Atlético y una cuestión de altura

El escritor mexicano Juan Villoro escribió en su libro “Dios es redondo” que los partidos se juegan en dos lados: en el campo de juego y en la agitada conciencia de los espectadores. Tal vez no en los futbolistas, pero sí en los hinchas, durante la semana previa al partido contra Banfield (el viernes por la noche, en el Monumental) se hablará no sólo de los goles que el “Decano” sufrió en los últimos minutos, sino también de los goles que recibió de pelota parada en lo que va de la temporada.

Si se tienen en cuenta los partidos del actual campeonato de Primera División, más los de la Copa Libertadores, Atlético recibió 11 goles de pelota parada (sin contar los penales en contra, por supuesto). De esos 11 goles, cuatro fueron de cabeza, una cifra a la que habría que agregarle que el “Decano” sufrió otras cinco conquistas de cabeza pero en jugadas en movimiento.

Ignacio Canuto, a la salida del otro estadio Monumental, el de Rafaela, puso el asunto sobre la superficie el sábado por la noche, en los minutos posteriores a un nuevo golpe agónico. Mientras los periodistas le preguntaban sobre el segundo partido consecutivo en que a Atlético se le iban puntos sobre el final (contra Colón, la semana anterior, era la referencia impostergable), el defensor ofreció una versión diferente:

“A mí no me molesta que el gol haya sido en el último minuto, sino que haya sido de pelota parada. Por supuesto que duele lo del último minuto, nos da más amargura. Pero me detengo más en que fue de pelota parada. La verdad es que tenemos pocos cabeceadores, y encima había salido (Bruno) Bianchi por expulsión. Es algo que tenemos que pulirlo porque también es la característica de estos equipos”, dijo Canuto, en referencia a los rivales que juegan a tirar centros y más centros.

Sin embargo, a pocos metros del defensor, Cristian Lucchetti no coincidió con Canuto. “No sé si lo que más duele es que perdimos en el último minuto o que el gol haya sido de pelota parada, lo que más duele es que perdimos, y punto. Era una cancha angosta y la pelota parada se convierte en una jugada natural para los locales. Lo que sí pido es que no armemos una sicosis de los goles de pelota parada. A todos los equipos les hacen goles así, no solo a nosotros. Y además, nosotros también hacemos goles de esa manera”, sostuvo el arquero “Decano”.

A su vez, si Canuto se refirió a la falta de una buena cantidad de cabeceadores naturales en el plantel, Fernando Evangelista sumó otro factor a tener en cuenta, al menos en la derrota ante Rafaela: “nos dio bronca la última jugada, pero también es una cuestión de estatura”, dijo el defensor, en referencia a que Atlético no es de los equipos más altos del torneo.

En lo que sí coincidieron Canuto y Lucchetti es en no perder la calma. “No hay que perder la calma. La identidad del juego está clara, y yo creo en este equipo”, dijo el defensor, en una semana en la que a Atlético todavía le duele la cabeza.