“No me gusta guardar rencor”

Muchas veces fue blanco de críticas pero él siempre se mantuvo al margen. Rodrigo Moreira trata siempre de estar alejado de las polémicas; trabaja día a día tratando de perfeccionarse como jugador, siempre se muestra feliz y ahora también deja de lado el rencor.

“Soy de dar vuelta la página y mirar siempre hacia adelante. Siempre dije que somos personas y podemos fallar, pero nunca voy a buscar revancha porque no me gusta guardar rencor”, le confiesa a LG Deportiva pocas horas después de haber vuelto a jugar y, sobre todo, de haber mostrado un muy buen nivel contra Almagro.

Su último partido como titular había sido el 22 de septiembre de 2019 (en la victoria como local ante Brown de Adrogué) y esperaba ansioso la oportunidad de demostrar que puede volver a serle útil a San Martín. Por ese motivo, si bien lamentó haber ingresado por la lesión de un compañero, lo hizo con la cabeza firme en rendir, en aprovechar su oportunidad y en tratar de evitar cualquier error de esos que en más de una ocasión le jugaron una mala pasada.

“Jugué con cabeza puesta en hacer las cosas con simpleza, en evitar cualquier distracción o hacer cosas innecesarias. Por suerte todo salió como esperaba en lo personal. Pude volver a jugar en un buen nivel a pesar de que la cancha estaba pesada y eso muchas veces te complica, más si no venís con ritmo”, explica con la conciencia tranquila del deber cumplido, y “chocho” porque el esfuerzo de los últimos meses se vio reflejado en cancha. “A esto lo venía esperando desde hace mucho tiempo. A la pretemporada la encaré con muchas ganas, puse mucho esfuerzo con el objetivo de estar listo el día que los DT me necesitaran”.

Moreira había perdido la titularidad debido a una gripe. Por esa afección tuvo que ver desde afuera el duelo contra Tigre y a partir de ahí Emiliano Amor se quedó con el puesto. Fue un golpe duro, justo cuando quería demostrar que podía recuperar su mejor versión. “Sufrí mucho”, admite dejando en claro que esa salida lo impulsó a volver con todo. “Me puse como objetivo volver a jugar y demostrar un buen nivel. Por suerte, todo salió como esperaba. Eso sí, no es nada sencillo volver a jugar después de tanto tiempo”.

Todo hubiese sido perfecto para Moreira si el juego terminaba en victoria. El gol de Almagro fue un golpe seco al mentón y cortó un poco la alegría por su nivel. “Es una lástima que no hayamos podido ganar. Hicimos un buen partido, todo el gasto y la verdad es que nos molestó empatar de la manera en la que lo hicimos. Fue una jugada aislada la que nos dejó sin el triunfo”, asegura ya metido de lleno en lo que viene y pidiendo que lo que pasó sirva de enseñanza. “Debemos jugar sabiendo que no podemos dar ninguna ventaja porque todos nuestros rivales juegan con la motivación de bajarnos. Además, el lunes Sarmiento nos dio una chance más y no podemos desaprovecharla”.

Dálmine aparece en la mira como otra prueba de fuego y pese a que no sabe si le tocará jugar, él sólo piensa en el objetivo general. “Somos los punteros y debemos ir a Campana a ganar; debemos jugar como lo hicimos cada vez que nos presentamos como visitantes en este campeonato” firma, antes de analizar al rival de turno. “Es un equipo que viene de ganarle a Instituto en Córdoba, que sabe cerrarse bien y que tiene jugadores rápidos de mitad de cancha hacia adelante. Hay que estar atentos y no cometer errores”, finaliza.

Moreira está feliz y quiere disfrutarlo sin dedicatorias. Buscar venganza no es su estilo y sólo aspira a estar al pie del cañón cada vez que los entrenadores requieran de sus servicios.