15 Junio 2017
Fotos de inés quinteros orio
Primero aparece un muñeco de oso panda parlante y el público entrecierra los ojos. Parece que se viene un espectáculo exclusivamente para chicos, con una historia simple para contar y las destrezas típicas de un circo. Pero a los cinco minutos de que comienza “El panda y la naturaleza”, del Circo Imperial de China, Mariela (47 años) ya se está tapando la boca para esconder el asombro. Ya hay artistas volando, miles de personajes fantásticos que transportan mágicamente a un bosque encantado donde pasa de todo.
Cada cuadro, por más breve que sea, deslumbra y desata el aplauso en el teatro Mercedes Sosa. Aparecen los primeros equilibristas en monociclos: son libélulas que destellan en el bosque acompañando a un ciempiés que también muestra un cuadro de equilibrio que parece imposible.
Por loco que suene hablando de un espectáculo chino, en un único momento aparece la tecnología. Son unas pequeñas ruedas acostadas que se desplazan en el escenario con más equilibristas encima. Como por arte de magia aparecen rodajas de frutas que giran en los pies de los artistas y de nuevo la sorpresa y el aplauso. Es que el espectáculo está apoyado principalmente en la calidad artística más que en el montaje y el vestuario, que por cierto también deslumbran. Los chinos, confiados en sus destrezas, no paran de sonreír al público.
“Lo que más me gustó fue la alegría que transmiten, cómo manejan a la gente, las cosas que nos hacían sentir. Es un espectáculo para toda la familia. Como adulta viví una experiencia hermosa que pude compartir con mi hija. Veo mucha gente grande, muchos abuelos y muchos chicos. Es positivo, transmite un mensaje optimista, algo que tanta falta nos hace tanta ahora...” continúa Mariela, maravillada al final de la primera de siete funciones.
El pequeño Facundo, de cinco años, se ha pasado todo el show con los ojos clavados en el escenario. Dice que le ha gustado todo por igual, que le encantó el circo entero, pero el momento en el que más grandes abrió los ojos fue cuando aparecieron los bumeranes en forma de cruz que llegaban hasta la mitad de la sala y volvían a posicionarse exactamente en la cabeza de los artistas. Ni siquiera con la oruga contorsionista se mostró tan sorprendido.
Fernando y Fernanda, el papá y la mamá de Facundo, también se fueron deslumbrados del teatro. “Nos gusta mucho el circo y vamos a casi todos. Pero este nos pareció espectacular, son realmente gimnastas de elite todos. Es un show muy entretenido en el que todo el mundo aplaude toda la hora veinte que dura”, dijo el padre.
“Hace mucho tiempo que no veía algo que realmente me sorprenda. Uno ve muchas cosas en el cine y en el teatro, pero no siempre ves algo que logre ir más allá, que verdaderamente te transporte. Es volver a sentirse un niño, te despierta esas sensaciones. Es un espectáculo que te permite soñar”, elogió Luz María (16), la hija de Mariela. Madre e hija eran, quizás, las más entusiasmadas de la sala.
El circo finaliza nuevamente con los pandas en escena, que dejan un mensaje para los más chicos: “muchos esfuerzos y no renuncien nunca a sus sueños”.
Multipremiados.
La Compañía Acrobática de Shenyang, responsable del circo, fue creada en septiembre de 1951. Es una de las compañías acrobáticas más premiadas de China, con tres Medallas de Oro en el Festival Mondial du Cirque de Demain en París y dos Payasos de Plata en el prestigioso Festival Internacional de Circo de Montecarlo, entre otros galardones.
La gira del país
“El panda y la naturaleza” es un show con más de 40 artistas en escena. Antes de Tucumán, el elenco estuvo en Mar del Plata, donde debieron aumentar funciones por la enorme e inesperada convocatoria. La gira continúa en Mendoza y Neuquén.
El público salió encantado del debut del Circo Imperial de China. Fue la primera de siete funciones en el teatro Mercedes Sosa
Seis funciones más
• El Circo Imperial de China se presenta en el Mercedes Sosa (San Martín 479). Hay funciones hasta el sábado inclusive. La grilla completa está en TUShow (página 7).
Lo más popular
