Cartas de lectores
11 Julio 2019

El discurso de Macri

Me gustó el discurso del ingeniero Mauricio Macri presidiendo ayer (por el martes pasado) la capital de la República por un día, San Miguel de Tucumán, cuna de nuestra Independencia, analizándolo tal cual lo dijo, sin pensar en segundas intenciones, si las tuvo o no, que serían tema de debate. Porque no siempre lo que el oyente percibe, es lo que el emisor quiso decir. Su contenido es exactamente igual al mensaje que ofrece “Tina. El rumor de una Nación”, increíble espectáculo que se ofrece hace un tiempo ya en la Sala del Bicentenario en San Miguel de Tucumán. La misma emoción patriótica que sentí finalizado el espectáculo (que volvería a disfrutar y recomiendo a todos que lo vean), experimenté al escuchar las palabras pausadas del Presidente. “Juntarnos”, pide la canción principal en la puesta. El discurso presidencial mostró como hoy, igual que hace 203 años, que nuestros próceres eran personas de carne y hueso con diferencias e incertidumbres, como nosotros, y que sin embargo supieron subsanarlas para tomar la difícil decisión de separarse de España. Algunos medios criticaron que el Presidente haya querido compararse a los grandes hombres de la Independencia. La comparación fue para todos los argentinos, comunes como lo fueron ellos, pero con deseos de seguir haciendo patria. En “Tina”, el mensaje es igual. ¿El guión lo habrá escrito Macri? ¿”Tina” tiene un mensaje político? Hay, como muestra el discurso, algo más importante y que está por sobre todas las diferencias, cualesquiera sean: el bien común. Algo que se olvida permanentemente en esta lucha fratricida dos siglos después. La Independencia comenzó el 9 de julio de 1816. Pero no es un proceso acabado. Como bien dijo una valiente tucumana en un video que se viralizó, increpando al doctor Manzur: “Aquí no somos libres, Gobernador, aquí se compran los votos”. El hombre, según un gran filósofo de la antigüedad, es un animal político. Siempre hay un trasfondo político en lo que cada uno de nosotros hace o dice. Pero no somos libres del todo ni lo seremos si de uno u otro lado se intenta llevarnos a la urna de la nariz, con el voto cerrado y pagado. No somos libres cuando el narcotráfico ayuda a fomentar la dependencia en las drogas. No somos libres cuando miramos a otro lado ante la violencia, la corrupción, la injusticia de la justicia; no somos libres cuando esperamos inertes que vuelvan próceres como San Martín, Belgrano, Güemes, Alberdi y tantos otros. Ellos no pueden volver, pero nosotros sí podemos continuar con esa labor. Y como dijo el señor Presidente, convertirnos en los próceres de hoy. Juntarnos... juntarnos. “Tina” me emocionó hasta las lágrimas. Las palabras del ingeniero Macri también. No hay que buscarle cinco patas al gato; no las tiene. No hay que buscar más razones para nuestros enfrentamientos. No las hay. Sólo la inmadurez de un pueblo, que dos siglos después, sigue enfrentado con odio, con resentimiento, con irrespetuosidad. Como Ariel García, ¿radical?, ¿legislador?. Hay de todo en la viña del Señor. Argentina necesita juntarse, crecer, acordar. Feliz con las palabras de nuestro Presidente. Muy orgullosa con “Tina”. Felicito a su director, al guionista, a los jóvenes actores. Juntémosnos. Como dice la oración por la Patria: “Concédenos la sabiduría del diálogo”. “Queremos ser Nación, para amar a todos sin excluir a nadie”.

María Estela López Chehín

Transporte público

El transporte público, por definición, es un servicio esencial, pero “Juan Pueblo” necesita que los legisladores lo manifiesten por ley, en forma clara y expresa. Y que en el texto de la misma figuren sanciones para los que incumplan con el servicio. Si el atraso salarial es de unos días, no se entiende la urgencia del paro; tampoco se entienden las declaraciones de la patronal diciendo que no pueden pagar. ¿De quién depende el mantenimiento de las concesiones a las empresas de ómnibus? ¿De quién, el mantenimiento de la personería jurídica de estos gremialistas tan poco solidarios con los miles de usuarios del transporte? Cuando era joven e idealista, creía que la mejor forma, la más noble herramienta que me ayudaría a ayudar a los más necesitados, era la política. Hoy recuerdo que la actividad sindical estaba en un mismo plano de valoración. Los choferes de ómnibus tienen familia y bocas que alimentar, pero creo que su forma de plantear una reivindicación justa no debe perjudicar a usuarios que ganan igual o menos que ellos. Ahora, los representantes del pueblo deben equilibrar la situación buscando que los beneficios sean para ambas partes.

René Carlos Roncedo

Los grandes hombres

En la edición del día de ayer 9 de Julio (el martes último), he leído con interés una carta de mi colega, amigo, comprovinciano y correligionario doctor Adolfo Valeriano Poliche. Yo no tengo nada que agregar a lo que formula con tanta claridad. No obstante, me permito hacer un aporte personal a lo dicho por mi colega. Como lector de LA GACETA, desde mi niñez tucumana en Monteros, he seguido con interés el pedido de declarar persona non grata a nuestro Presidente. Su pedido me hizo activar las neuronas de la memoria. Si bien no tiene relación con el pedido del legislador radical Ariel García, me hizo recordar un episodio tal vez olvidado por algunos compatriotas y desconocido por los más jóvenes. Hace unos años, cuando murió el presidente Perón, sus restos fueron velados en el Congreso en medio de una multitud de personas. Fue despedido con discursos de varios de los presentes. El doctor Ricardo Balbín, presidente del Comité Nacional, habló en nombre de la UCR; con la elocuencia que lo caracterizaba, pero con gran emoción, dijo: “Este viejo adversario despide a un amigo…” Para los que no lo recuerden, el doctor Balbín fue perseguido y hasta encarcelado por varios meses en Mendoza, por el entonces presidente Perón; esto no impidió que al regreso del prolongado exilio del ex mandatario, ambos hombres públicos se encontraron y tuvieron varias charlas que generaron la amistad que menciona el doctor Balbín. Traigo este hecho al recuerdo, porque así se comportan los grandes hombres que saben superar las diferencias políticas.

