¿Quién se hace cargo de las marañas de cables?

¿Quién se hace cargo de las marañas de cables?

Luego de un reordenamiento municipal quedaron restos de cableado aéreo peligrosos y que contaminan visualmente la ciudad

UN PELIGRO. En General Paz al 1.600 los vecinos se quejaron de una roseta que estuvo a punto de caer. LA GACETA / FOTO DE DIEGO ARÁOZ.- UN PELIGRO. En General Paz al 1.600 los vecinos se quejaron de una roseta que estuvo a punto de caer. LA GACETA / FOTO DE DIEGO ARÁOZ.-
24 Abril 2019

Herrumbrada y a punto de caer. Así estaba una estructura de una antigua instalación eléctrica pública que hasta hace unos días sólo era sostenida por los cables. Eso les preocupaba a los vecinos de General Paz al 1.600, que enviaron varias fotos al WhastApp de LA GACETA. “Tengo miedo de que se le caiga sobre la cabeza de alguien. Eso lo puede lastimar y hasta matarlo. Ni hablar si se desprende un cable”, opinó entonces Carlos Mendoza, que vive a unas dos cuadras del lugar, pero que camina por allí a diario. Ese caso es uno de los tantos que se repiten en toda la ciudad. Son restos de instalaciones difíciles de identificar, porque no cumplen con la ordenanza 2.114 que obliga a los diferentes servicios a que todo cable debe estar señalizado con una etiqueta colgante, entre otras cosas. Y esas peligrosas marañas sin nombre es lo que queda luego de que en 2016 la Municipalidad de la Capital desarrollara un plan de reordenamiento del cableado aéreo. ¿Y ahora quién se hace cargo de ese restante?

“Hemos tratado que los manojos pasen por esquina o por mitad de cuadra y que no sean una maraña en el espacio público. Ahora, luego de ese reordenamiento, lo que queda, lo que se ve son las subidas a los edificios. De todas formas insistimos a empresas de cable y telefonía que cumplan con la ordenanza. Siempre estamos detrás de este tema. Es una preocupación, pero ya se ha despejado bastante”, dijo a LA GACETA Luis Chrestia, secretario de Obras Públicas del municipio.

Además del reordenamiento y de los controles que hacen, Chrestia comentó que en gran parte del microcentro se han hecho en el último tiempo instalaciones subterráneas, como sucede con EDET y las empresas telefónicas. “Para que desaparezca lo que queda, será un proceso que llevará su tiempo. Aunque entendemos a los que necesitan que esté mas despejado el cielo”, añadió el funcionario municipal.

En Maipú al 400, hace un poco más de un mes, un manojo de cables que quedó pendiendo en el medio de la calle generó sustos y complicaciones en el tránsito. Defensa Civil municipal tuvo que cortar el tránsito durante varias horas, para que el personal de cinco empresas tuvieran que solucionar el problema del cableado, según explicaron operarios que trabajaron en el lugar.

“Al cableado eléctrico lo vemos como un problema cuando hay tormentas o cuando hay mucho viento y cae un poste que arrasa con los cables o una rama de árbol que corta esos cables. Ahí actuamos”, contó Eduardo Valdez, titular de Defensa Civil municipal.

Subterráneo

La Municipalidad “limpió” más de 200 cuadras del microcentro capitalino y exigiendo a las empresas prestadoras de servicios como telefonía, electricidad, internet, entre otros, a que respeten la ordenanza que también establece que no debe haber más de cuatro cruces perpendiculares por cuadra y deben estar a una altura mínima de 6,5 metros y que el cableado debe bordear las fachadas y mimetizarse en los frentes de las propiedades.

Sobre ese trabajo, desde Telecom, por ejemplo, resaltaron las modificaciones que vienen haciendo desde hace años para despejar el cielo del micro y el macro centro con un cableado de fibra óptica subterráneo y sostuvieron que lo que hoy se ve por fuera en esas zonas son en su mayoría cableados irregulares coaxiles de televisión por cable. Particularmente desde Edet, dijeron que 80 manzanas del centro de la ciudad tienen cables subterráneos y que el resto son cables preensamblados o mimetizados amurados a edificaciones. “Ya no queda nada del sistema viejo”, añadieron desde la Empresa de Distribución Eléctrica de Tucumán.

Contaminación visual

No sólo es peligroso para los peatones ese cableado colgante. “Uno de los mayores agentes contaminantes en paisajes urbanos corresponde al cableado en desuso, elementos que a pesar de dejar de prestar servicios, son mantenidos por las empresas operadoras durante años, revistiendo, además, un peligro latente para transeúntes”, publicaron medios locales de Chile, que manejaban datos sobre el cableado que ya no sirve para nada. De acuerdo a cifras del Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones, cerca del 40% del cableado de diversas ciudades del país vecino está en desuso. Entonces, sólo contamina la vista.

El diario digital del municipio de Viña del Mar cita un libro de una argentina para explicar el porqué de la importancia de erradicar esos restantes sin uso. En “Saneamiento ambiental e higiene de los alimentos”, de la escritora argentina Raquel Acosta, se define la contaminación visual como aquella que parte de “todo lo que afecte o perturbe la visualización de algún sitio, zona o paisaje, cargando aún más el espacio visual y superando la capacidad de absorción de datos que tiene el cerebro humano (…) llegando incluso a afectar la salud de los individuos”.

> Qué dice la ley
Regulación de la vía pública

La ordenanza 2114/93 y sus decretos reglamentarios (471/94 y  1144/01) es el instrumento que reglamenta el uso de la vía pública. Impone normas sobre todos los elementos fijos y móviles que pueden instalarse, como marquesinas y toldos; carteles de propaganda y publicidad; mobiliario urbano (cestos papeleros, refugios, farolas, etc.); o tendidos de redes de servicio. Se entiende por vía pública al espacio aéreo, superficial y subterráneo comprendido entre las líneas municipales de ambas aceras de cualquier vía del municipio abierta al uso público. La propiedad de este espacio es municipal y su uso es público.

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