21 Junio 2007
SUCRE.- Cercada por sectores movilizados para que se cumplan sus demandas, a dos días de que concluya el plazo para la entrega de los artículos constitucionales concertados en las 21 comisiones que la componen, la asamblea que redacta la nueva Constitución se hallaba ayer al borde del colapso. El 6 de agosto debería estar lista la Carta Magna prometida por el presidente, Evo Morales, para refundar el país dando más poder a la mayoría indígena y reforzando el control estatal sobre la economía.
En las últimas horas, cuando los asambleístas se aprestaban a posponer los términos fijados para la Constituyente, el gobernante partido MAS (Movimiento al Socialismo) cedió a las demandas de autonomía de las universidades públicas. Las casas de altos estudios de los nueve departamentos se hallaban movilizadas para defender su autonomía administrativa, que les permite manejar recursos que ascienden a unos U$S 210 millones anuales. El gobierno pensaba imponer un sistema de control social sobre dichos recursos.
Duro encontronazo
En cambio, la Asamblea seguía ayer lejos de satisfacer las exigencias de Santa Cruz, Tarija, Beni y Pando, las cuatro regiones autonómicas enfrentadas al jefe de Estado. El choque entre el gobierno y estas regiones, que formaron una junta autonómica y llamaron a la resistencia civil contra el Estado “plurinacional” que pretende Morales, se agravó seriamente. El presidente denunció afanes golpistas de estos sectores del rico oriente y sur bolivianos, que había llamado a las Fuerzas Armadas a rechazar el proyecto oficial de Constitución. Según un diario de La Paz, hubo cambios sorpresivos en varias de las unidades del Ejército. Según el vocero del Ejército, los cambios son parte de una decisión administrativa y no son motivo de alarma. Pero fuentes del gobierno dijeron que los relevos son ajustes para garantizar la seguridad presidencial en momentos en que se habla de una posible conspiración. Por su parte, el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, general Wilfredo Vargas, en línea con el pensamiento de Morales, afirmó que no permitirá la desintegración del país ante posturas divisionistas de sectores oligárquicos del oriente. (Reuter-Télam)
LA PAZ.- La junta que representa a Santa Cruz y a Tarija, distritos donde se concentran casi todas las reservas bolivianas de crudo y gas natural, y a las regiones amazónicas de Beni y Pando postula que la autonomía llegue sólo hasta los gobiernos departamentales. Están en juego tanto el manejo de crecientes recursos generados por las exportaciones de hidrocarburos como la distribución de tierras, un asunto en el que la llamada revolución agraria de Morales choca con los grandes empresarios agrícolas y latifundistas de Santa Cruz. Morales quiere que las comunidades indígenas no sólo tengan autonomía económica, sino también un sistema de justicia comunitaria y la potestad de autorizar o negar la explotación de recursos naturales, como los hidrocarburos y los minerales. (Reuter)
En las últimas horas, cuando los asambleístas se aprestaban a posponer los términos fijados para la Constituyente, el gobernante partido MAS (Movimiento al Socialismo) cedió a las demandas de autonomía de las universidades públicas. Las casas de altos estudios de los nueve departamentos se hallaban movilizadas para defender su autonomía administrativa, que les permite manejar recursos que ascienden a unos U$S 210 millones anuales. El gobierno pensaba imponer un sistema de control social sobre dichos recursos.
Duro encontronazo
En cambio, la Asamblea seguía ayer lejos de satisfacer las exigencias de Santa Cruz, Tarija, Beni y Pando, las cuatro regiones autonómicas enfrentadas al jefe de Estado. El choque entre el gobierno y estas regiones, que formaron una junta autonómica y llamaron a la resistencia civil contra el Estado “plurinacional” que pretende Morales, se agravó seriamente. El presidente denunció afanes golpistas de estos sectores del rico oriente y sur bolivianos, que había llamado a las Fuerzas Armadas a rechazar el proyecto oficial de Constitución. Según un diario de La Paz, hubo cambios sorpresivos en varias de las unidades del Ejército. Según el vocero del Ejército, los cambios son parte de una decisión administrativa y no son motivo de alarma. Pero fuentes del gobierno dijeron que los relevos son ajustes para garantizar la seguridad presidencial en momentos en que se habla de una posible conspiración. Por su parte, el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, general Wilfredo Vargas, en línea con el pensamiento de Morales, afirmó que no permitirá la desintegración del país ante posturas divisionistas de sectores oligárquicos del oriente. (Reuter-Télam)
Se reedita el antiguo choque entre Oriente y Occidente
LA PAZ.- La junta que representa a Santa Cruz y a Tarija, distritos donde se concentran casi todas las reservas bolivianas de crudo y gas natural, y a las regiones amazónicas de Beni y Pando postula que la autonomía llegue sólo hasta los gobiernos departamentales. Están en juego tanto el manejo de crecientes recursos generados por las exportaciones de hidrocarburos como la distribución de tierras, un asunto en el que la llamada revolución agraria de Morales choca con los grandes empresarios agrícolas y latifundistas de Santa Cruz. Morales quiere que las comunidades indígenas no sólo tengan autonomía económica, sino también un sistema de justicia comunitaria y la potestad de autorizar o negar la explotación de recursos naturales, como los hidrocarburos y los minerales. (Reuter)
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