20 Octubre 2018
ECONOMÍA. El precio final del producto depende de la calidad y del mercado.
El productor papero José Linares habló con LA GACETA Rural y resumió lo que fue la campaña productiva 2017, y el contexto en el que se desarrolla la actual etapa 2018, donde no deja de mencionar el impacto en los costos productivos de la suba de los combustibles y la devaluación del peso, frente al dólar, y su incidencia en insumos.
- La cosecha ha comenzado.
- Sí, efectivamente, en los primeros lotes. Venimos de un año difícil: de las heladas en invierno y de la sequía en primavera. Hay pocos lotes con papa de buen tamaño, así que le falta tamaño a la papa que estamos cosechando. Y hay que tener en cuenta que los mercados pagan de acuerdo a la calidad del producto.
Además, estamos enfrentando costos más altos a los que proyectamos, impactados por la suba de los combustibles y por varios insumos que nos facturan a precio dólar. Hoy, nuestros números, al comercializar, no permiten que seamos rentables.
Venimos de un 2017 con buenos precios. Hace dos semanas nos pagaban buenas cifras, pero apareció la papa de Tucumán y los números no permiten tener rentabilidad. Esperamos que mejoren los rindes y la calidad, pero obtendremos mejores precios en función, también, de la cantidad de papa ofertada. Veremos qué sucede la semana venidera, en función de cuánta papa queda de Córdoba y Buenos Aires, y ahí veremos qué tenemos en Tucumán.
- ¿Papa industria o papa consumo?
- En el caso de la papa a industria, los precios están en relación con sus costos, y la rentabilidad dependerá de la producción de cada lote, y hoy los rindes no son los esperados por el factor climático.
Esperamos que la producción de papa para industria tenga buenas rentabilidades, desde ahora y hasta fines de noviembre. Pero reitero que este es un año difícil: los costos aumentaron mucho, afectando nuestra economía. No es un año fácil para nadie, porque trabajamos para el mercado interno. Apostamos a que mejoren las condiciones económicas para que la gente siga comprando papa.
- Hay fábricas que hacen bastones de papa para exportar.
- Sí, es cierto. Algunos exportan porque tienen una mayor competitividad. Tienes mejores ingresos, pero no siempre se vuelvan al productor. Y aclaro que ellos (esos industriales) tampoco tuvieron un fácil fin de año 2017.
Seguramente este año tendrán más demanda del mercado interno, pero todo dependerá de la calidad y del precio para proveerlos. Esta situación de crisis, en general, de todos los paperos, tiene que revertirse: no podemos hacer nada con tasas del 70%; no hay actividad productiva que resista.
- ¿Es posible incorporar valor agregado?
- Tenemos en Tucumán pequeñas fábricas que hacen chips de papa en su zona. Y otros hacen bastones. Pero no hay otra opción, no hay capacidad económica para ponerse a pensar en alguna industrialización que le de valor agregado al producto. Seguimos encerrados en el mercado interno, respondiendo a la oferta y la demanda, con todos los vaivenes de esta actividad.
Lo más popular
