Aldo Sessa posa su mirada en la vida de los gauchos

“El gaucho tiene una particularidad: no existe otro personaje argentino tan icónico, es lo máximo en ese sentido. Es un personaje sólido, consistente, que representa todo lo bueno que tiene el país, diría que ejemplar. Ello no ocurre en ningún lugar del mundo con otros personajes ligados al campo y tan imprescindibles como el gaucho en el movimiento de la hacienda, de los caballos o de las tareas rurales”, dijo el destacado fotógrafo Aldo Sessa, que está presentando en el Centro Cultural Kirchner, de la Capital Federal, su exposición “Gauchos”.

La muestra reúne 50 fotografías de gran formato (1.66 m x 2,70 m) y se despliega en las dos salas de La Gran Lámpara de ese centro cultural. Las imágenes fueron registradas entre 1993 y 2016. “La potencia del gaucho argentino es muy particular. Cuando uno está en fiestas criollas en el campo mismo, ve que los padres gauchos están trasmitiendo a sus hijos chicos la tradición. Gauchitos de cinco años que ya están en un petiso, quieren después emular al padre. También el gaucho preserva el territorio argentino porque lo puebla y está ligado a los principios republicanos, es un patriota”, afirmó el artista.

Sessa acaba de firmar contrato con una importante editorial europea, con sede en Nueva York, para publicar un nuevo libro sobre esta temática que se distribuirá en todo el mundo, cuya publicación está prevista para fin de año.

Sessa recordó que se adentró en el mundo gauchesco gracias al comodoro Güiraldes. “Él me preguntó si yo podía cristalizar en imágenes lo que él había dedicado la vida durante tantos años: organizar, dirigir, poner en valor el movimiento gaucho argentino en todo el país y lo hice. Y si bien ese trabajo se terminó en el tiempo, con gran pasión he seguido fotografiando a los gauchos. En la muestra pueden apreciarse retratos de diferentes edades, desde un anciano hasta un gauchito de ocho años. Cuando uno hace la lista de esa gente para agradecerles, uno se da cuenta de que el 90% son apellidos extranjeros o sea que vienen de inmigrantes. Eso habla bien de toda la inmigración, del llamado crisol de razas de la Argentina”, apuntó.

Sessa ponderó el sistema de iluminación de la sala. “Hemos montado una exposición que puede ser muy atractiva para visitar, tiene una puesta en escena muy buena, hay una banda sonora con sonidos del campo, muy sutilmente puesta, que expresan las sensaciones del campo. Pueden verse unos videos fantásticos, donde en cámara lenta se muestran cosas que yo también he hecho en mis fotos, es como una instalación en alguna medida. Hay también breves fragmentos de Ricardo Güiraldes, de Bonifacio del Carril, José Hernández y otros que describen maravillosamente al gaucho. Hay retratos, paisajes, fotos en acción de distintas destrezas de los gauchos y lo que se aprecia mucho es la inmensidad de nuestro territorio, el hábitat donde está inserto el gaucho”, indicó.

La mejor cámara

El artista afirmó que en muy pocos años el celular se convertirá en la mejor cámara. “El teléfono es muy dúctil, permite hacer ángulos que uno no haría con una cámara más grande; hay mucha soltura”, dijo.

- ¿Qué papel juega la intuición en un fotógrafo?

- La intuición es tan importante como la mirada; primero está la intuición que es el lado del ataque y por dónde va a evolucionar la situación que tengo delante, es el radar instalado en la cabeza del mago que en este caso, es un fotógrafo y luego la mirada, lo que lo lleva al ‘momento decisivo’, como decía Cartier Bresson. Eso no va a variar nunca, pero también el que no es un fotógrafo ni lo pensó, y es rápido y tiene eventualmente un teléfono malo o bueno, capaz que está delante del arco en el momento que pasa algo maravilloso, hace clic y aunque la foto esté vibrada, movida, mal aprovechada, lo que sea, tiene valor.