Ernesto T. Toledo

Pasajes de los senadores

La decisión tomada por la vicepresidenta, Gabriela Michetti, sobre el decreto que elimina el beneficio del que gozaban “hace muchos años” los senadores sobre acumular pasajes aéreos y terrestres no usados y canjearlos por dinero, fue muy acertada y la felicito. Ya es hora de poner un freno a todos estos abusos que eran pagados por “Juan Pueblo”. Además, le sugeriría que ampliara el decreto y que solamente se les otorgaran cuatro pasajes aéreos o terrestres por mes; si necesitan más que los paguen con el dinero del “desarraigo”, que es bastante generoso.

María Eugenia Ezquer

Escandalosa Copa América 2019

Luego del escándalo del FIFAGate (año 2015) que le costó la renuncia a Josep Blatter (ex presidente), Michel Platini y varios argentinos, entre ellos Alejandro Burzaco, luego de ser elegido presidente por mayoría de votos el señor Infantino (actual líder de dicho organismo) prometió una cosa: “acabar con la mafia en el fútbol, los sobornos, la corrupción, los referís y la incorporación de una tecnología en el fútbol llamada VAR (video assistant referee)”. Los seis organismos afiliados a la FIFA: Conmebol, Concacaf, UEFA, AFC, CAF y le dijeron a Infantino que iban a comprometerse para limpiar el fútbol, desde 2015 hasta el presente. De todo eso, lo que pasó con la Copa América 2019 fue el bochorno más grande de los torneos continentales a nivel sudamericano, donde los jugadores argentinos se vieron totalmente perjudicados contra las selecciones de Brasil y de Chile (expulsión de Messi). Lo que motivó que él dijera que eran “corruptos”. Allá por el año 1990, Maradona fue el primer futbolista en decir que eran unos mafiosos (Havelange y Grondona, ex presidentes de la FIFA y ex vice, respectivamente, ambos muertos, pero ninguno fue llevado a la justicia). Eso costó que Maradona fuera expulsado del Mundial 1994, con un doping que hasta la fecha se sigue hablando por sospechoso. Desde ahí nunca pudo ganar nada la Selección Argentina, hasta que apareció Messi, un jugador distinto, que fue quien nos llevó a una tercera final de un Mundial. Ese jugador, que era sumiso, les dijo “corruptos”, con sus 32 años; por primera vez de su boca salió una palabra tan dura para la Conmebol e indirectamente también para la FIFA, de que Argentina fue perjudicada para que Brasil sea campeón. El fútbol es un negocio donde se mueve mucho dinero, y es casi imposible que esta gente se retire: Domínguez, Infantino, todos estos referís, Zambrano, Vivar, etcétera. ¿Qué sanción tendrá Messi? No sé, pero tampoco creo que le apliquen algo duro, porque sin Leo la Conmebol y la FIFA recibirán menos dinero en sus arcas. Ojalá el fútbol sea salvado por gente que quiera el cambio, y no con estos impresentables. El fútbol reúne masas jamás vistas en el planeta, mueve multitudes; es un sentimiento, pero no se juega con la ilusión de la gente que todavía sigue creyendo que se gana jugando al balón. Pero detrás de esto hay algo que no se debe obviar, que se llama corrupción. Salvemos este deporte; depende de cada uno de nosotros.

Fernando Esteban Saade

¿Cómo salimos hacia adelante?

Expreso acá una pequeña forma de explicar cómo podemos hacer algo para salir adelante y permitirnos un largo período de desarrollo sin tantas inestabilidades económicas. En primer lugar, tenemos que fortalecer nuestro mercado interno, sin tantos bolsones de pobreza, y para comenzar a cambiar una de las herramientas es utilizar los fondos de los jubilados sólo como préstamos hipotecarios para viviendas. El mercado actual está exánime en cuanto a construcciones de viviendas. No existen ahora créditos accesibles ni para construir nuevas viviendas ni para mejorar algunas. Y por lo tanto, todo lo adherido a esta falta como son los trabajos de todo tipo en construcciones y los bienes de uso para vivir, cocinas, heladeras, estufas y otros, tienen a sus fábricas sin trabajo. Otra acción para resolver cómo dar trabajo a industrias que ahora no están a pleno se refiere a las retenciones al campo, lo que evita la decisión empresarial de los rurales de invertir en maquinarias y otros enseres del campo. El gobierno tiene cómo obtener recursos de los numerosos impuestos directos e indirectos que se cobran, y prestar los servicios que le corresponden por obligación: educación, salud, seguridad. Sin la ley fundamental que es el presupuesto nacional, diseñado para estos fines imprescindibles, no puede haber estabilidad ni un sostenido desarrollo. Se puede seguir manteniendo todo igual, pero no tendremos un país fuerte y capacitado para este siglo XXI Si la clase política gobernante no se compromete a elaborar un presupuesto de desarrollo tomando en cuenta este sistema de recursos, sin violar el origen de la caja de jubilaciones y la Constitución Nacional por las retenciones, todo puede ser en vano.

Carmelo J. Felice

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