumán, y sobre todo vocación de apoyo al desarrollo productivo.

-¿Qué proyectos quieren desarrollar los jóvenes tucumanos?
-Son ideas variadas. Son muy fuertes las ideas de las producciones agropecuarias, animales o vegetales tradicionales. Pero nosotros también les mostramos la importancia que tienen los servicios a la producción. Incluso, les presentamos el turismo rural como una oportunidad para los negocios, dadas las capacidades que tienen los jóvenes de emprender nuevos proyectos y por su capacidad permanente de aprender.

-¿Qué tipo de ayuda reciben del Gobierno nacional?
-La Sagpya desarrolla este proyecto desde hace dos años, con apoyo del INTA y del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación. En esta etapa, transferimos y acercamos instituciones que fomentan el desarrollo productivo, poniendo en común metodologías para apoyar sistemáticamente a los jóvenes.

-¿Es el momento de encarar un emprendimiento rural?
-Pasada la década del 90, que dejó un tejido productivo muy deteriorado, con menos unidades de producción y menos empresas, es necesario que en este marco de reactivación económica actual recuperemos la cantidad de empresas, primero, y después, multipliquemos la cantidad de empresas.
Por otra parte, es necesario asesorar a los jóvenes rurales sobre la alternativa que significa abrir sus propios negocios, facilitarles e igualar las oportunidades, de tal manera que la migración sea una elección en libertad y no una decisión forzosa. El Proyecto tuvo una fase piloto que trabajó con 2.000 jóvenes en un proceso de capacitación, y con otros 1.000 jóvenes que han sido apoyados en la puesta en marcha de sus proyectos, en los 15 centros de desarrollo emprendedor que tenemos actualmente. Los jóvenes tienen más capacidad de meterse en otros eslabones de la cadena productiva, como la comercialización y la logística.

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