¿Y si salen campeones?

El sentido común futbolero indica que España se metió en la boca del lobo. Quedarse sin conductor a horas del Mundial debería ser sinónimo de debacle y más tratándose de un equipo que juega muy bien pero -a no olvidarlo- viene de sufrir dos golpes dolorosos: las eliminaciones del Mundial de Brasil y de la Eurocopa que coronó a Portugal, justo el rival que encontrará mañana. El papelón español, con todo lo que se hablará del tema en los días por venir, se roba los titulares y los análisis.

Pero vamos al fútbol. ¿Y si a España le va bien? ¿Se hablaría del “milagro de Fernando Hierro”? ¿O no sería la oportunidad de empezar a desmitificar un poco la injerencia que los técnicos pueden ejercer sobre un equipo? Hay un plantel de buenos jugadores, algunos muy buenos, y hay una idea de juego. Tal vez con esas bases, construidas mucho antes del inicio del ciclo Lopetegui, porque hacen a la identidad desarrollada por el fútbol español en el siglo XXI, les alcance para llegar lejos. Pero, sobre todo, sería una lección y una advertencia a la vez. Tal vez sea hora de darles a los técnicos la importancia y el lugar que se merecen. Este improvisado experimento español brindará interesantes respuestas.