Bush afronta una oleada de críticas

La Alianza Atlántica (OTAN) participa por primera vez en un operativo humanitario. Recuperan más cadáveres. Mientras baja el agua en Nueva Orleáns, crecen las denuncias por el mal desempeño del gobierno luego de la catástrofe. El jefe de protección civil en la zona fue relevado.

CENSURA. El gobierno amenazó a la prensa con sanciones si difunde imágenes de cadáveres como esta, registrada en Nueva Orleáns. CENSURA. El gobierno amenazó a la prensa con sanciones si difunde imágenes de cadáveres como esta, registrada en Nueva Orleáns.
10 Septiembre 2005
WASHINGTON.- Mientras el agua comenzó a bajar a razón de unos 10 centímetros por día en Nueva Orleáns, lo que permitió recuperar hasta ahora casi 200 cadáveres, arreciaban ayer las críticas al presidente, George W. Bush, por la lentitud del gobierno para actuar ante la crisis tras el paso del huracán "Katrina". Otro fenómeno similar cobraba ayer fuerza en el Atlántico: el huracán "Ofelia", que amenaza la costa estadounidense. Los Estados de Georgia y Carolina del Sur fueron declarados en alerta. Será otra prueba para Washington. Hace días que la prensa estadounidense critica a Bush por su falta de liderazgo en media de un desastre de esta magnitud. Además, denunció que no se ha dado ayuda suficiente los refugiados poque son de raza negra en su gran mayoría.
Ayer se sumó a las críticas Colin Powell, ex secretario de Estado y figura emblemática para los estadounidenses. El general retirado acusó duramente a la Casa Blanca por lo que se hizo antes y después del paso del huracán. "Hubo advertencias tempranas más que suficientes sobre los peligros de huracán para Nueva Orleáns. No sé por qué no se actuó a tiempo", declaró. Muchos líderes políticos han sugerido que Powell asuma la coordinación de las tareas de socorro. Sin embargo, Bush dijo ayer que se está actuando tan rápida y efectivamente como cuando cayeron las Torres Gemelas, el 11 de setiembre de 2001, en un atentado terrorista. No obstante, relevó al director nacional de Protección Civil, Michael Brown, como jefe de las operaciones en la zona del desastre. Brown regresó a su oficina central en Washington.
El vicealmirante de la Guardia Costera, Thad Allen, reemplazante de Brown, asumió la coordinación de la evacuación forzada de la ciudad, decretada por el alcalde Ray Nagin. Allen dijo que, por las buenas o por las malas, la ciudad debe quedar vacía. "No queremos más muertos", dijo en alusión al riesgo sanitario al que se exponen los residentes que se niegan a acatar la orden.
Por otra parte, llegaron al país alimentos, agua y equipos de depuración, tiendas y helicópteros para la atención de un millón de refugiados, que han aportado los países socios de la OTAN. Por primera vez en la historia, la alianza atlántica encara un operativo humanitario. La OTAN enviará en barcos 600 camiones para el transporte de víveres.
En tanto, más de 1.000 médicos cubanos seguían ayer listos para viajar a EE.UU. a ayudar a las víctimas, pese a que Washington no aceptó la oferta humanitaria del presidente Fidel Castro. (Reuter-TELAM-SNI-DPA)

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