Una tucumana fue secuestrada, golpeada y abusada por su novio santiagueño

Una tucumana fue secuestrada, golpeada y abusada por su novio santiagueño

La joven, de 20 años, había llegado a La Banda para pasar unos días con su pareja. Él le reclamó una supuesta infidelidad y la mantuvo cautiva por 12 horas; fue delatado por su madre.

PROCEDIMIENTO. La joven fue rescatada por la policía santiagueña. FOTO GENTILEZA ELLIBERAL.COM.AR PROCEDIMIENTO. La joven fue rescatada por la policía santiagueña. FOTO GENTILEZA ELLIBERAL.COM.AR
25 Abril 2017
Una joven tucumana, estudiante del Profesorado de Educación Física, vivió una verdadera pesadilla en la ciudad de la Banda, en Santiago del Estero, al ser mantenida cautiva más de 12 horas, golpeada y ultrajada sexualmente por su novio.

El hecho, según informa el diario El Liberal, comenzó cerca de las 8.30 del domingo, cuando una mujer de apellido Núñez solicitó ayuda a través de un llamado telefónico. Rápidamente personal de la Policía de la vecina provincia arribó a la vivienda.

Los efectivos, al hablar con Núñez, establecieron que el hijo de ésta -de nombre Miguel, de 19 años- tenía encerrada a su novia, de 20 años, en su habitación y no la dejaba salir. De inmediato, un oficial ingresó a la casa para hacer deponer la actitud del joven.

El efectivo entabló un diálogo con el acusado, quien le reveló que tenía un cuchillo, que no iba a salir de la pieza y le exigía que se retirase de su domicilio. El Policía salió a la calle junto a la madre del acusado y éste aprovechó la ocasión para salir y trabar todas las puertas, incluso el portón de la calle El Liberal.

Rápidamente se montó un operativo en la zona y los uniformados temiendo por la integridad de la joven, rompieron el portón. Al escuchar el fuerte impacto, Miguel salió a la cocina para ver qué sucedía y allí fue reducido, mientras que la víctima seguía encerrada.

La pesadilla de la tucumana

Una vez que fue puesta a salvo, la joven contó que el día domingo mientras estaban en la habitación, su novio comenzó a reclamarle supuestos engaños. Ante la negativa de la joven él le exigía que entregue su teléfono celular y que le avise el código de desbloqueo para revisarlo.

La respuesta de la estudiante ofuscó aún más al acusado, quien le quitó la cartera -donde tenía su documentación personal-para impedir que ésta se fuera de la casa. El calvario no terminó allí, ya que el sujeto quería mantener relaciones sexuales.

La joven expresó que le tapaba la boca para que sus gritos no fuesen escuchados por su madre.

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