Sampaoli tuvo el debut que soñó

Sampaoli tuvo el debut que soñó

Según el nuevo DT de la Selección, su equipo derrotó con autoridad a Brasil

FELICES. Mercado festeja, junto a Banega y Otamendi, el gol que definió el duelo. Reuters FELICES. Mercado festeja, junto a Banega y Otamendi, el gol que definió el duelo. Reuters
10 Junio 2017

MELBOURNE.- A pesar de que a los ojos de un espectador común, sin intereses de por medio, el triunfo sobre Brasil no haya sido nada del otro mundo, Jorge Sampaoli asegura haber tenido uno de los mejores bautismos que un entrenador de la Selección puede tener.

Su presentación en sociedad fue con una victoria 1 a 0, con gol de Gabriel Mercado. Pero eso quizás haya sido lo de menos. Por lo menos para los ojos de quien desde ahora será el nuevo timonel del seleccionado nacional, que aseguró que su equipo tuvo momentos de buen juego y algunos pasajes en los que la garra tuvo que saltar a escena.

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“Valoro muchísimo el esfuerzo que pusieron los jugadores para intentar hacer un buen partido durante los 90 minutos. Enfrente teníamos a una selección muy consolidada con jugadores que marcan mucha diferencia. Es muy bueno, más allá del resultado, haber visto la emoción con la que jugaron los chicos, y los intentos que tuvieron”, dijo el entrenador en conferencia de prensa tras el 1-0.

Según el DT, las buenas intenciones no faltaron nunca y eso parece ser un genial indicio con vistas al nuevo proceso. Además, haber ganado un clásico en el debut carga las pilas de otra manera. “El equipo, con muy poco tiempo de preparación, tuvo muchas cosas positivas. Jugó bien y mostró una cara interesante. Además, estimula mucho ganarle a Brasil porque es un clásico y de cara al futuro ayuda mucho. No se jugó un partido para cumplir, se jugó para ganar y lo hicimos con mucha personalidad”, remató el ex entrenador de Sevilla.

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El futuro al que se refiere Sampaoli es, si bien primero tienen el amistoso del martes a las 9 contra Singapur, el duelo del 31 de agosto frente a Uruguay en el estadio “Centenario” de Montevideo. Allí, Argentina buscará ganar para acercarse al gran objetivo por estos días, que es lograr la clasificación al Mundial de Rusia 2018.

Por eso, el triunfo de ayer, en Australia, es un buen síntoma. “Estuvieron (sus futbolistas) a disposición para los intentos. Había que salir jugando pese a la presión alta de Brasil. Se intentó con un rival que hizo todo lo posible para no perder”, explicó el DT campeón de América dirigiendo a Chile.

Sobre el desarrollo del juego, Sampaoli fue contundente. “En el primer tiempo estuvimos instalados en campo rival, con situaciones, pero en el segundo nos costó un poco, con modificaciones de sistema y de nombres propios. El rival presionó arriba y no nos dejó salir. Hubo momentos del segundo tiempo en los que pudo haber empatado Brasil, pero en el análisis valorizo muchísimo esa actitud”, insistió.

Pero en el complemento, Argentina sufrió mucho más de lo cuenta. “Armamos un equipo para defenderse con la pelota y contra un equipo que presiona muy arriba”, concluyó. (Especial-DPA)

Brasil pateó el tablero ayer, pero no en la cancha. La Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) le quitó la televisación del clásico a Globo, una de las redes de medios más poderosas del mundo, y arregló con dos canales públicos de bajísimo rating (TV Brasil y TV Cultura). Pero lo sustancioso es el acuerdo que hizo con Facebook, a cuya plataforma se subió para ensayar un modelo de negocios que promete marcar el pulso de las transmisiones deportivas en el cortísimo plazo.

La CBF contrató a Pelé como comentarista a cambio de 130.000 dólares, comercializó por su cuenta la publicidad del entretiempo y abrió el juego para que Facebook acomodara a sus propios avisadores. Globo se pasó la semana ignorando el partido -casi no se habló de él en los noticieros-; por el contrario, se ocupó de ventilar las denuncias de corrupción que apuntan a la CBF. Esa disputa doméstica no distrae la cuestión de fondo: si Brasil fue capaz de dar el salto al streaming que ya habían ensayado algunos clubes, el efecto dominó promete cobrar la fuerza de un tsunami.

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