Cartas de lectores
08 Septiembre 2017

Made in Argentina

En este 2017 se cumplen 30 años del estreno de la película del director Juan José Jusid “Made in Argentina”, basada en la obra escrita para teatro como “Made in Lanús”, por Nelly Fernández Tiscornia (docente rural y libretista de cine y televisión). Este film cuenta con cuatro actuaciones de lujo: Luis Brandoni, Leonor Manso, Patricio Contreras y Marta Bianchi, que en profundos diálogos retratan una Argentina sobreviviente de la última dictadura militar, la pobreza que esta dejó a su paso y el fantasma del exilio. Lo central de esta joya del cine nacional está en la dualidad de aquellos que debieron irse por la dictadura o desean encontrar en el extranjero un bienestar que su país les niega; y están los otros, los que se quedaron a repechar las adversidades de un país que, lejos de dar oportunidades, pega duros golpes a las ilusiones. Si bien esta película cumple 30 años, cada diálogo, escena, gesto actoral, describe en parte la realidad nacional de hoy. Los cuatro personajes centrales muestran actitudes distintas ante un país convulso y de pocas oportunidades, o al menos, para unos pocos. El personaje de Osvaldo, médico psiquiatra, que logró una buena posición económica en Estados Unidos, extraña su país, sus costumbres, o como él dice, “su olor”; en otras palabras, retrata el dolor del desarraigo. Mabel, su esposa, aún conserva el dolor de haber tenido que irse exiliada, dolor convertido en una suerte de resentimiento para con el país que la vio nacer y la expulsó a la vez. “El negro”, hermano de Mabel, sueña con irse y encontrar, como lo hizo su hermana, la prosperidad en EEUU, sin saber lo duro de dejar el suelo propio, para ser un ajeno en el afuera. Y “La Yoli”, esposa del negro: sin negar su rechazo a todo lo norteamericano, opta por dar batalla diaria a las amarguras de las injusticias que hoy muchos argentinos también sienten en su boca. Un filme imperdible que evoca los duros años 80 de la post dictadura militar y que a 30 años muestra que la Argentina no aprendió aún de sus errores. Para mirarla y pensar.

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Mario Alberto Villafañe

Avenida Silvano Bores 100

San Miguel de Tucumán


El “buen servicio” del agua

Me reiría si no fuera porque el tema amerita seriedad. Calvo, el gerente general de la SAT, asegura que el 60% de los usuarios gozamos de buen servicio (LA GACETA de ayer) ¿Qué entiende por “buen servicio”?. Vivo a cinco cuadras de la Plaza Independencia; somos dos los habitantes de la casa (casa, no departamento); pagamos en término el impuesto de las boletas de la SAT que llegan, es decir no somos morosas; toda la cañería del interior de la vivienda ha sido cambiada; no hay pérdidas de agua en el interior de la propiedad; pero he aquí que si alguna de las habitantes usa el baño, el agua que sale de la cocina o lavadero es un hilo, más bien diría es una nada. Debemos esperar el amanecer o la tarde-noche para hacer funcionar el lavarropas. ¿Esto es gozar de buen servicio? ¿Y si en lugar de ser dos fuéramos siete u ocho los habitantes? ¿Tendríamos que sacar turno para ir al baño, lavar la ropa o asearnos? Tengo edad suficiente para saber que desde que nací no se han cambiado en el centro de mi ciudad los caños de las cloacas por otros de mayor diámetro. Cada día hay más y más edificios en altura que lógicamente albergan a más gente; entonces ¿cómo puede decir que gozamos de buen servicio si cada tanto en la zona del centro se revientan las cloacas y el perfume invade la ciudad? Vamos, señor mío, debe ser más honesto y leer más LA GACETA con respecto a las quejas y fotos que presentan los usuarios que no dicen que gozan de buen servicio.

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Juana M. Farías

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Pobres y opulentos

La pobreza absoluta priva a sus víctimas del mínimo imprescindible para vivir, obligándolas a llevar una existencia denigrante por las enfermedades, el analfabetismo, la malnutrición y la miseria; existencia que constituye un insulto a la dignidad del hombre, que afecta hoy a la mitad de las personas que habitan en nuestra sociedad. En una población globalizada, la pobreza convive con la opulencia; la cercanía de estos dos hechos antagónicos produce un malestar creciente entre los pobres que claman por la justicia. Esta desigualdad constituye una amenaza creciente para la estabilidad social y el orden civil y puede fomentar violencia. Existen otros factores; la falta de activos y bienes económicos potencia su marginalidad y socialmente son maltratados y despreciados en instituciones del Estado y reciben el desprecio de algunos funcionarios. La integración de estos factores provoca una enorme sinergia negativa en este numeroso grupo de personas en el siglo XXI. En su momento, el Consejo de las Comunidades Europeas, en diciembre de 1984, considera la pobreza como “la situación de personas, familias y grupos cuyos recursos económicos, sociales y culturales son tan limitados que les excluye del modo de vida que se considera aceptable en la sociedad en que viven”. La pobreza tiene importantes aspectos psicológicos, ya que los pobres tienen una profunda conciencia de que su falta de voz, poder e independencia los expone a la explotación. Las pautas de la pobreza deben entenderse en cada lugar, cada grupo social. Ante este diagnóstico, la responsabilidad es de todos: políticos, instituciones públicas y privadas, de las empresas y de la sociedad civil. Los pobres claman por algo distinto.

Julio Argentino Gómez

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La habilitación de Menem

Repasando las noticias de LA GACETA del 30 de agosto, me encontré con el desagradable anuncio que se refiere a la habilitación del ex presidente Carlos Menem; otro fallo de la Justicia que demuestra una total falta de respeto a las leyes, a la hora de juzgar la conducta de los gobernantes que cometen delitos que causan serios daños al país. El ex presidente Menem fue denunciado por la venta ilegal de armas a Croacia y Ecuador, por la explosión de un arsenal en Río Tercero, que causó muertos y heridos. Todos estos hechos fueron comprobados; y Menem fue señalado, a su vez, como el autor intelectual de numerosos casos en perjuicio del Estado, y que dejó al país con una pobre imagen ante el mundo. Ahora lo favorecen con un fallo vergonzoso y podrá presentarse para renovar su cargo como senador. Sólo falta que le pidan disculpas por las injustas acusaciones, y lo declaren ciudadano ilustre.

Juan Carlos Monasterio

Pasaje Luis Beltrán 1.452

San Miguel de Tucumán


La armonía de la ciudad

Adhiero a la nota enviada al presidente del Concejo Deliberante por los representantes de las universidades en la Comisión de Patrimonio provincial. En ella se pide el pronto tratamiento de la ordenanza tendiente a preservar la zona del Bulevar Salta al 500 donde se levanta un grupo de edificios de gran valor patrimonial que se vería muy menoscabada con la construcción de uno en altura que rompería la armonía que la singulariza.

Teresa Piossek Prebisch

[email protected]

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